«Realidad», de Pérez Galdós, en versión libre y dirección de Manuel Canseco

Por Horacio Otheguy Riveira

Una unión muy esperada, la de dos grandes que deberían haberse conocido. Les separan épocas en largos años, pero es en el tiempo del filosófico entendimiento de la realidad social junto a la sincronía en la búsqueda de valores literarios y escénicos donde Benito Pérez Galdós y Manuel Canseco se encuentran unidos, a salvo de modas y traiciones, más allá del tiempo y el espacio, en el mágico lugar donde se une el centenario de uno y la actual vitalidad de otro, consagrando una amistad que permite rendir tributo al primero, en el centenario de su muerte, con una enriquecedora versión contemporánea de una de sus grandes obras, Realidad (novela editada por vez primera en 1889).

La fuerza que aporta el talento del director Canseco consiste en trasladas la novela al teatro con su propia mirada, respetando la época de la obra original, algo extraordinario en estos tiempos en que se actualizan clásicos vestidos de entrecasa, móviles en mano, como si el vigor del autor necesita la obviedad de nuestro costumbrismo. Respeto a las circunstancias originales porque la presencia del pasado permite el distanciamiento preciso para entender el presente.

En Galdós, la fuerza incontenible de un creador hiperactivo que indagaba en todos los elementos posibles de la compleja realidad circundante no solo para dar su visión, sino también para enriquecer su conocimiento del factor humano. Crisis sociales, enérgica percepción del devenir político entre perfiles psicológicos en una sociedad endiabladamente regida por cánones retrógrados, y entretanto las mujeres como seres inquietantes por su irresistible belleza, capacidad de lucha y superior inteligencia.

 

Un camafeo con los cinco intérpretes. Arriba: Cristina Palomo. En el centro: Adolfo Pastor y Cristina Juan. Abajo: Alejandra Torray y Juan Carlos Talavera.  Gente de teatro habituada a trabajar con Canseco, con recursos muy interesantes para convivir con estos personajes surgidos a finales del siglo XIX con mucho que decir en nuestra época. Arraigados en un arte teatral abierto a nuevas miradas, los cinco siempre se entregan  con su firme personalidad, abiertos a innovaciones.

En este tercer montaje del experto en Galdós, Manuel Canseco —después de Misericordia y Miau—, destacan también otros colaboradores presentes en diversas producciones a su cargo, tales como Pedro Yagüe en el diseño de luces, José Miguel Ligero en los figurines y Paloma Canseco, responsable de la escenografía. En la producción y distribución: Maribel Mesón: «Cuando Manuel me habló de su adaptación de Realidad y me propuso la producción, ¡no me lo podía creer! Pensé que las estrellas del universo se habían alineado en una conjunción perfecta. El año 2020 prometía ser especial, se cumplen 20 años de mi comienzo como productora y distribuidora de forma independiente, precisamente la primera obra que distribuí fue Misericordia de Galdós que dirigía Manuel Canseco. Me dije: ¡qué bonita forma de celebrar mi 20 aniversario, un año redondo! Nada es por casualidad. “La Realidad” de 2020 nos ha paralizado a todos y ha replegado nuestros proyectos, pero la ilusión y las ganas se mantienen intactos».

Los tiempos han cambiado, el público ha cambiado y, posiblemente, la forma narrativa ha cambiado sensiblemente. Esto, que parece válido para la novela, creo que también lo es, tal vez de forma más perentoria para el teatro, que, al fin y al cabo, es una forma de comunicación más
directa y social con el espectador. Desnudar la obra, remarcar la intencionalidad del autor, y verlo desde mi propia perspectiva de hoy es lo que me llevó en su momento a trabajar sobre esta obra de Galdós, que ya sufrió su transformación al pasar de novela a teatro por el mismo autor. Por ello, prescindí de personajes secundarios que pudieran distraer al espectador de hoy, de hacerle creer que se trata de una obra costumbrista de tiempos pasados, de otra sociedad totalmente ajena a la nuestra, para centrarme en aquellos que llevan y sufren el peso de la obra y, a la postre, los que vienen a desarrollar plenamente las ideas del autor. De los más de doce personajes de la obra original: Augusta, Leonor (La Peri), Orozco, Federico Viera, Joaquín Viera, Manolo Infante, Villalonga, Malibrán, Aguado, Clotilde, Lina, Bárbara y Criados, esta versión los ha reducido a los cuatro primeros, verdaderos protagonistas de la acción y la participación del personaje secundario que es Clotilde, en una escena llena de humor, necesaria para el mejor fin de la representación. Después de su publicación en el número 33 de la revista de estudios galdosianos ISADORA y ante la acogida que tuvo hoy verá la luz gracias al magnífico equipo de actores que ya me acompañó el pasado año en el montaje de María Estuardo. Corona Trágica, que me ha animado sobremanera a que la pusiéramos de pie. Sinceramente, gracias y espero que tenga el éxito que este grupo de profesionales merece. Manuel Canseco

SINOPSIS, acompañada de tres figurines de José Miguel Ligero:

Augusta, joven dama acomodada, casada con Orozco, benefactor a ultranza de cuantas buenas causas (y no tan buenas) se le presentan, ama a Federico, galán maduro venido a menos y vividor inmerso en una falsa y contradictoria moral que acabará llevándolo al suicidio. En el ambiente de la “alta sociedad” madrileña de la época, el tema del adulterio y sus consecuencias nos permite ver el interior y los sentimientos descarnados y puestos al desnudo ante el espectador de los personajes que forman el triángulo amoroso. Augusta, principio y fin de la situación creada, nos sirve, como motor indirecto de la acción y sus consecuencias, para definir un determinado tipo de mujer. ¡La mujer!, siempre la mujer como protagonista principal de la obra galdosiana. Frente a ella otros dos tipos femeninos curiosos Leonor (La Peri) y Clotildita. El empalagoso bien de Orozco se enfrenta al cinismo bohemio de Federico Viera, que, a pesar de todo está atrapado en las convenciones sociales de las que pretende escapar. Su constante diálogo con el público es un juego, en esta versión, en el que actor y personaje interactúan constantemente ayudando al espectador, convertido en cómplice de los personajes, a profundizar desde la ironía y la complicidad, en los pensamientos y sentimientos del alma humana.

 

Retrato de Galdós por Joaquín Sorolla, 1894.

Imagen de la vida es la Novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea, y el lenguaje, que es la marca de raza, y las viviendas, que son el signo de familia, y la vestidura, que diseña los últimos trazos externos de la personalidad: todo esto sin olvidar que debe existir perfecto fiel de balanza entre la exactitud y la belleza de la reproducción… Benito Pérez Galdós

 

PRÓXIMAS FUNCIONES

Lectura dramatizada 10 de noviembre en el Instituto Cervantes a las 19:00 horas

Pre-estreno 13 de noviembre, Auditorio Mariana Pineda en Velilla de San Antonio, Madrid, a las 20 horas.

Estreno 29 de enero 2021. Teatro Buero Vallejo (Alcorcón)

Teatros del Canal Sala negra del 14 al 18 de abril 2021.

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