Entrevista a Fernado Carruesco y Sergio Brau


Por Alicia Valeria Alonso (texto) /Fotografías de Pablo Álvarez.
“La única salida para triunfar en el periodismo es moverse y arriesgarse, y sobre todo, estar dispuesto a trabajar mucho”

Fernando Carruesco, un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, tuvo una genial idea uno de tantos días en que grababa con sus compañeros su programa en Inforadio, la emisora de la facultad. Estaban charlando sobre un Guinness de los Records basado en crear una nueva versión de la Mona Lisa con tostadas. Comentando lo absurdo de la idea, se les ocurrió batir el Record del programa de radio más largo de la historia. Sus compañeros no le dieron más importancia a la idea, pero a Carruesco, un emprendedor nato, se le encendió la bombilla. Había comenzado la mayor hazaña conseguida hasta el momento por los estudiantes de aquella facultad.

Fernando llamó a su compañero Sergio Brau, un periodista invidente de 33 años, y le propuso ser su compañero en aquella aventura. Este aceptó inmediatamente. Los dos periodistas consiguieron sobrepasar la barrera de las 60 horas el miércoles 23 de marzo a las 21:00 horas de la noche. Hemos querido charlar con ellos para que nos relaten de primera mano su experiencia.

P. Fernando, cuéntanos cómo de una charla distendida entre amigos sale esta iniciativa, que ha conseguido sobrepasar las barreras de la universidad para convertirse en uno de los proyectos más frescos y novedosos de los últimos años en el panorama periodístico.

F. Al principio, nadie se tomó en serio la idea, pero a mí cuando se me mete algo en la cabeza me informo y estoy mucho tiempo obsesionado. Entonces me puse en contacto con los organizadores del Guinness y me dijeron que el Record lo tenían unos rusos que habían estado 52 horas al micro. Nosotros decidimos que haríamos 60. Al principio los compañeros me tomaban por loco, y lo más difícil era conseguir a alguien que me acompañara durante las 60 horas en el programa. Yo llamé a Sergio Brau y desde el principio me dijo que sí.

P. Sergio, ¿dudaste en algún momento dudaste si aguantarías 60 horas al micrófono y sin dormir?

S. En el momento, cuando Fernando me presentó el proyecto le dije que sí a la primera, prácticamente sin pensar. Luego, cuando se empezó a acercar el momento, fui un poco más realista y me planteé la dificultad. Pero la verdad es que cuando llegas allí, todo va sobre ruedas, porque a pesar de que ha habido momentos complicados, todo el apoyo que te encuentras te da fuerzas.

P. Tal como comenta Sergio, es verdad que a pesar de la diferencia de edad entre vosotros, lleváis trabajando juntos desde hace mucho tiempo, ¿verdad?

F. Sí, yo comencé a hacer radio fórmula en una emisora de Huesca, Hit Radio, con 13 años, y es allí donde conocí a Sergio. Empecé haciendo deportes, y me tenía que saltar las clases para ir a cubrir los partidos. Al principio lo hacía fatal, pero me encantaba.

S. Cuando conocí a Fernando, yo me di cuenta que tenía algo especial, que le gustaba más la radio que lo que hacía, porque de futbol no tiene ni puñetera idea. Pero aunque fuera un tema que no le interesaba demasiado, le gustaba tanto la radio que hacía que la gente no se diera cuenta. Y además tenía ideas de bombero, porque le decías que hiciera las cosas de determinada manera y él le daba completamente la vuelta, y lo increíble es que al final quedaba bien. Y nos dimos cuenta que era un tío que iba a llegar lejos y que Huesca se le quedaba pequeño. Fernando es un genio y le abalan las cosas que hace, las ideas que tiene, la forma que tiene de convencer a la gente, y sobre todo, el espíritu de trabajo y lo que consigue. Yo tengo claro que las cosas que hace él están al alcance de muy pocos.

P. Y ésta, seguramente, es una de esas cosas. Al Record Guinness acudieron más de 120 invitados entre las que se encuentran personalidades de primer nivel del mundo del periodismo, el espectáculo, etc. Contadme vuestras impresiones ¿Nunca pensasteis que tendríais tanto apoyo?

F. El apoyo ha sido impresionante, porque además muchos ni siquiera tuvieron tiempo a ser entrevistados. De hecho, algunos esperaron más de una hora para entrar y no les importaba que luego no fuera una entrevista al uso. Tampoco lo buscábamos porque nosotros no queríamos que saliera un titular de allí. No era el momento ni el lugar para provocar una entrevista polémica. Lo que queríamos era que el invitado participara en la fiesta, porque para mí se trataba de una fiesta de la radio.

¿Y de todos los invitados que pasaron por allí os quedaríais con alguno en especial?

S. Es complicado porque cada uno aportó cosas muy distintas y además con muy diferentes registros. A mí, particularmente, me hizo mucha ilusión entrevistar a Mayra Gómez Kemt  porque era mi primer recuerdo televisivo y me recordaba a mi infancia. También me marcó mucho la intervención de Sebastián Álvaro, que nos dio una clase magistral. Y me impactó que Pedro Piqueras dijera que a él Belén Esteban no le parecía ni bien ni mal pero que con lo que ella ingresaba comían todas las familias de Tele5.  Aunque también hay que decir que al día siguiente llamó para disculparse porque entendía que no se había comportado bien, y es de entender que cuando te acusan de ciertas cosas acabes respondiendo.

P. Es cierto que hubo algunos momentos tensos, ¿cómo lo llevasteis, porque como dice Fernando, aquel no era ni el momento ni el lugar para provocar polémica…?

S. Yo creo que incluso se agradece que en aquellos momentos hubiera ambiente tenso, porque quien incitó aquello fue el público que es soberano y pregunta lo que quiere, y nosotros no podemos parar eso. De hecho fue difícil parar a Eduardo Inda y a Paco García Caridad, porque son personajes tan golpeados por la opinión pública que ya se han creado un método de autodefensa.

R. Y por el lado contrario, estuvo la ilusión y el buen humor que aportaron otros invitados…

F. Yo recuerdo una sensación muy buena con Matías Prats, que vino sólo, con escolta, y de improvisto; porque su hijo había estado el día anterior con nosotros y le había dicho que viniera, que no se lo podía perder. También me quedo con algunos consejos, como que el 95 por ciento de periodistas que pasaron por allí me dijeron que desde primero de carrera habían estado moviéndose, porque es algo que llevo pensando desde que empecé en la radio con 13 años, y me hace pensar que voy por buen camino. Y fue increíble el apoyo de algunos invitados como Dani Mateo, que entró para 20 minutos y se quedó dos horas; y que apareció otra vez el miércoles  porque le llamaron para decirle que animara un poco la cosa por teléfono, y nos dijo que ya estaba cogiendo el coche y viniendo para la Universidad. Nico Abad hizo lo mismo, estuvo esperando más de una hora para entrar, y cuando le entrevistamos le encantó, se quedó más rato y volvió el miércoles.

P. ¿Creéis que esta implicación está relacionada con la ilusión que genera el hecho de que la juventud siga luchando por sus aspiraciones? ¿Desmontasteis el mito de la generación Ni-Ni?

S. Sí es posible. Yo lo que veo es que la gente joven sí se mueve, pero en cierto modo, los periodistas hacemos que la sociedad se quede con otra idea porque, por suerte o por desgracia,  la gente conflictiva vende. Yo incluso vi un poco de envidia sana por parte de los invitados, porque como dijo Buenafuente, estas cosas son frescas y dan un golpe a la monotonía; y los tantísimos compañeros que pasaron por allí se sentían un poco celosos por no haber tenido ellos esa idea de jóvenes. Y eso te da muchos ánimos.

R. ¿Cómo lo ves tú Fernando…,  crees que existe la generación Ni-Ni?

F. Yo creo que existe una generación que se queja mucho, que es muy pesimista y entonces no se mueve. Es como un enfermo terminal, que se va a morir en dos meses y tiene dos posibilidades: luchar hasta el final o autodestruirse. Y este proyecto nació para ir en contra de eso. Tuvimos a 200 estudiantes involucrados sin cobrar un duro y sabiendo que el mérito nos los íbamos a llevar Sergio y yo. Y aún así, se implicaron hasta el final.

P. Este pesimismo del que hablas también viene generado por una situación laboral muy complicada. ¿Crees que los jóvenes periodistas tienen salidas?

F. Si eres bueno y medianamente ambicioso, meterte en algo relacionado con la comunicación y quedarte no es difícil, porque salidas tiene millones. Pero lo que es difícil es acabar quedándote en lo que a ti te gusta dentro del periodismo. Por eso yo creo que la única salida es ser emprendedor y arriesgarse, y sobre todo, estar dispuesto a trabajar mucho al principio. A mí personalmente, no me gusta nada tener jefe, porque soy demasiado activo, por  eso creo que mi futuro pasa por buscarme la vida yo sólo.

P. Y en tu caso Sergio, tú además tienes el hándicap de ser invidente. ¿Eso te ha supuesto alguna traba a lo largo de tu trayectoria profesional?

S. Para mí no ha sido difícil, sino más bien imposible. Hago lo que hago porque tengo la suerte de vivir en una ciudad pequeña  y allí somos unos pocos los que intentamos crear algo diferente. Yo lo veo muy complicado sobre todo de diez años a esta parte. La única ventaja es que cada vez van apareciendo más medios y formatos que van refrescando la profesión, aunque otra cosa es que perduren.

P. En tu caso, tu pasión es el deporte, y creo que eres un maestro narrando partidos de fútbol. ¿Cómo lo haces?

S. Solo necesito una referencia auditiva que me indique quien lleva la pelota. Lo demás ya me lo transmiten las reacciones de la gente. Yo entiendo que a los videntes les sorprenda mucho porque no les hace falta fijarse en estas cosas, pero la gente es muy expresiva, y yo en vez de fijarme en lo que pasa en el campo, me fijo en lo que pasa a mi alrededor.

R. Y es que pareces un experto en hacer varias cosas a la vez, porque durante las 60 horas de radio, además de estar al micro, también estuviste twitteando sin parar, ¿verdad?

S. El tema del twitter es muy curioso, porque yo lo descubrí en noviembre del año pasado y desde entonces lo considero una herramienta magnífica para interactuar con la gente. Y yo durante el record intenté contestar a todo el mundo, pero cada vez la cosa se hizo más grande. Cuando volvía de un descanso tenía 30 menciones en las que la gente me hacía preguntas a mí y a los invitados. Así que yo intenté contestar al 95 por ciento de la gente, pero ya a las 20:30 del último día, media hora antes de terminar, lo cerré, porque consideré que esos momentos eran para mí, para disfrutar de lo que habíamos conseguido.

P. ¿Hubo algún momento en que lo pasarais verdaderamente mal?

F. Yo lo pasé fatal a partir de la una de la tarde del miércoles. Justo cuando sobrepasamos las 52 horas, yo pensaba que me iba a crecer pero fue justo lo contrario. De las entrevistas de Wyoming y Buenafuente no me acuerdo de nada, era exactamente la misma sensación que cuando estás borracho. Me acuerdo que aquella tarde vino el SAMUR y me llevó a una sala donde me llenó de cables, y mientras tanto yo por teléfono tenía que seguir hablando. Me dijeron que tenía el azúcar bajísimo, me tomé una coca-cola y unas golosinas y continué.

S. Yo lo pasé muy mal durante la noche del martes al miércoles. Dormí media hora y luego me levanté mucho peor. De hecho ni siquiera me acordaba cómo se llamaba José Manuel Calderón, no me salía el nombre… Pero el resto, la verdad, lo aguanté bien, en parte porque me alimenté mejor que Fernando, y porque ya tengo cierta experiencia, y cuando me pongo a hacer 60 horas de radio, soy consciente que son 60, ni más ni menos.

P.Y después de esto, ¿tenéis nuevos proyectos en el horizonte?

F. Mi proyecto más a corto plazo en irme a trabajar a la radio en Sudamérica y terminar allí la carrera. La verdad es que soy muy optimista y espero que las cosas me salgan bien. Y lo que tengo claro es que me quedaré para siempre con el recuerdo de este proyecto; y si con ello consigo algo más, estupendo, y si no me quedo con la experiencia y con el orgullo de haber sido capaz de  involucrar a tanta gente en algo como esto. Y otro de mis planes de futuro es irme a Eurovisión. Soy un friki del certamen y ya lo estoy organizando para irme para allá.

P. ¿Pero a cubrirlo como periodista o a concursar?

F. Bueno, de momento a cubrirlo. Para presentarme todavía tengo que crear algo chulo. Yo en el colegio mayor tenía un grupo, Pozos de Ambición, y todavía seguimos haciendo cosas.

P. Y tú Sergio ¿algún plan de futuro?

S. Sí que tengo algún proyecto a nivel nacional. De momento quiero terminar la temporada aquí y luego, mi aspiración sería cubrir el Campeonato Europeo de Fútbol Sala para Ciegos, porque de esta forma podría combinar dos de mis mayores pasiones, la radio y el futbol sala, que también practico.

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