Mikel Díez Alaba. Transitando un tiempo

Por Laura Ávila.

 

Museo de Bellas Artes de Bilbao

Plaza del Museo, 2, Bilbao.

Hasta el 27 de abril.

 

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Desde el 24 de enero al 27 de abril podemos disfrutar en el Museo de Bellas Artes de Bilbao de la exposición  Mikel Díez Alaba Transitando un tiempo. Muestra que ha sido especialmente creada durante los tres últimos años para la ocasión.

 

Mikel Díez Alaba (Bilbao 1947) es uno de los pintores vascos más destacados de la década de los cuarenta, que conjugó abstracción y figuración, un estilo personal sobre el que genera un discurso que le identifica y le distingue de los artistas de su generación. En la exposición aquí presente se aprecian obras fruto de sus ensoñaciones y de la relación con el entorno. Expresión vital de su trabajo y de su esfuerzo. Un resultado lírico, intimista y personal, bajo la influencia de la luz mediterránea de Menorca, donde actualmente vive el artista.

 

Mediante su trabajo Mikel Díez Alaba quiere recuperar nuestra dimensión crítica, despertar nuestra capacidad de asombro y ser un alto en el acelerado transitar de la actualidad.

 

La mayor parte de las obras de la exposición se encuentran en la sala 33, en la segunda planta del museo. Aunque también nos topamos con otras obras en diferentes espacios del museo, dialogando con otras pinturas o esculturas. La primera obra según se accede a la sala es Baile del Loco, una pintura con un sello surrealista que sirve como introducción al título de la exposición: Mikel Díez Alaba. Transitando un tiempo. En la obra se perciben influencias de las fantasías de Marx Ernst (1891-1976) y de Oscar Domínguez (1906-1957), sin olvidar cierta unión espiritual que encuentra en el trabajo del escritor estadounidense Philips Lovecraft (1890-1937) sobre el destino o el ciclo de los sueños, y en escritos que adoptan una actitud rebelde contra los modelos sociales y morales impuestos.

 

 Dentro de la sala se presentan doce pinturas de formatos diferentes, casi todas acrílico sobre papel, con una amplia gama cromática que va desde cálidos y envolventes tierras, a fríos azules y malvas.

 

Admirando las pinturas podemos percibir diferencias de unas con otras, así en los cuadros Sin Título 2012 y 2013, la pincelada es suave y calmada. Mientras que en El carro de Helios, el trazo es gestual y más activo acercándose al expresionismo abstracto de Mark Tobey (1890-1976) que construye la obra con el movimiento de la mente y las referencias estéticas del espectador.

 

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Además de las pinturas, en el centro de la sala, dentro de una vitrina, hay un círculo compuesto con piedras, recuerda el camino que ha ido formando y que a la vez sigue. Cada piedra tiene una forma y responde a una historia particular. Relacionando la naturaleza con el hombre.

 

La obra La salida de la vida es un homenaje al artista José de Ramón Carrera (1935-2013). En esta obra Mikel aúna  pintura e inspiración por medio del movimiento vertical de las figuras-personas, que se desvanecen en la luz protagonista del fondo. Reinterpreta las formas de Carrera mediante la discontinuidad de líneas ondulantes y huecos que recorren toda la obra. Al lado de esta obra nos encontramos la escultura de Carrera El río de la vida, que policromó en 1976 Mikel Díez Alaba.

 

A modo de friso nos encontramos «mínimos», una pieza mural de 144 pinturas de reducidas dimensiones. Notas de una misma composición de trazos orientales y sugerentes que siguen la sucesión de números de Leonardo de Pisa (c. 1170-1250), conocido como Fibanocci, matemático italiano que puso las bases de nuestro actual sistema de numeración posicional y logró importantes hallazgos en biología.

 

Transitando un tiempo continúa en el pasillo que une el edificio moderno con el antiguo. En ese espacio, sobre el muro de ladrillo, se han dispuesto ocho dibones de miniaturas, en esta ocasión llevadas a su máxima ocasión.

 

En las salas de arte contemporáneo a través de una composición rítmica, gestual y colorista dialoga a modo de homenaje, con obras de  Rafael Balerdi (1934-1992) y José Luis Zumeta (1939). Artistas por las que Mikel Díez Alaba siente una gran admiración.

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El recorrido finaliza en el exterior del museo, donde puede verse un prisma triangular que despide y a la vez da la bienvenida. Es la pasión de hacer manchas lo que se ve, la representación de nada concreto y a la vez de todo, una perpetua transformación.

 

Mikel Díez Alaba también expondrá en la Galería Juan Manuel Lumbreras de Bilbao, del 12 de febrero al 14 de marzo. Con el título Entre la luz y el viento, se mostrarán obras de paisajes oníricos.

 

Para la redacción de este artículo se ha consultado el catálogo de Mikel Díez Alaba. Transitando un tiempo editado por el Museo de Bellas Artes de Bilbao

One thought on “Mikel Díez Alaba. Transitando un tiempo

  • el 13 febrero, 2014 a las 1:30 pm
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    Mikel Díez Alaba en la exposición Transitando un tiempo.
    Las 34 obras de Mikel Díez Alaba que presenta en la exposición de Transitando un tiempo, las podemos ver hasta abril en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, en un conjunto de cuadros y piezas artísticas donde pueden disfrutarse, en un prisma triangular, el reflejo de su pasión por la mancha.

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