Vincere

Por Fernando Marañón.

Arropado por la crítica exigente, pero ante una taquilla que hace ya tiempo que no atiende a prestigios –menos aún europeos-, Marco Bellocchio ha vuelto a las carteleras españolas para contarnos la historia oculta de la primera esposa de Mussolini. Su vida se convierte en la metáfora perfecta de una época pasional e iracunda. Porque además, la protagonista se llama Ira. Y después de apoyar a Benito en sus andanzas políticas hasta la 1ª Guerra Mundial y darle un hijo, se encuentra de sopetón con un segundo matrimonio que no sólo es ilegal, sino que -para dejar de serlo- la apartará primero y la reducirá al papel de loca después, mientras su amado elimina las pruebas de la infamia y atenaza a Italia con un fascismo de opereta que lo empapará todo de ardor, miedo, belicismo y sangre.

La película, producida en gran parte por la Rai, tiene inicialmente un tufillo a serie de época para televisión, suntuosa y recortada para su estreno en cine. Falta un poco de fluidez en el montaje y algunos datos imprescindibles para el espectador no-italiano se echan en falta. Pero a medida que el personaje central (Ira Dalser, interpretada por Giovanna Mezzo) absorbe la película, la narración se depura y crece para retratar una derrota personal y colectiva, la de Ira y la de toda Italia, cuando la verdad se convierte en la primera víctima y todo lo demás viene por lógica de inmediato y a peor.

Con una ambientación de calidad inglesa y una música bella, pero demasiado presente, la película ofrece algunas secuencias espléndidas (la primera aparición de Mussolini, la bomba penetrando en forma de humo del que surge la multitud aterrorizada, el interrogatorio psiquiátrico, las cartas arrojadas a la nieve…) y otras demasiado guiñolescas. Pero su mayor acierto viene del uso de las imágenes de archivo de aquella Italia desproporcionada, donde no hay personaje más de guiñol que el auténtico Mussolini, el hombre que empieza siendo de carne y hueso, capaz -a su manera- de amar y ser amado, y termina por ser un fantasma en blanco y negro, una mera imagen de primera plana o noticiero cinematográfico, inalcanzable y demoledora.

Fernando Marañón (Madrid 1968) es crítico cinematográfico desde hace cuatro años para la Cadena SER (Ser curiosos, Todo es ponerse, Gran Vía, A vivir Madrid…) y autor del libro de cine Tiene Delito, ilustrado por el mismo. Autor también de la novela poliédrica Circo de fieras o el óleo conmemorativo de gran formato Ladrones de tinta, su principal cualidad como colaborador de Culturamas es su vocación de divulgador pasional del cine como aglutinante de las artes que a esta revista ocupan.

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