Oct 11, 2010 | Cine, Columnas Cine, Columnistas
Por Fernando Marañón. Anoche soñé que volvía a Manderley… Cuando tú no habías nacido, tuve una novia que se parecía a Angie Dickinson. No jugaba al póker demasiado bien, pero sonreía con el mismo encanto, sabía ponerse las manos sobre la cadera y se tornaba...