Sólo una noche (2010): tentar vs dejarse tentar

Por Nuria Monvoisin Cano.

 

 

Los temas de la infidelidad, el deseo y la tentación, han sido temas muy recurrentes en el cine. En algunas ocasiones estos temas han sido tratan en forma de comedia y otras veces, han sido retratados más dramáticamente. Una vez más el tema ha llegado a la gran pantalla, esta vez a manos de la directora, escritora y productora Massy Tadjedin, que nos ofrece esta coproducción estadounidense y francesa interpretada por Keira Knightley, Sam Worthington, Eva Mendes y Guillaume Canet.

 

Joanna Reed (Keira Knightley), escritora de novelas y artículos de moda, y Michael Reed (Sam Worthington), hombre de negocios,  son un joven matrimonio aparentemente feliz que vive en una bonita y espaciosa casa en Nueva York. Pero el conflicto llega pronto, a escasos minutos de película, cuando la pareja acude a una fiesta en casa de unos amigos, donde Joanna puede ver y palpar el deseo interno entre su marido y Laura (Eva Mendes), una de sus compañeras de trabajo. Es esa sospecha de infidelidad, basada en ligeras miradas y movimientos, la que lleva a Joanne a enfrentarse contra Michael de vuelta a casa. Al día siguiente Michael se va de viaje de negocios con sus compañeros, por lo que se produce una reconciliación entre la pareja en la que Joanne da un voto de confianza a su marido y Michael le promete que nunca ha sido ni será infiel.

 

Apaciguada la situación, a la mañana siguiente, Michael se va de viaje con su empresa y Joanne se dispone a trabajar en sus artículos. Poco después, ella decide salir a tomar un café y se encuentra inesperadamente en la calle con su antigua pareja, el francés Alex Mann (Guilliaume Canet). Ambos, después de tres años sin verse, deciden cenar juntos esa misma noche, pues él debe volver a Francia al día siguiente. Simultáneamente, Michael Reed se dirige a la cena de negocios con sus compañeros de trabajo a la cual también acude su compañera Laura. E aquí el escenario nocturno en el que las dos parejas se verán tentadas por recuerdos y pasiones.

 
 

El escenario nocturno propuesto por la directora Massy Tadjedin ofrece un interesante guión a pesar del recurrente y trillado tema. El juego que ofrece con la música y el montaje mantiene al espectador en la butaca a pesar del predecible final que se observa desde que se ofrece el perfil de los personajes. Eso sí, buena dirección de actores por parte de la directora novel, pues ha sabido atribuir a cada personaje un perfil muy definido y creíble y que muestra a cada uno con unos objetivos muy diferentes. Destacan mucho más los personajes interpretados por Guillaume Canet y Keira Knightley, pues Eva Mendes y, sobre todo, Sam Worthington, dejan mucho que desear.

 

Se trata del segundo proyecto de la directora con Keira Knightley. No es que Massy Tadjedin la dirigiera con anterioridad, sino que fue la guionista de una película en la que participó Keira Knightley años atrás: The Jacket (2005). En cambio, en Sólo una noche (2010), Massy Tadjedin, ha realizado el guión, la producción y la dirección. El montaje está en manos de Susan E. Morse, colaboradora habitual de Woody Allen. Es interesante en este aspecto la manera de intercalar imágenes del presente con flashbacks y también destaca la simultaneidad entrecruzada de la situación momentánea que viven ambas parejas.

 

El punto destacable de la historia es la confrontación de cómo viven los personajes la infidelidad, una desde el punto de vista de un ex amor y otra desde el punto de vista sexual. Lo mejor, el cómo se retrata la historia y el juego del montaje entre ambas situaciones, así como el trabajo de Keira Knightley y Guillaume Canet. Lo peor, el inexpresivo Sam Worthington y la predecible evolución de los acontecimientos.

 

 
 
 

Sólo una noche (2010) se estrenó en España el pasado 24 de junio de 2011.

 

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