NO HAY QUE POR BIEN NO VENGA

Por OSCAR M. PRIETO. En el nº 8 de la Avenida de Séneca, todos teníamos un casillero con el número de nuestra habitación. Cada mañana, al volver de la Facultad –quien hubiera ido a la Facultad- o al bajar a comer –algunos recién levantados-, como un gesto adquirido,...

LA OREJA DE DIONISIO

POr OSCAR M. PRIETO. Que al poder le gusta escuchar, estar al tanto de lo que traman sus gobernados, es algo que va en la doble hélice genética de los gobiernos. Ni siquiera debe atribuirse al pernicioso vicio del cotilleo y hasta es concebible que el único interés...

DEL VINO Y DE LAS LEYES (II)

Por OSCAR M. PRIETO. Aquilino se llamaba el gigante. Estoy seguro de que ningún trabajo le costaba más esfuerzo y sacrificio que el de enseñarnos a pronunciar correctamente, diferenciando  la “v” de la “b” (la “v” con cierta querencia por la “f”). De todas la...

UNA JUSTICIA RÁPIDA, INDEPENDIENTE Y GRATUITA

Por OSCAR M. PRIETO. “Antes el deber que la devoción” es uno de esos tópicos, lugares comunes, que nunca cuestionamos y quizás deberíamos poner en cuarentena antes de asomarnos a pronunciarlos. Otro día, tal vez. Hoy son otros los deberes que me apremian. Por un lado...