Hablamos con Borja Flames a propósito de «Nacer blanco»
Por: Elisabeth Alabarce (@EliAlabarce)
Borja Flames, compositor, músico y cantante que, cansado de producciones mercantilistas, se lanza a crear Nacer blanco. El disco ha visto la luz este mes y se caracteriza por ser moderno y ancestral, acogedor y caótico, majara y amigo, púdico, ágil y bello.
Flames nació en España y vive en París, tras formar parte del grupo de garajeros Tedium, del dúo Belmonde, o del dúo de canción francesa Jane et Jim; decide poner sobre la mesa sus propias inquietudes y acoge el reto de lanzar en solitario su primer trabajo. «He buscado hacer un disco de canciones pero con elementos nuevos o poco habituales«, y es que él mismo es el encargado de componer letra y música.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con Flames para que nos cuente cómo ha sido el proceso de creación de Nacer blanco, qué caracteriza al disco, cuáles han sido sus influencias y cómo ha sido la acogida entre sus fans.
Eres un español afincado en París, ¿qué te ha aportado esta ciudad francesa a la hora de hacer tu música?
Esta ciudad es de por sí inspiradora, por su historia, por la mezcla de orígenes tan diversos que conviven aquí, y por su poso cultural y su actitud vanguardista. Pero lo que más me ha aportado es la gente, los artistas, que frecuento aquí, muy trabajadores, muy inquietos y siempre con la voluntad de hacer avanzar las cosas, de renovar los lenguajes artísticos. Todo esto han sido estímulos muy grandes para mí, que me han hecho, inconscientemente, exigirme más, replantearme cien veces las cosas, y buscar sorprender a un público a menudo muy informado, y exigente. Por otro lado, es evidente que no se escuchan las mismas músicas aquí y en España, que yo mismo no escucho la misma música que mis compatriotas que trabajan en la península por el mero hecho de vivir en otro contexto cultural y social, por lo que el haber hecho un disco de canción española en un ámbito distinto me parece de por sí muy interesante.
Tu primer disco, Nacer blanco, aglutina el arte de la percusión, de la guitarra, de la poesía y del sonido dulce e inspirador, ¿cómo ha sido el proceso de creación de este álbum?
He buscado hacer un disco de canciones pero con elementos nuevos o poco habituales, como las voces en canon, los compases compuestos, pero con la intención de que sonara claro y directo. Primero escribí los textos, y después fui investigando formas y sonoridades, y poco a poco grabando instrumentos y bases rítmicas que me resultaran inspiradores. Luego improvisaba con la voz hasta tener la melodía que más me satisfacía, que retrabajaba hasta que todo matiz me pareciera estar en su sitio. A partir de ahí, iba generando partes nuevas para cada canción sin una voluntad de continuidad lógica, pero más bien permitiéndome toda idea que me viniera a la cabeza y que me pareciera natural, sorprendente, que casara a la perfección con lo que debía cantar, lo que provoca ese efecto de collage que a veces encontramos en el disco. A medida que iba avanzando, me daba cuenta de que todo esto no era sólo una investigación que volvería a grabar más tarde, sino un disco que iba cobrando forma y entidad propia, que este gesto de búsqueda era ya el disco en sí mismo.
Es una pregunta poco original y bastante típica de hacer a un compositor, pero ¿cuáles han sido tus inspiraciones a la hora de escribir y de crear?
Los compositores que me han influenciado son Moondog, Terry Riley, Ghédalia Tazartés y los artistas del colectivo al que pertenezco, Le Saule (Jean-Daniel Botta, Philippe Crab, Antoine Loyer, Léonore Boulanger, Aurélien Merle, Marion Cousin, Petit Delor). Todos ellos bellos pioneros y audaces aventureros.
Define en pocas palabra Nacer blanco.
Es un disco de canciones, de corte experimental, moderno y ancestral al mismo tiempo, minimalista pero con muchos detalles. Donde encontramos influencias de la música repetitiva, la música pop y progresiva de los 70, la música ritual casi chamánica, y la canción española medieval y melismática, por así decirlo. Todo ello al servicio de la canción, al servicio de una nueva canción popular.
El disco salió a la luz el 5 de febrero, ¿cómo está siendo la acogida entre tus fans?
En Francia la acogida está siendo muy buena, muy entusiasmada, tanto en círculos experimentales como en ambientes más pop. De hecho, el concierto de presentación en París fue increíble, se llenó, y hubo una gran excitación y alegría en el público, a un nivel que realmente no esperaba. En España, los feedbacks que estoy teniendo son muy buenos, pero, al no vivir allí, está yendo más poco a poco. Creo que los conciertos que estamos preparando ayudarán a comprender la propuesta.
Concibes el arte como algo siempre amenazado pero siempre victorioso, ¿Por qué crees que el disco va a impresionar al público de forma favorable?
Porque el público está ávido de formas nuevas, de músicas que le sorprendan, y está a menudo harto de que todos los grupos se parezcan los unos a los otros, de que se perciba demasiado una producción mercantilista. Yo he tratado de renovar el lenguaje de la canción pero buscando no ser hermético ni demasiado abstracto. Pienso, y es lo que está ocurriendo en Francia, que tanto puede atraer al que escucha música experimental como al que escucha música pop o canciones de autor.
Eres el responsable de la letra y tocas todos los instrumentos que componen la base musical de las canciones de Nacer blanco. Esto ya es un gran reto, ¿cuál será el próximo?, ¿te atreves con una gira?
Ya hemos hecho conciertos en Bélgica y en Francia, con el grupo que he montado para interpretar estas canciones en directo. Somos un cuarteto: un batería, dos teclistas y yo toco la guitarra y otros instrumentos bizarros. Estoy muy contento de la energía, mucho más elevada que en el disco, que están adquiriendo los conciertos, y que provocan una especie de encantamiento, de hipnosis, incluso, según lo que me dicen, de adicción y de trance. Mis próximos retos son una gira en España, y avanzar con el segundo disco, para el cual tengo ya bastante materia (textos e ideas de arreglos).
Muchas gracias.
Muchas a ti.