Resistencia y sumisión, un canto a la libertad
Por Alberto Medina
“Esto es el final, para mí el comienzo de la vida”. Estas fueron las últimas palabras del teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer antes de ser asesinado por los nazis en un campo de concentración. Dentro de las acciones de Factoría Echegaray se encuentra el estreno de la la re-interpretación de Alejandro Partal a la colección de cartas que Bonhoeffer remitió al gran amor de su vida: Eberhard Bethge, y que este recogió en el libro Resistencia y sumisión.
Después de Grounded con Isabel Stoffel en el Festival de Teatro de Málaga de 2019 y varias participaciones en el festival de cine de Málaga (por ejemplo, con El Pintor de las Calaveras, en 2018), el polifacético director valenciano Sigfrid Monleón vuelve a Málaga, por encargo de Partal para dirigir este monólogo. Según su director, Resistencia y sumisión es un canto de amor contra la represión, un rayo de luz en la noche oscura, un hombre que se resiste a sucumbir frente a la barbarie que se ha adueñado del mundo.
El malagueño Alejandro Morales tiene la dura tarea de interpretar a Bonhoeffer, en esta excepcional oda sobre la fe. El actor malagueño, que ya enamoró a Monleón en la prueba de casting, se adueña del alma del teólogo alemán. Porque el tema de las persecuciones nazis está ampliamente tratado por el cine, el teatro y la música, pero Morales no hace que caigamos en la lágrima fácil. Es un texto lleno de terror y crispación, la iluminación y escenografía de Pilar Velasco ayuda a eso, nadie lo duda. Pero Morales hace suyo el personaje, con una dimensión del realismo más que notable, casi de Segismundo calderoniano. El protagonista se nutre de imágenes familiares y sexuales, la esperanza a un mundo mejor, y llama al público al famoso Carpe diem y la importancia de vivir el goce del presente.
El texto dura algo más de una hora, pero la chispa está ahí. Morales regala al público su voz, como también no disminuye la potencia del trabajo de su cuerpo en todo el montaje (y recordamos que está más de una hora completamente solo en escena). Demuestra que sabe moverse, y como mirar al público con la dignidad de aquel que no tiene cuentas pendiente. Simplemente, excepcional.
Disfrutemos de esta obra, porque como dice su director, «Resistencia y sumisión es un canto de amor contra la represión, un rayo de luz en la noche oscura, un hombre que se resiste a sucumbir frente a la barbarie que se ha adueñado del mundo”.
Texto Alejandro Simón Partal
Dirección Sigfrid Monleón
Interpretación Alejandro Morales [Dietrich Bonhoeffer]
Iluminación y escenografía Pilar Velasco
Vestuario Bárbara Balloqui
Coreografía Carmen Romero
Edición de sonido Jorge Sarrión
Producción ejecutiva Stroke114
Equipo técnico Factoría Echegaray
TEATRO CERVANTES/ECHEGARAY, MÁLAGA. OCTUBRE 2019