La deriva

Por Àngels S. Amorós

José Antonio Cotrina. La deriva. Madrid: Editorial SM (Gran Angular), septiembre de 20018 d pp. A partir de los 12 años.

El fin del mundo fue de un verde intenso, majestuoso, como si la realidad entera se transformara en esmeralda. Daniel lo vio llegar desde la ventana del salón abrazado a Sherlock, su gato. Pensó en lo hermoso que era solo un instante antes de que la explosión le tirara la fachada encima. Luego, cuando se despertó, llegaron las medusas, el polvo, los incendios, los remolinos de lluvia… y los fantasmas.

A consecuencia de una guerra entre poderosas naciones, un 15 de agosto de 2031 llega el fin del mundo y todo el mundo corre a esconderse en los subterráneos para protegerse de las destructivas bombas nucleares. Sin embargo, a Daniel no le da tiempo. Cuando se da cuenta de que su gato Sherlock se ha quedado en casa decide volver a por él y le alcanza la tragedia. Con solo 16 años, Daniel descubre que a pesar de no haber sobrevivido tiene la oportunidad de continuar en su mundo de otra manera, en la deriva. Una especie de limbo, de lugar de tránsito donde los muertos no puedes avanzar hasta resolver algo que tengan pendiente o simplemente por no aceptar la situación. Pero no es el único. Otros fallecidos se han quedado atrapados y ahora gran parte de la tierra se ha convertido en un lugar habitado por fantasmas que saben que lo son y cada uno actúa de forma distinta. Mientras los etéreos se desenvuelven de forma honesta, los turbios se comportan como malvados y se alimentan de otros fantasmas. Algunos tienen poderes especiales de diferente nivel y no siempre hacen buen uso de ellos. Por otra parte, algunas personas sobrevivieron y también se dividen entre gentes de bien y otros son verdaderos villanos.

Quedó convertido en una figura de humo; la cabeza inclinada sobre el pecho y una sonrisa mínima en los labios.

Esta cotidianidad a la que se han acostumbrado se verá interrumpida cien años más tarde con la llegada de un grupo de personas a su ciudad. En el grupo se encuentra Raquel, una chica a la que Daniel será incapaz de resistirse a los sentimientos que le invaden. Porque el amor llega de forma imprevista y es capaz de todo, incluso de unir a un no vivo y a otra que sí lo está.

Los personajes destacan por lo bien definidos que están y tanto las peripecias que viven como sus sentimientos son totalmente verosímiles y propios tanto de lectores jóvenes como adultos. Un libro que se divide en dos partes que marcan el antes y el después: el mundo de los muertos y el mundo de los vivos. El personaje principal, Daniel, también es el narrador de la historia y a su lado consiguen brillar otros personajes secundarios como la joven Emma, una  chica muy fuerte y valiente pese a su edad o el leviatán que convive con ellos. El ritmo de la historia es muy ágil aunque predomina sobre todo la descripción de los sentimientos del protagonista que se debate entre aceptar su situación y  Destacan valores como la honestidad, la esperanza, la lucha del bien contra el mal que se cierra con un desenlace espectacular.

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