El alce negro

Por Àngels S Amorós

Cristina Oleby (texto) y Cecilia Varela (ilustraciones). El alce negro. Salamanca: La Guarida Ediciones (Pi),marzo de 2020. 40 pp. A partir de los 4 años.

En la carretera se produce un accidente cuando un coche choca contra una señal y un majestuoso alce negro lo observa todo desde la distancia. Poco después, la acción se traslada al interior de un hermoso bosque donde todos los animales se conocen, excepto al alce. Nadie sabe quién es ni qué hace allí en medio del bosque este bello animal. Ni siquiera él mismo. Eso sí, una simpática liebre decide ayudarle. De este modo se inicia un valioso diálogo que tiene mucho que ver con los cuentos acumulativos de hace un tiempo, ya que se repite la fórmula: […] ¿Tú sabes quién es mi nuevo compañero? y cada nuevo animal se suma a la comitiva para ayudar a su nuevo amigo.

La tarea no es fácil, pero la liebre no pierde la esperanza y el pobre alce deposita en ella toda su confianza. Durante la aventura, los lectores acompañarán a este alce sin identidad ni memoria y a su amable amiga y el resto de animales en un viaje que les llevará a descubrir la belleza del bosque e incluso desafiarán el miedo que les produce el lobo. Como también el conocimiento de  la grulla de otras especies gracias a sus viajes, las supersticiones del lince o la afición del oso por el chocolate.

El paseo resulta tan placentero para el alce que le parece más importante el viaje que el fin en sí mismo, ya que disfruta de las maravillas del bosque como los diferentes aromas, el frescor del riachuelo, la música de las ramas mecidas por el viento… todo es tan espléndido y terriblemente nuevo para el pobre alce.

Las ilustraciones de Cecilia Varela suponen un gran aporte para expandir aún más si cabe la bonita experiencia lectora de este cuento que se asemeja a una fábula y que nos traslada a los cuentos viejos que apetecen leer al abrigo del frío y que son un ejemplo de valores. En este caso, nos encontramos con que la inclinación natural a hacer el bien y ayudar a nuestro prójimo se suman a la curiosidad para descubrir el origen del alce. El desenlace no puede ser más sorprendente al mismo tiempo es un alivio para el alce. Un final que nos recuerda que las casualidades a veces existen para darnos la oportunidad de vivir otra vida al margen de nuestro origen.

Como afirma la propia autora en su página web:

Escribo cuentos desde que era niña, pero fue al convertirme en madre cuando se me empezaron a caer los lunares de la camiseta. Al tener a mi segunda hija emprendí un viaje en busca de la felicidad del que no pienso regresar, y estoy convencida de que todos los niños tienen superpoderes.

Ya no puedo parar, y un día estoy en África y al otro pensando en Navidad.

Algunos de sus libros son:   El viaje de Nora

Soy una superniña

Quiero ser como tú

Del círculo que se cayó de una camiseta de lunares                                

Pequeño y Grande

Adviento de cuento

Oso blanco, oso marrón

¡Peligro! Animales desapareciendo

El alce negro

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