Cuatro libros para leer fotografía en agosto

Por Sofía Martín.

En las últimas décadas nuestro imaginario visual ha crecido exponencialmente, ha trascendido contextos y culturas, pero generalmente no nos detenemos a medir las implicaciones que subyacen en cada imagen que tomamos, compartimos o recibimos. Si eres feliz con una cámara pero estás saturado de manuales sobre el proyecto fotográfico y ya has visto más tutoriales de Photoshop de los que te gustaría reconocer, aquí tienes algunas propuestas para tus lecturas de verano.

Sobre la fotografía (Susan Sontag, 1977)

Este libro es un conjunto de seis ensayos, que se publicaron en The New York Review of Books, en los que la autora analiza la evolución de la fotografía como documento y como arte, la conjunción entre ambas y los dilemas que esta simbiosis plantea. Sontag incide en cómo afecta nuestra visión del mundo e influye en nuestros usos sociales. No encontrarás una sola fotografía en sus páginas, pero es una lectura dinámica que te hará pensar sobre hechos o imágenes que conoces y te descubrirá otros muchos que no. Como homenaje a Walter Benjamin y su Libro de los Pasajes, incluye también una ‘Breve antología de citas’ de autores relevantes. Susan Sontag (1933-2004) era doctora en Filosofía y dedicó su vida profesional a la docencia, la literatura y el cine. Nunca fue fotógrafa, por eso su perspectiva no está contaminada por el afán de autojustificación. Esto también implica que no siempre te va a gustar lo que leas, pero te obligará a reflexionar sobre tu posición, como espectador y como fotógrafo. Si te quedas con ganas de más, puedes seguir con Ante el dolor de los demás (2003), un ensayo centrado en los efectos de la representación gráfica de la guerra y la violencia.

Una cita: “La cámara ha tenido tanto éxito en su función de embellecer el mundo, que las fotografías, más que el mundo, se han convertido en la medida de lo bello.”

 Indiferencias fotográficas y ética de la imagen periodística (Joan Fontcuberta, 2011)

La imagen fotográfica no permanece ajena a esta compleja era en la que la democratización de la información ha abierto un carril rápido para la posverdad. Buena parte de la obra artística de Fontcuberta (1955) es una aproximación crítica a la presunción de veracidad de la imagen. En este libro, disecciona dos polémicas relacionadas con el uso de sendas fotografías periodísticas, una de Javier Bauluz y otra de Clemente Bernad. ¿Qué es razonable esperar de una fotografía informativa? ¿Cabe en un museo? Es un texto breve, en pequeño formato y con una tipografía de mayor tamaño que el habitual, perfecto para una mañana de playa, un trayecto de metro o una tarde de domingo.

Una cita: “A la fotografía le cabe actuar como un termómetro de nuestras vidas allí donde la construcción del espíritu se encuentre en juego. Allí donde se diriman libertades, información y sensibilidad.”

Estética Fotográfica (Joan Fontcuberta, 2013)

¿Otro libro del mismo autor? No exactamente. Aquí Fontcuberta no cumple el rol de escritor (aunque aporta un excelente prólogo), sino de seleccionador. Forma un equipo de grandes nombres de la historia de la fotografía y nos presenta, sin mediación, sus propias palabras a través de escritos, artículos o pequeños ensayos ordenados cronológicamente. William Fox Talbot, Paul Strand, Ossip Brik, Edward Weston, Eugene Smith, Berenice Abbott y Cartier-Bresson, entre otros, explican el sentido y la estética de la fotografía en su época. Es un libro que consumir poco a poco, en veintidós días de verano, uno por autor.

Una cita: “El conocimiento de la fotografía es tan importante como el del alfabeto. Los analfabetos del futuro serán aquellos que ignoren el uso de la cámara y de la pluma.” (Del pigmento a la luz. László Moholy Nagy, 1936).

Magnum Contact Sheets (2011)

La agencia Magnum, fundada en 1947 por Henri Cartier-Bresson, Robert Capa, George Rodger y David Seymour, abre parcialmente su archivo para mostrar las hojas de contacto de los trabajos más representativos de 69 miembros. En ellas podemos ver qué se seleccionó y qué se desechó. Cada muestra viene acompañada de una explicación narrada por el propio autor -cuando es posible- y material complementario. De todos los libros propuestos, éste es el mejor para disfrutar visualmente de la obra de grandes fotógrafos. Su gran formato y sus 525 páginas no aconsejan llevarlo a la piscina.

Una cita: “Lo que ocurría en Checoslovaquia afectaba a mi vida directamente: era mi país, mi problema. Eso marcó la diferencia entre otros fotógrafos que vinieron del extranjero y yo. Yo no era reportero.” (La invasión de Praga, agosto de 1968. Josef Koudelka).

 

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