Entrevista a Vicente Barberá por «Oscura y clara luz»

Por Isabel Alamar.

Vicente Barberá Albalat nace en Castellón. Es Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona y ha sido, entre otras cosas, maestro, director escolar, profesor de Educación Secundaria, Inspector de Educación… También ha organizado numerosos congresos y encuentros sobre Educación.

Respecto a la poesía, es autor de varios poemarios hasta la fecha y responsable del ciclo de “Poetas en el Ateneo” en Valencia, en el cual han intervenido más de 30 poetas consagrados.

Con un excelente y esclarecedor prólogo de Jaime Siles y editado por Olé Libros nos llega el último poemario de Vicente Barberá, Oscura y clara luz, que completa y cierra la trilogía que este autor ha escrito sobre el amor, en todas sus vertientes y manifestaciones. Versos de calado hondo y profundo para lectores exigentes que nos muestran toda una filosofía de vida.

 

¿Por qué decidiste titular a tu libro de poemas Oscura y clara luz?

Porque el amor es oscuro y claro alternativamente, y siempre es luz. Habría que matizar mucho cuando se habla del amor en sus numerosas acepciones. Y en esta trilogía se encuentran poemas de diferentes clases de amor.

¿En qué se diferencia este libro de los otros dos que componen la trilogía?

En varias cosas, pero sobre todo en la experiencia que he adquirido al profundizar paulatinamente en las cuestiones amorosas. En los dos primeros he ordenado los poemas alfabéticamente como suelo hacer, tratando indistintamente cuestiones relativas al amor al tango, platónico, perdido y añorado, juvenil, frustrado, intrascendente, canalla, filial, desconocido, etc. Obviamente también el amor de pareja, el desengaño, el enamoramiento, la nostalgia… Sabemos que el amor impregna nuestra vida y que sin él difícilmente se puede concebir. El tercer poemario está estructurado en tres partes en las que respectivamente el poeta es: sujeto, observador y descriptor de situaciones varias, tales como personajes, lugares, creencias, películas, etc.

¿Cuándo supiste que ibas a crear una trilogía?

No lo supe al principio. Lo concebí mientras estaba terminando el segundo libro. La verdad es que, incluso ahora que estoy preparando un nuevo poemario, debo confesar que soy incapaz de apartarme del tema. ¿Qué tendrá el amor? A veces pienso que es una nube que me envuelve, como una patina que impregna el color de mi vida, hasta el extremo de creer que es primero el amor al objeto amado; que engulle a todo lo que aparece en mí, como si yo fuera un pordiosero. Es como una imperiosa necesidad de compartir: algo misterioso que alimenta la vida.

¿Por qué es tan importante la poesía para Vicente Barberá Albalat? ¿Qué es lo que principalmente te aporta?

La poesía es mi proyecto de vida cada vez más necesario desde que me jubilé. Me lo aporta casi todo. Me ha permitido prolongar mi ilusión por vivir y conocer a muchas personas, algunas de una gran generosidad que no las encontré antes.

En el Ateneo Mercantil de Valencia has realizado numerosas entrevistas a poetas, ¿cómo empezó y por qué gusta tanto ese ciclo de «Poetas en el Ateneo»?

Empezó sin darme cuenta. Tal vez porque siempre me han aburrido los recitales. Que guste a la gente lo supongo, pero no me preguntes por qué. No lo sé. Cuando uno se jubila necesita llenar su vida de actividades y el Ateneo me abrió las puertas. Allí creé El Club Poetas del Ateneo, El Aula 1 (en colaboración con mis amigos de «EL Limonero de Homero») y el «Ciclo de Poetas en el Ateneo», el proyecto más ambicioso, que inicié en 2015 y en el que, hasta la fecha, han intervenido 30 poetas de gran prestigio y más de 50 amigos entre cronistas y colaboradores. Sin ellos el proyecto no hubiera sido posible y aprovecho esta ocasión para destacarlo.

Cómo se presenta el año, y qué harás o no harás pese al coronavirus o si el coronavirus te lo permite.

Seguir con el ciclo, colaborar con «El limonero de Homero» en la publicación de nuestro quinto poemario y participar en una écfrasis literaria de una selección de fotografías de José Luis Vila. Actualmente estoy esperando la publicación de una selección de mis mejores poemas de amor que ha realizado Magda Villarroya y que aprovecho estas líneas para agradecérselo. Y ¿cómo no?, seguiré esperando que alguien me lleve “bailando hasta el final del amor” como canta Leonard Cohen.

Háblanos de tus proyectos literarios más actuales.     

Publicar un nuevo poemario para el próximo año, seguir divulgando la poesía ayudando a los demás siempre que pueda y aprender de los buenos poetas con quienes tengo la suerte de relacionarme.

Transcribe, por favor, un poema de cada libro de tu trilogía.

Me pides que transcriba un poema de cada poemario y da la casualidad de que los que más me gustan son largos y no me atrevo a enviártelos. Seleccionaré, no obstante, otros, y espero que gusten a los lectores. Ya sabes que los poemas si no se conocen no existen, pero, tal vez, sea peor que sean conocidos y que no gusten. Por eso me pides algo muy difícil. Lo mejor sería que los lectores los eligieran pero…

 

 

PUEBLO SECO

                        Hoy es un día oculto de tu vida.

César Simón

 

Pueblo seco. Tu noche oscura y rota.
Tu amanecer de blanco enjalbegado,
de jazmines, sin mácula de sombra.

Tus cornisas, aquí y allá, se escapan
sobre el aire tan limpio. De lejos, tus tejados,
y, al viento, las cortinas prístinas del baladre
que en la rambla creció con amaneceres tibios.

 

Y es ligero el cercano perfume
de la brisa del monte,
de las flores del olmo cuando vuelan

libres sobre el tomillo de cárdenos colores.

Y la liviandad de la amapola
en su libre ascender sobre la espiga,
en su aspirar a ser soplo de viento.

 

Y ahora, zarzamora, hierba buena,
poleo, hiedra, aliaga, té de monte
amalgama de formas que resurgen
en tantas olorosas primaveras.

Más allá, los olivos
y los pinos con cantos de chicharra
en el calor del día.

Y ese arrebol de la vida en las mejillas

de los niños que corren entre piedras
y recogen el sol en sus miradas.
Luego, en agosto, por la tarde
a la fresca jugando, y la gente sentada
en una silla vieja, como escultura ausente,
bajo la luna oscura de una noche
por el canto de un grillo siempre rota.

 

De amor y sombras, Páginacero ediciones, 2014

 

 

 

DE TANTAS COSAS

                           De la media noche del noveno mes

Whitman

 

 

De la luna apoyada en la montaña.

De las ramas moviendo su hondísimo rumor.

De las casas perdidas, sin historia,

con los tejados de cobijas huecas

en lugares inhóspitos.

De las cuevas repletas de broza en sus costados.

De horizontes de olivo y espadañas de espliego.

Del pozo donde el agua regaba nuestras risas.

De todo aquello, madre, que inundaba de gozo

la mi perdida infancia.

 

Y también

de las noches de espanto, de bombas y metralla.

 

De todo aquello, madre,

háblame.

Háblame de tu duelo entre tantas ortigas,

de la guerra que hirió tus recónditos miedos,

del noveno desgarro de tu parto,

de tu alegre tristeza.

 

Háblame de la tarde en que murió la luz

y abandonó la música tu boca,
de aquellos largos días de tantísimo llanto,

de la noche de sables que te hundió en las tinieblas.

 

Háblame, madre, háblame

porque si no me hablas
seguiré sin saber
por qué fuiste la estrella

de mis ojos ausentes
cuando yo no veía
tus párpados hinchados

de tanto amor vertido.

Por eso lloro, madre,
cuando tú no me acunas
en mis noches de insomnio.

 

Después del amor, número 1 de la colección Nigredo, Olélibros, 2018

 

 

 

CONFUSIÓN

 

Cuando te vi pensé que me mirabas,
que mirabas mis ojos y mis manos.

Tú andabas tan tranquila por la acera
moviendo tus andares y tu cuerpo
como un álamo abierto a la frescura
del viento cuando mece su ramaje
y el tallo se cimbrea y estremece.

 

Yo me movía inquieto en la otra acera
quemándome las ganas de besarte.

Se morían de pena los geranios
y lloraba la sombra de tu cuerpo.

 

Pero tú te alejabas
llevándote contigo mi locura
como protagonista principal
de este indiscreto film inacabado
donde el sexo y la rabia se confunden.

 

Oscura y clara luz, colección Imaginal, Olélibros, 2020

 

 

 

 

Valencia, 15 de septiembre de 2020.

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