Abre FNAC Castellana

Por Francisco Balbuena

 

Hace falta tener mucha osadía para abrir un gran centro comercial en estos tiempos de crisis. Hay que ser temerario si precisamente esa tienda se identifica con la venta de libros, aparte de otros artilugios, como equipo informático, discos de cine y música, cámaras de fotos y demás gadgets. Sin embargo, la FNAC ha querido echarle valor y apostar por el futuro en su último movimiento empresarial. Acaba de inaugurar su nuevo centro en el Paseo de la Castellana. De la mano de los padrinos Rosa Montero y Juan José Millas, en dicho evento ha estado presente la plana mayor de la empresa: Alexandre Bompard, Presidente Director General de la FNAC, Enrique Martínez Ballesteros, Director General FNAC España, y José Manuel Cuesta, Director FNAC Castellana. Tampoco faltó la polémica  y discutida ministra Ángeles González Sinde, y sin embargo mujer de gran atractivo. Como colofón a la breve pero simpática presentación, el grupo Amaral nos deleitó con unas coplillas y una posterior rueda de prensa.

 

Estas de la Castellana de la FNAC son unas instalaciones inmensas de decoración sideral. Cinco hermosas plantas decoradas con buen gusto, sin agobios, bien surtidas de material y generosamente atendidas por empleados solícitos. Su localización es inmejorable: cercana a unos grandes almacenes que todos los días congregan a miles de clientes, y no muy lejos de los Nuevos Ministerios, en donde legiones de funcionarios tendrán la idea de dejarse caer por allí de vez en cuando. No menos importante es que se halla en un punto inmejorablemente comunicado con servicios públicos de autobuses, metros y trenes de cercanías, y acompañado de espaciosos aparcamientos.

 

Al acto de inauguración asistió tan gran cantidad de público que hubo de hacer una larga cola para entrar. Simpáticas azafatas atendían con exquisita amabilidad, indicando los distintos departamentos y qué evento habría en cada uno de ellos. En un escenario de la tercera planta tuvieron lugar los discursos, que fueron tan breves que aún estaba entrando en las instalaciones la riada de invitados cuando los padrinos y la ministra ya se despedían. Aunque lo más esperado vino después, en las plantas uno, dos y tres. En ellas se sirvieron bebidas en abundancia y variedad, además de un generoso ramillete de canapés que hizo las delicias del público. En especial, en estos tiempos de crisis, deleitaron a cuantos escritores asistieron al evento. Podemos destacar entre ellos a Fernando Marías, Marta Ribera de la Cruz, Martín Casariego, Isabel Camblor, Helena Cosano, Anay Sala, Pedro de Paz, Paco Gómez Escribano, Jorge Díaz y Carlos Salem.

 

Las canciones de Amaral llenaron de ritmo y gracia unas plantas cómodas de recorrer y atractivas a la contemplación. Entre la variedad de asistentes que bebían, comían y hojeaban libros, llamaban la atención docenas de hombres de negocios japoneses, grupos de industriales alemanes, muchos ejecutivos franceses y, sobre todo, una miríada de dependientes de los cercanos grandes almacenes. Todos ellos bien trajeados en una calurosa tarde madrileña. El contraste con los descuidados y hambrientos escritores no podía ser más divertido.

 

Ha sido todo un éxito la presentación de la FNAC de Castellana. Es de agradecer a la empresa este paso comercial en pro de la cultura, y desde aquí les deseamos los mejores parabienes.

 

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