Hamada (2018), de Eloy Domínguez Serén – Crítica

 

Por Jaime Fa de Lucas.

Lo primero que hace Eloy Domínguez Serén es explicarnos que «hamada» significa «vacío» o «tierra en la que no hay nada», y a continuación nos muestra unas imágenes muy hermosas del desierto. Alguien lanza una pregunta: «¿qué día es hoy?» y alguien contesta: «el mismo que ayer… ¿por qué lo preguntas, tienes algo que hacer?». Con esta sutileza define el director el espacio-tiempo de su documental, sumergiéndonos instantáneamente en la atmósfera de un lugar remoto, alejado de todas partes, en el que el tiempo ni existe porque no hay nada que hacer.

Hamada se centra principalmente en la vida que llevan un joven y su hermana en los campamentos de refugiados del Sáhara Occidental. La región se divide en dos zonas, una «libre» y otra ocupada por Marruecos. Los individuos pasan por delante de la cámara de forma errática, algunos con el sueño de encontrar trabajo, otros con la esperanza de poder ir a España donde han oído que se vive mejor.

Lo que propone Domínguez Serén es interesante por la cantidad de empatía que genera por esa región desconocida y por mostrar cómo vive la gente en un lugar tan inhóspito y desalentador, sin ningún futuro por delante y cuya única vía de escape es emigrar. Además, el director acierta al incluir algo de historia del país, con esa lucha contra Marruecos para independizarse y tener un gobierno propio.

Por desgracia, es una película que por momentos se hace repetitiva y que poco a poco va perdiendo fuerza –algo que quizá sea inevitable, dado el tema que se trata y la localización–. Asimismo, falta un poco de amplitud en el contexto. Me habría gustado saber si la vida de estos refugiados es muy diferente a la de los que viven en otras zonas del país, algo que expandiría mucho la perspectiva de la propuesta y permitiría entender cómo ejerce Marruecos el control del país. Tampoco se profundiza en el tema de las minas de fosfato y cómo su gestión afecta a estos individuos.

En general, Hamada es una experiencia ligeramente irregular. Satisfactoria a nivel emocional y empático, insatisfactoria en términos contextuales y didácticos.

 

2 thoughts on “Hamada (2018), de Eloy Domínguez Serén – Crítica

  • el 15 julio, 2019 a las 2:59 pm
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    La he visto en una plataforma de internet que es para críticos. En Madrid se proyecta en la Cineteca, 17 y 18 de julio. No sé si en algún otro cine también estará.

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