«Agujeros de gusano» de Izal

 

Izal_Agujeros_de_Gusano

 

Por Carmen Moreno.

Se sitúan entre la psicodelia, el pop británico, el rock y aquel David Bowie del Glam. Se abstraen de hacer letras ñoñas, absurdas, tontamente románticas y utilizan la rabia para llenar de significado cada sonido, cada silencio.

            Se sitúan en esa franja que inauguraron Vetusta Morla o Lori Meyers y, mucho antes, Enrique Bunbury. Se sitúan para no bajarse fácilmente. No imagino a Izal rindiéndose, no les imagino bajándose del escenario dando por perdido absolutamente nada.

            Cuando alguien deslumbra tanto como lo hicieron ellos con su primer disco, Magia y efectos especiales, el segundo trabajo tiene la difícil tarea de mantener el listón bien arriba, donde todos podamos seguir viéndolo. Y así llegó Agujeros de gusanos, con muchas ganas y con tanta fuerza que apenas ha dejado espacio para el recuerdo.

            Izal no sólo es un proyecto de autogestión económica, es un proyecto de autogestión del talento. No despilfarran ninguno de los dos, pero tampoco regatean a la hora de invertir en ambos. Son sobrios en su imagen, son estridentes en las voces que se alzan por encima de un panorama bastante plano y que apuesta por la fórmula televisiva para llevar a la música en el lugar en el que estaba antes de que tantos quisieran exprimir a la vaca.

            Agujeros de gusanos comienza con una retrospectiva al Hollywood de los años dorados, como anuncio de lo que se nos viene encima: un puñado de espléndidas canciones que tienen como punto culmen “Pánico práctico”, “Agujeros de gusano” y “Palos de ciego”, situadas, no por casualidad, en el centro del trabajo de Izal. Tres canciones muy distintas entre sí, pero de una calidad musical fuera de toda duda.

            Un disco que hace toda su andadura creciendo, como en todas y cada una de las canciones. Un disco lleno de roturas de la melodía, de letras complejas, absolutamente metafóricas y demoledoramente directas.

            Con Agujeros de gusano, Izal pasa de ser una gran ilusión para convertirse, definitivamente, en un gran truco de magia, con una obra contundente y con una calidad tremenda.

            Se sitúan en la línea recta que marcan ellos, y no se han dejado tentar por cantos de sirena que les alejaran de la orilla, donde la tierra es firme, y los sueños son tangibles y posibles.

 

Escucha Agujeros de gusano de Izal en Spotify

 

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