La habitación mágica

Por Àngels S. Amorós

Ana Alonso (texto) y Jordi Vila Delclòs (ilustraciones). La habitación imposible. Barcelona: Edebé (Tucán Naranja), 2020. 152 pp. A partir de los 9 años.

En casa de Violeta no había wifi ni consola. Lo que sí que había era

montones de blocs de dibujo, papeles de distintos grosores y texturas,

acuarelas, pinceles, lápices de colores y todo tipo de utensilios para pintar. 

La separación de los padres implica no solo adaptarse a la ausencia de uno de ellos sino también los cambios imprevistos. Es lo que le sucede a Mateo que, acostumbrado a vivir con su madre, se traslada a su padre en otra ciudad, otra casa y, lo que es peor, con otras normas en casa y ser el nuevo en el colegio. Para empezar, su madre tardará en volver porque ha aceptado un nuevo trabajo en los Estados Unidos y el padre de Mateo muchas veces parece que también se encuentra lejos porque está tan obsesionado con el trabajo que se pasa el día pegado al teléfono.

Harto de la situación, Mateo toma la decisión de esconder el teléfono móvil de su padre en el interior del cajón de un armario antigua. Contra todo pronóstico, el teléfono desaparece y no hay manera de dar con él.  El padre de Mateo se enfada mucho con él, aunque tarda  poco en comprarse otro teléfono y, como si nada hubiese pasado, se aferra a este como tiene por costumbre. Mateo está convencido de que hay algo en el armario no funciona como debería de ser y guarda otro objeto que también desaparece al instante. Llegados a este punto, Mateo decide centrarse en todos los cambios que le aguardan en su entorno y el colegio, aunque muy pronto se impone un gran misterio. El cajón del armario es realmente misterioso y el espejo no le devuelve la habitación que ocupa sino otra muy diferente.

Mateo está decidido a descubrir el misterio y por eso se atreve a penetrar en la nueva habitación que se le aparece y que muy pronto entiende que es la misma pero decorada de forma diferente y ocupada por otra persona. Se trata de  Iria, una chica de más o menos su edad que también está intrigada con el armario “come cosas”, en su caso, una tablet. En cambio será otra persona la que les dará la clave del armario y le encomendará a Mateo una misión para la que él deberá estar preparado.

A través del recurso de la magia y el misterio, la prolífica Ana Alonso nos presenta una historia basada sobre todo en las relaciones interpersonales. Las ilustraciones de Jordi Vila son magníficas y a todo color y cumplen nuestras expectativas de saber más sobre cómo son los personajes y el escenario donde se mueven. La dependencia a las nuevas tecnologías y actividades alternativas como la lectura o el dibujo se presentan como alternativas muy creativas que despiertan la imaginación de personas de todas las edades. Además de evitar el aislamiento, leer y dibujar nos ayudan a socializar, a expresar nuestros sentimientos y fomentan la autoestima. No es gratuito que desaparezcan un teléfono móvil y una tablet, y tampoco es casual que pertenezcan a niños y a adultos, lo mismo que la aparición de una persona mayor hábil en un arte como la pintura.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *