Feb 25, 2013 | Crónicas ligeras, Escena
Por Carmen Garrido La casa atestada, inconveniencias, más trabajo, un marido cada día más indiferente: habían destruido su refugio. La nube de disgusto ante tanta decepción encontró un lugar en el que flotar: sobre las cabezas del niño y la niña. Fueron ellos los que...