Bunbury en la cima: celebrando 30 años de excelencia. Parte 3

Por: Maximiliano Curcio 
Tercera parte: ‘Los Santos Inocentes’ (2006-2017)
ESTOS SON MIS DOMINIOS
Junto a Ramon Gacías, Jorge “Rebe” Rebenaque, Robert Castellanos , Alvaro Suite, Jordi Mena, Quino Bejar y Santiago Del Campo, Enrique Bunbury  conforma en el año 2006 la banda “Los Silencios Inocentes”, para comenzar a dar forma a su nueva etapa solista. Durante la siguiente década, el músico aragonés elevaría su canon musical a un escalón de todavía mayor excelencia y trascendencia mundial, irradiando su carisma en los escenarios de todo el mundo.
Un puñado de discos-sin contar la filmación de documentales sobre su obra e  infinidad de lados b y colaboraciones con artistas de relevancia mundial- atestiguan el paso firme de un Bunbury consumado que se da el gusto de colaborar junto a Andrés Calamaro en el disco “Hijos del Pueblo”, que plasma una gira en conjunto y de desenterrar sus gloriosos archivos musicales en la múltiple edición de lujo que viera la luz el pasado año.
Diseccionando su obra más reciente nos encontramos con cuatro discos esenciales, prueba del perfeccionismo casi obsesivo de Bunbury para registrar música a nivel hi-fi:“Hellville Deluxe”, “Las Consecuencias”, “Palosanto” y “Expectativas”. Siempre lejos de su área de confort, la permanente búsqueda de la perfección colocan en el centro de la órbita del rock mundial a un músico de talento inigualable y en pleno dominio de su arte, al tiempo que nos deleita con su asombroso histrionismo en escena, digno heredero del magnetismo de David Bowie.
HELLVILLE DELUXE (2008) Cuatro años de paréntesis desde “El Viaje a Ninguna Parte”’ fue la necesaria pausa para barajar y dar de nuevo. El presente disco estrena su flamante banda y a Bunbury se lo ve revitalizado, vigoroso. Habiendo hecho las paces con sus musas creativas, el regreso representa la permanencia de sus convicciones musicales, esas por las que siempre luchó y jamás traicionó. Amparado en unas guitarras demoledoras “El hombre delgado que no flaqueará jamás” es un manifiesto de reafirmación personal en clave de blues. De excelente factura y columna vertebral de un álbum uniforme se destaca la pegadiza súplica “Bujías para el dolor”, acompañada de un tándem imbatible: “Hay muy poca gente”, “Porque las cosas cambian” y “El porqué de tus silencios”,  tracks que exudan el encanto de un artista en sostenida curva ascendente.
LAS CONSECUENCIAS (2010) Intimista y oscura, esta obra se presume apta solo para fans con fino paladar. Con gran acento acústico de guitarras, Bunbury rezuma más melancólico, sombrío y reflexivo que nunca. La belleza lírica del tema que da título al disco da paso a su resonancia en otras tantas reflejo de la búsqueda interior del artista y sus nuevas profundidades creativas de altísimo vuelo poético: “Ella me dijo que no”, “El boxeador” y “21 de octubre” engrosan el catálogo de obras maestras del músico. Comentario aparte para dos perlas: “Es hora de hablar” es el punto culmine del don de gran letrista de Bunbury, en donde su desgarrador canto se funde en una melodía apoteósica. En “Los Habitantes” el punteo inicial de guitarras es todo un éxtasis, inmejorable prólogo a un cantante que se anima a hablar en tono autobiográfico desgranando una letra lúcida plagada de doble sentido e incorrecciones políticas.
LICENCIADO CANTINAS (2011) La simpatía Enrique Bunbury por el la música latina (cultivada por sus influencias y probablemente en sus numerosas visitas) ve finalmente su justo homenaje gracias al disco de versiones que concibe. Revisitando la obra de autores claves de esta geografía como Agustín Lara, Louie Ortega, Casas Padilla o Atahualpa Yupanqui, el cantante se anima a un enésimo desafío artístico del que sale más que bien parado. Apropiándose de un cúmulo de clásicos del cancionero latino, el artista explora su faceta de versionista, a las que imprime su singular sello. La mejor virtud de un cover es aportar ese plus que mejora la original y la disimula hasta hacerla parecer propia. ¡Bravo Bunbury!
‘DESPIERTA’ (2013) En tiempos de automatismo y masificación, consciente del paso del tiempo y de los males que alertan al mundo, Bunbury es esa antena receptiva que alienta a la rebelión bajo un lema que suena como un mantra: “Despierta, todo ha cambiado”.La épica rockera para la post devastación es la metamorfosis perfecta para exorcizar la crisis de la mediana edad: un rock star que se planta en la madurez de su carrera, de cara al paraíso musical y con el mundo a sus pies. Con “Salvavidas” nos convida de su canibalismo gourmet, con “Prisioneros” ostenta unas dotes de cantautor que nada envidia a Joaquín Sabina y con “Causalidades” entrega un decálogo de advertencias como máxima de vida. Como contraste, sus visiones apocalípticas encuentran su eco en una estética visual cinematográfica, presente en letras como “Los Inmortales”, “Destrucción masiva” o “Más Alto que Nosotros solo el cielo”. La gira presentando el presente álbum dejaría como registro un vivo imprescindible: “Madrid, Área 51”.
EXPECTATIVAS (2017) Luego del celebradísimo Unplugged para MTV (“El Libro de las Mutaciones”) Bunbury se juega su as bajo la manga. La opinión del público, de la crítica y de sus colegas es unánime: el pico creativo de Bunbury toca nuevas cotas antes jamás alcanzadas y el perfeccionismo de esta obra es categórico, atravesando con elegancia las texturas sonoras de un disco imprescindible, su amplísimo conocimiento musical viste las canciones como nadie. Con ambos pies afianzados en su presente, Bunbury mira hacia el futuro  y nos cuenta lo que pasa en el mundo. Haciendo gala de una prestancia sin igual, con una identidad estética apabullante el cantante parece, literalmente, de otro planeta. Comprometido con los designios del mundo actual, desafiando al poder de turno, escapando de los convencionalismos y disconforme sobre diversos peligros que se ciernen sobre la condición humana, toma partido político y se define como un anarquista pragmático. Su contundencia rockera se hace sentir y sobre el escenario Bunbury sigue dando cátedra: “Cuna de Caín”, “La actitud correcta”, “Parecemos tontos” y “La ceremonia de la confusión” ya son hits indiscutidos. Bonus track: En “Al Filo de un Cuchillo”, Bunbury entrega –probablemente y no es poco decir- la performance vocal de su carrera.

El repaso brindado mediante la retrospectiva deja como saldo una discografía sin fisuras, un lugar asegurado en el olimpo del rock mundial y una ciega certeza: con Enrique nuestra capacidad de sorpresa no termina de agotarse jamás. Como un hechizo, su escucha y apreciación sigue cautivándonos arriba y abajo del escenario. Uno intuye que el aragonés errante ya estará planificando su próximo viaje musical, rumbo a otra prolífica década que nos depare un secreto mejor guardado. ¿A estas alturas alguien podría apostar en su contra? No han visto nada todavía aún.
Fuente original: Metacultura (Argentina)

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