Alejandra Roux en Utopía Parkway

Por Elisa Rodríguez

Alejandar Roux

Hänsel & Gretel

Utopía Parkway

Abierta hasta el 25 de Febrero

C/ Reina, 11

Madrid

Abierto de Martes a Viernes de 12.00 a 14.00  y de 17 a 20. 30 horas

Sábados de 11. 00 a 14 horas

www.galeriautopiaparkway.com

Utopía Parkway es una galería que debe su nombre al domicilio neoyorquino del artista Joseph Cornell. Un  detalle que dice mucho de esta pequeña gran sala. Su trayectoria de resistencia, desde 1995, ha sido impecable y coherente. Buena prueba de ello son sus fondos o los Cuadernos de Utopía, una de sus señas de identidad durante estos años. En el de Erika Babatz (penúltima exposición de la sala, último catálogo, esperemos que de momento) se revelan de manera exquisita los “mundos fundidos” de la  mexicana y el mimo editorial de la galería.

Alejandra Roux (Buenos Aires, 1964) expone ahora en este lugar tan especial. Desde 1989 vive en Madrid, pero se formó en la capital argentina con dos discípulos del artista uruguayo Joaquín Torres García: su hijo, Augusto Torres, y Julio Alpuy; aunque la artista también reconoce la influencia de su  padre, el pintor Guillermo Roux.

El leitmotiv de la muestra es el cuento de los Grimm, Hänsel y Gretel, una de las historias más morbosas y sádicas de laliteratura infantil, todo hay que decirlo. Alejandra nos ofrece su propia versión de los hechos, que va más allá de la teatralización, al otorgar a cada imagen detalles icónicos que nos remiten al texto de una manera nueva.

La relectura de Roux abarca, obviamente, su imaginario privado, pero también la memoria colectiva y el recuerdo  que elespectador guarda sobre  el cuento; planos divergentes que armonizan en sus tablas. Sus influencias son muchas y están bien articuladas: Pop, psicodelia o un toque “clásico” en las figuras “iluminadas por dentro” a la manera de Piero della Francesca.

A través de personajes, paisajes y objetos, teñidos al temple de colores elevados, brillantes y puros, Roux nos conduce  hasta la entrada de uno de los mitos topográficos narrativos más inquietantes (el bosque) y hasta una de las grandes  imágenes simples de la pintura (la casa).

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