Iniciación a Harry Crews

Por Juan Carlos Vicente
La literatura, muchas veces, hay que afrontarla desde el instinto. Cuando, por primera vez, vi una imagen de Harry Crews, pensé que su sitio estaba aquí, en Peleando a la contra. Luego vino un texto en el que Kiko Amat recomendaba varias de sus novelas y, finalmente, Acuarela Libros publicaba la novela Body (Cuerpo) en este mismo año. Es la primera novela traducida al castellano de este autor.
Crews nació en Bacon County, Georgia, en el año 1935. Aún sigue vivo y escribiendo. El que el propio Crews afirme que no sabe si podrá acabar su última novela (The Wrong Affair) y que hace unos meses ingresara en el hospital con una herida de arma blanca en el abdomen, creo que despeja cualquier duda sobre el tipo de persona que es.
Marine, campeón de los pesos ligeros en su primer año sirviendo en el ejército, Karateka, amante de la cetrería, profesor de inglés y de escritura creativa. Su currículum se completa con dos divorcios de la misma mujer, la madre de sus hijos (Patrick y Byron) y con un episodio triste que acabó marcando a Crews por el resto de su vida: la muerte de su hijo Patrick, ahogado en la piscina de unos vecinos en 1964.
En 1968 publica The Gospel Singer, su primera novela, que próximamente verá la luz en castellano, de nuevo en Acuarela Libros.
La prosa de Crews es un reflejo de su personalidad. A veces violenta, con voz de lumpen, pero siempre hablando desde la cercanía que da la experiencia. Es una prosa sencilla, pero no simple, en la que la América profunda es retratada de manera cáustica a través de unos diálogos llenos de fuerza. Los diálogos son su punto fuerte, al menos en Body, pero no por ello su uso del párrafo, sobre todo el párrafo corto y medio, dejan indiferente al lector. Sus descripciones se debaten entre el espacio físico y el monólogo interior, consiguiendo que la imagen de lo que cuenta, rápidamente adquiera proporciones gráficas en nuestra mente. Quizá por eso es tan fácil pensar como reales a los personajes de Body, personajes que por otra parte no serían cercanos a nosotros a no ser que fuéramos aficionados o profesionales del culturismo. Personajes como Billy Murciélago, Russell Músculo, o la propia Shereel Dupont, se nos aparecen como protagonistas y secundarios de la novela de una forma familiar y cercana, como si estar inmerso en medio de un evento como la elección de Miss y Mister Cosmos, fuese algo habitual en nuestras vidas, no tanto el estar como el conocer este tipo de competiciones.
La otra cara de la moneda en Body es la familia de Sheerel. Su familia no es una familia normal (o tal vez sí, en Tennessee, que se me antoja que podría emparentarse lejanamente con ciertos pueblos de la meseta profunda de nuestra España), es una familia nuclear al más puro estilo americano. Una familia que huele a sudor y a tabaco de mascar, a Jack Daniels, a obesidad, una familia de paletos que son tan peligrosos que al encontrarlos fuera de su hábitat, esto provoca que sean más temerarios en su afán de defenderse del mundo actual. Una familia en la que Turner, Motor o Cabeza de Clavo, en especial este último, aunque no es un miembro sanguíneo, sean capaces de matar mientras apuran el último trago de una botella recostados en su desvencijada furgoneta. Sin embargo también hay sitio para la ternura y el romanticismo más épico, escenas como la seducción de Billy Murciélago a Earline, o viceversa, y el final, apoteósico, salvaje y cinematográfico, de la novela son dos ejemplos que demuestran que estamos ante un novelista muy grande.
Que Kim Gordon de Sonic Youth, junto a Lydia Lunch y Sadie Mae, crearan un grupo llamado igual que el autor (Harry Crews), que Sean Penn le diera un pequeño papel en el excelente film Extraño vínculo de sangre (1991) y que Crews dedicara a Penn su libro Scar lover (1992), son sólo algunos de los reconocimientos públicos profesados a la carrera de este autor hasta ahora inédito en estos lares.
No sabemos si llegaremos a leer completa su A Wrong Affair, si mañana esa enfermedad de la que hace gala desde hace años se lo llevará de este mundo sin un atisbo de sonrisa. En realidad no sabemos casi nada de él, pero queremos empezar a conocerlo, de ese deseo parte esta iniciación.
Quizá la muerte cuando haga su acto de presencia se detenga a leer lo que reza en su brazo derecho (“How do you like your blue eyed boy, Mr. Death”, un verso del poema Buffalo Bill de e.e. Cummings.), mire fijamente a los ojos a Crews y dé un paso atrás. Yo, lo haría.
 
BIBLIOGRAFÍA.
-The Gospel Singer (1968).
-Naked in Garden Hills (1969).
This thing don´t lead to Heaven (1970).
-Car (1972).
-A feast of snakes (1976).
-All we need of Hell (1987).
-Knockout artist (1988).
-Scar lover (1992).
-The mulching of America (1995).
-Celebration (1998).
-An American family (2006).
AUTOBIOGRAFÍA
-A Childhood: A biography of a place (1978).
 
* gracias a Jesús Llorente por su prólogo y a Javier Lucini por su traducción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *