Entrevista a Kike Parra por «Me pillas en mal momento»

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Kike Parra: “Me gusta mucho observar, allá donde vaya o esté. Es el fogonazo lo que se me queda, lo que la realidad ha puesto delante de mí durante unos pocos segundos.”

 

 

 

Por: Sonia Aldama

Me encuentro con Kike Parra (Alzira, 1971) en el madrileño bar, Casa Julio, según cuenta el escritor, en voz baja y con ese tono enigmático que encontraremos en sus relatos, vamos a probar las mejores croquetas de Madrid; además descubro por qué me ha citado en el bar de Malasaña: acabamos sentados en la misma mesa en la que el irlandés Bono y su grupo U2 comieron las croquetas en el año 2000. Cómo consiguió Kike Parra reservar esta mesa es una historia que no contaré por si termina convirtiéndose en uno de sus relatos.

El autor valenciano lleva un 2015 imparable con dos publicaciones: el libro de Microrrelatos Siempre pasan cosas (Ediciones Enkuadres) y la colección de cuentos Me pillas en mal momento (Red Libre Ediciones).

El escritor Gonzalo Calzedo escribe el prólogo de Me pillas en mal momento, lo hace con la prosa deliciosa a la que nos tiene acostumbrados y define así  algunos de los cuentos de Kike Parra:

«Verano del 91» es una lección narrativa. Un cuento exigente, físico, con la naturaleza y sus desafíos pautando el devenir de sus tres héroes. La cobardía última del narrador, de nuevo un sinsabor plasmado en desagravio, parece el embrión de futuras amarguras, como la del manipulador individuo de «El cazador», desalmado con el zorro del que se ha servido para escudriñar el amor. «El olor de las mujeres que han sido madres», «Tan lejos del puerto» o «Déjalo como estaba, por favor» redundan en las mismas dudas, en familias o matrimonios inacabados, con los defectos por desbastar erizando de astillas su inquietante superficie. No hay tersura sino desengaño, frustración. 

Mientras probamos el vino tinto y las croquetas, charlamos sobre lo pequeño que resulta el mundo literario, ya que los dos hemos sido alumnos de Isabel Cañelles: con ella comienza una nueva etapa en RELEE, un proyecto en el que Kike Parra pasará al otro lado de la trinchera y será profesor de Escritura Creativa:

SONIA ALDAMA: Háblame de los títulos de tus libros, tuve la sensación al leerlos, de que iba a encontrarme con unos relatos amables, divertidos, pero en tus relatos prevalece el desasosiego. Cuéntame cómo es el proceso creativo, cómo se gestan estas historias.

KIKE PARRA: Quizá lo de los títulos tenga que ver con el tono irónico y con algo de humor que durante mucho tiempo he utilizado al narrar. Paradójicamente, el libro de cuentos lo escribí en la etapa que menos he utilizado el humor y la ironía. El proceso creativo no tiene mucho misterio. Tengo una idea en la cabeza, algo que me ha aparecido de repente, que no puedo dejar de pensar en ello durante días. Es cuando me pongo a escribir, sin saber el final. El noventa y nueve por ciento de las veces no sé cómo va a terminar el relato que he comenzado. Suelo hacer un primer borrador enseguida, ya que mi escritura surge, el grueso, en esta primera fase, me atrevería a decir que del inconsciente. Es como más cómodo me encuentro.

S.A: ¿Cuál fue tu primer pensamiento al leer el magnífico prólogo de Gonzalo Calzedo?

K.P: Pensé que Calcedo se había leído el libro y había hecho un cuadro de composición exacto. Yo no podría decir de este libro mío lo que él ha dicho de la manera que lo ha dicho, y eso que soy el autor y, además, estoy de acuerdo con él en todo.

Autor: Kike Parra

S.A: Los cuentos que aparecen en Me pillas en mal momento, son historias sobre relaciones humanas, aparecen hijos, hermanos y sobre todo parejas que sufren conflictos sobre los que gira toda la trama, estas historias , perturbadoras en varios relatos, no parecen sacadas de la realidad, pero al mismo tiempo, al leerlas, pensamos que nos pueden suceder a nosotros. ¿Quieres alertar al lector sobre lo tremendo de la naturaleza humana?

K.P: (Sonríe) Podría decirse que un poco de eso hay. No tanto como que esa intención la tengo presente cuando escribo, como hablar de lo fácil que sería para cualquiera de nosotros hacer algo para lo que no creíamos estar preparados, pongo de manifiesto que los personajes son iguales que el lector que haya delante: seres capaces de ejercer una valentía que ni siquiera ellos sabían que podían tener.

S.A: Siempre pasan cosas es un libro de microrrelatos con historias encerradas en las pocas palabras que permite el género, ¿escribiste Me pillas en mal momento en otra época o conseguiste mezclar la brevedad con esas otras historias de largo aliento?

K.P: Los microrrelatos surgieron justo después de hacer un curso con Isabel González. Era una época en la que no tenía mucho tiempo para escribir, pero me seguían viniendo ideas a la cabeza. Me puse a trabajar los textos hasta que tuve 150 más o menos. Entonces los guardé en un cajón. Siempre me he considerado un escritor de distancias más largas que el microrrelato. No me gusta mezclar, o escribo una cosa o me pongo a otra.

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S.A: Me pillas en mal momento será el primer libro que publique la editorial Red Libre Ediciones, además eres uno de los profesores que formará parte del proyecto RELEE. ¿Cuáles son tus sensaciones en esta nueva aventura que emprendes?

K.P: Como llevo varios años siendo alumno de un taller de escritura, me es fácil ponerme en el lugar de quien acompaña al alumno. Estoy ilusionado, con muchas ganas de conocer gente a la que le guste escribir y poder ayudarle en algo. En el proyecto RELEE tiene cabida esto. Eso es algo que siendo alumno de Isa Cañelles he ido trabajando con mis compañeros de curso. Nos comentábamos unos a otros, por lo que el crecimiento se multiplicaba. No solo escribías y recibías los comentarios de la profesora, sino que, además, había una colaboración recíproca con el resto de compañeros.

S.A: En Siempre pasan cosas la ciudad se convierte en otro personaje. ¿Por qué la importancia de lo urbano?

K.P: No me acuerdo si he contado esto alguna vez. Pero ese libro lo comencé a escribir pensando en que algún día se lo llevaría a José Luis Pereira, propietario de la editorial y librería Tres rosas amarillas, para ver si lo publicaba. Fue tras una comida que tuvimos en Madrid en la que estábamos los dos junto a otro editor y un escritor al que le había publicado una colección de microrrelatos sobre el Camino de Santiago. Después de la comida, me fui solo a un bar, a tomarme una copa, y fui testigo de una escena que me dio la idea para la primera de las historias. Un hombre bajó de un taxi, se acercó a un portal y echó un vistazo a los timbres. Antes de llamar miró repetidamente a un lado y otro de la calle, como si no quisiera que lo pillasen en aquel momento. Fue, como digo, en un bar, en Malasaña, en Madrid. Escribí cinco micros en un rato. La ciudad estaba presente desde el principio.

S.A: El paisaje de Me pillas en un mal momento es más rural a ratos, aparece el mar en alguno de los relatos, pueblos casi desiertos, mudanzas, relatos de iniciación con personajes adolescentes. ¿Cómo trabajaste la estructura del libro?

K.P: La verdad es que no le dediqué mucho tiempo, me sorprendió que la cosa saliera prácticamente sola. Todos esos relatos los escribí para un proyecto que trabajé junto a Isa Cañelles, y no fue hasta que un día, dos años después, pensé en enviar el manuscrito a alguna editorial, que me puse a ordenarlos. Me iba acordando de los títulos y de las historias que encerraban y los apuntaba en una hoja por orden, intentando que los relatos dieran equilibrio y consistencia al libro, como cuando se monta un álbum de música.

S.A: La voz de tus personajes es otra de las sorpresas de esta colección de cuentos. Son voces que parecen sacadas de lo cotidiano, voces que no parecen darle demasiada importancia a lo que sucede, pero que están marcadas por un ambiente claustrofóbico que llena de tensión dramática algunas historias. ¿Eres consciente de que a veces logras que casi se corte la respiración del lector?

K.P: Isa Cañelles dice que mis personajes son, a veces, verdaderos psicópatas. No lo supe hasta que me lo dijo. Puede que tenga razón, pensé en aquel momento. (Sonríe) La tenía. En cuanto a lo de cortar la respiración… No soy consciente, no lo he pensado ni una sola vez. Me alegra conseguirlo, pues uno de mis objetivos cuando escribo es dotar al relato de una tensión, mayor o menor, pero que cuando se dé que ya no te deje.

S.A: ¿Conoces los finales cuando comienzas a escribir?

K.P: No suelo conocerlos. Me gusta mucho observar, allá donde vaya o esté. Es el fogonazo lo que se me queda, lo que la realidad ha puesto delante de mí durante unos pocos segundos. El final es cosa mía y de la intimidad con la hoja en blanco. Eso sí, el tipo de personaje es determinante para dar con el final.

S.A: ¿Cuál es el relato del que te sientes más orgulloso de Me pillas en mal momento?

K.P: Ahora mismo no sería capaz de elegir uno, porque hay varios a los que les tengo especial cariño. Pero me acuerdo que durante el curso con Isa el cuento “A mil kilómetros”. Fue un cuento del que me sentí orgulloso en cuanto vi que tenía el tono y la voz que quería para el resto de relatos que podrían formar parte del libro.

S.A: No quiero aterrorizar a los futuros lectores, ¿pero por qué los animales muertos?

K.P: Muchas personas maltratan animales. Más, todavía, se aprovechan de los débiles. Un número importante utiliza la violencia con sus semejantes. Que aparezcan animales muertos en mis relatos es un reflejo de todo esto.

S.A: Para terminar y que puedas comerte alguna croqueta, adelántanos algo de la novela que estás escribiendo.

K.P: ¿Cómo sabes que estoy escribiendo una novela? (Risas).

S.A: Ha sido pura intuición, ya solo te falta la poesía.

K.P: No es del todo cierto, pero casi. Hace año y medio terminé el borrador de la primera parte de una novela. Tengo la estructura y la sinopsis de los capítulos de la segunda parte, y quiero acabarla. Me imagino que eso es algo que haré en los próximos meses, ahora cuando pase toda esta vorágine de presentación de libro, promoción y demás. Considero que estoy más cercano al cuento que a la narrativa más larga, pero la historia de la novela me sigue interesando. Y cuando un personaje me pide a gritos que hable de él, la verdad, soy incapaz de abandonarlo a su suerte.

Kike Parra presenta hoy en Madrid su libro Me pillas en mal momento,  prologado por el escritor Gonzalo CalcedoEn el acto (que dirigirá Lara López, de RNE) intervendrán Eloy Tizón, Isabel Cañelles y Mariano Baratech.

Librería Cervantes y Compañía C/Pez, 27.  Madrid.  8 de octubre de 2015  a las 19.30 horas.

 

 

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