De listas

Por Rubén Sánchez Trigos.

 

Una lista es de quien la hace. Y también de quien comulga con ella. Por esta razón, hay que procurar relativizar cada vez que nos acercamos a una. Esencialmente porque, me van a perdonar, pero no a todas las listas se les puede otorgar el mismo valor. Esta semana, me he encontrado discutiendo amistosamente con varias personas a las que considero de gran criterio acerca de dos listas sobre el mundo del cine que han aparecido en medios muy diferentes: uno español, la revista de divulgación cinematográfica Cinemanía, y otro inglés: Time Out. La primera elige a las 200 mejores películas de la historia del cine, así, a groso modo. La segunda, las 100 mejores películas de terror de todos los tiempos. Se trata, como imaginan, de esos ránkings en apariencia estériles, pero que en el fondo no deben despreciarse: la mayor parte de las veces ofrecen un termómetro fiable del gusto popular, y eso, para quienes nos interesa especialmente la recepción, siempre es una buena noticia.

 

Hay una diferencia sustancial en ambas listas, que debe contemplarse para contextualizarlas en su justa medida: la de Cinemanía está confeccionada por los lectores de la revista (los que han querido votar, al menos); la de Tim Out, en cambio, se ha hecho con las votaciones de personalidades afines o directamente involucradas en el género del terror. A saber: Clive Barker, Roger Corman, Guillermo del Toro. Se hacen una idea. Sólo así se entiende que, para los lectores de la primera, las diez mejores películas de la historia del cine sean (atención): 1. El Padrino;  2. El caballero oscuro;  3. Pulp Fiction;  4. El retorno del Rey;  5. El Padrino II;  6. El imperio contraataca;  7. Casablanca;  8. La lista de Schindler;  9. El club de la lucha;  10. Cadena perpetua. Hay quien ya ha puesto el grito en el cielo, advirtiendo ausencias clamorosas como Ford, Wilder o Hitchcock. Es decir, que para el cinéfilo medio de hoy es mejor película El retorno del Rey que Psicosis, El apartamento o Centauros del desierto. Como he dicho antes, todo debe relativizarse, y lo que esta lista refleja, ni más ni menos, es el parecer de una generación que ha votado lo que más le ha impactado en su experiencia espectadora; es decir, que si tiene usted en torno a los treinta años y va al cine con asiduidad, es normal que le hayan marcado Pulp Fiction, El club de la lucha o Cadena perpetua, que son (buenas) películas estrenadas más o menos en los mismos años. Es lógico. Cada generación tiene sus hitos y no hay que darle más vueltas. Lo de El Padrino o Casablanca, en cambio, parece más un compromiso: están porque se dice, se comenta, que son excelentes. Porque tienen que estar. 

 

El criterio con el que se ha votado la lista de Tim Out es bien diferente. Se presupone que quienes han expresado sus opiniones aman el género, pero se presupone también que tienen ciertos conocimientos sobre él, que han tenido toda una vida, como aficionados y como profesionales, para procesar lo que han visto. También, cómo no, se les presuponen sus fobias y sus filias. El resultado, al menos en los diez primeros puestos, es este: 1. El exorcista;  2. El resplandor; 3. La matanza de Texas; 4. Psicosis5. Alien6. La cosa de John Carpenter 7. La semilla del diablo8. Halloween 9. Suspiria10. Zombi. Uno puede estar más o menos de acuerdo con el ránking (personalmente, creo que El exorcista ha envejecido un poco y que la primera película de muertos vivientes de Romero es superior a la segunda), pero estarán de acuerdo conmigo en que, de entrada, se percibe cierta legitimidad en las votaciones. Cierta coherencia, más allá de los gustos de cada uno.

 

Vivimos una época en la que todo vale. Me refiero a las opiniones, claro. Y creo que algunas cosas se han desvirtuado: yo tengo todo el derecho del mundo a opinar sobre la obra de Pollock, pero me temo que mi opinión estará una escala por debajo de, qué sé yo, la de una persona que haya dedicado cinco años de su vida a escribir una tesis doctoral sobre él. Del mismo modo, la lista de Tim Out, errada o no, susceptible siempre de revisarse cada cierto tiempo, tiene detrás tal calibre de nombres que parece perfectamente legitimada. A las pruebas me remito: ellos sí que no se han olvidado de Hitchcock.

 

Rubén Sánchez Trigos es profesor e investigador en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos. Especializado en cine y literatura fantástica, en 2009 apareció su primera novela, Los huéspedes (Finalista Premio Drakul), un thriller de terror en un ambiente urbano.

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