La historia de una fascinación
Por Àngels S. Amorós
Muchas veces se ha relacionado el arte con el malditismo respecto a las relaciones que los escritores, pintores, músicos, etc. mantienen con los demás o con la suerte que tienen con sus proyectos. No es lo mismo lo que sucede con Charlotte Salomon. Esta pintora judía nacida en el Berlín antes de los años 20 se enfrentó al oscuro destino de su familia y también sufrió una de las peores etapas de la historia del siglo XX.
El escritor David Foenkinos nos acerca la historia de esta mujer con su personalísimo estilo profundamente intimista y delicado. El autor de La delicadeza, Los recuerdos y La biblioteca de los libros rechazados descubrió la obra de esta genial pintora en una exposición en París y desde entonces decidió seguir sus pasos para elaborar su peculiar biografía.
Su fascinación fue tan fuerte que es este mismo autor francés, y no un narrador omnisciente convencional, el encargado de poner voz a los pensamientos y frustraciones de una artista que fue bastante parca en palabras desde su infancia. Tras declararse un gran entusiasta de la lengua y culturas alemanas, Foenkinos visita todos los lugares que frecuentó Charlotte en su Berlín natal y se entrevista con descendientes de las personas que la conocieron… y también que la denunciaron. Desde la escuela donde asistió de niña hasta los pequeños homenajes en forma de placas doradas conmemorativas, o Stolpersteine, que se encuentran en las calles donde habitaron los judíos ilustres deportados de Berlín. Charlotte también tiene una placa en el suelo de la calle de la Wielandstrasse donde nació y junto a su nombre encontramos el de su padre, que fue médico, y el de su segunda mujer. Eso sí, en la placa de la pared del portal de la casa familiar solamente aparece su nombre.
Una historia fascinante entre la narrativa y la poesía plagada de melancolía y fuerza donde el instinto de supervivencia y el deseo de preservar su arte chocan contra la masacre del nazismo. Una excusa para elaborar un sincero homenaje a esta heroína y a su particular historia de superación y dignidad que llegó a afirmar:
Si no puedo encontrar ninguna alegría en mi vida, o en mi trabajo, moriré.
A Charlotte ante todo se la debe considerar una superviviente que logró superar el suicidio de su madre, el de su hermana, su abuela y otros muchos miembros de su familia materna. Además de ser ignorada por su padre, a las trabas que encontró para ingresar en Universidad de Bellas Artes de Berlín y
y a la competencia con una madrastra cantante de ópera a la que en realidad amó y admiró a partes iguales, aunque casi siempre le demostró todo lo contrario.
La editorial Alfaguara publicó en español la historia de Charlotte en el año 2015 que fue premiada con los premios Reanudot y Goncourt de los estudiantes y a través de sus 216 páginas nos transmite la esperanza y la fuerza del arte en las tragedias que asolan a los individuos.
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