Cirobayesca boliviana

MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ

CIROBAYESCA BOLIVIANA

Renacimiento

Ciro Bayo y Segurola (1859-1939), viajero inquieto por Bolivia –entre 1893 y 1898–, el país más desconocido de Hispanoamérica y en una época en la que pocos viajeros lo hacían que no fueran emigrantes o aventureros en busca de mejor fortuna. Cinco años de vagabundeos y estancias –entre Sucre-Chuquisaca, Santa Cruz y la Amazonía de la región cauchera y salvaje del río Madre de Dios y de la población de Riberalta recién fundada–, que dejaron un buen montón de páginas que en ocasiones se han hecho guía de una época, más incluso que de un país, y que retratan al viajero como maestro de escuela, editor y articulista en prensa, erudito, naturalista, poeta, taquígrafo del Congreso boliviano durante unos meses, husmeador de rincones insólitos, aventurero de mula y Winchester en el altiplano y las selvas de las entradas caucheras. El peregrino entretenido (1910) y El peregrino en Indias (1911), ambos reeditados por Renacimiento, dan buena muestra de ello.

Miguel Sánchez-Ostiz (Pamplona, 1950), poeta, narrador, ensayista y articulista de prensa desde 1977, es autor de una copiosa bibliografía. Entre sus novelas cabe destacar Los papeles del ilusionista (1982), El pasaje de la luna (1984), Tánger Bar (1984), La gran ilusión (1989, Premio Euskadi de Literatura y Premio Herralde de novela), Las pirañas (1992), No existe tal lugar (1997, Premio Nacional de la Crítica), La flecha del miedo (2000), La nave de Baco (2004), El piloto de la muerte (2005), La calavera de Robinson (2006), El Escarmiento (2013), El Botín (2015), Perorata del insensato (2015) y Diablada (2018). Entre sus libros misceláneos hay que destacar las crónicas de viajes La isla de Juan Fernández (2005), Cuaderno boliviano (2008), Chuquiago, deriva de La Paz (2017), Cirobayesca boliviana (2018) y Peatón de Madrid, así como una serie de diarios y dietarios, que se comenzaron a publicar en el año 1986, como La negra provincia de Flaubert (1986), La casa del rojo, Liquidación por derribo o Rumbo a no sé dónde (2018). En el año 2001, publicó toda su obra poética hasta esa fecha, con el título La marca del cuadrante. Solo en 2017 apareció Fingimientos y desarraigos, seguido de El piano de Hölderlin. Por lo que respecta a sus estudios y trabajos barojianos cabe citar: Derrotero de Pío Baroja (2000), Opiniones y paradojas (2000) y Pío Baroja, a escena (2006), Tiempos de tormenta (2007) y la edición y estudio de la novela inédita Miserias de la guerra (2006). Mantiene el blog Vivir de buena gana https://vivirdebuenagana.wordpress.com

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