«Una galaxia de luciérnagas» para aliviar el terror vivido y la complicidad experimentada

Por Horacio Otheguy Riveira

Una función teatral excepcional por varios motivos. Es un monólogo con escasa movilidad de su intérprete, pero dentro de una puesta en escena con muchos elementos escenográficos, diseño de iluminación clave y espacio sonoro que nos traslada allí donde la actriz nos lleve; sentada recibe recibe a los espectadores que, atónitos, se acomodan bajo la luz de unos ojos muy potentes y una ligera sonrisa. Escasa movilidad porque su cuerpo vestido de negro está siempre sobre una silla blanca, pero se expresa con los pies, las piernas, las manos para contar una historia que sucedió hace tiempo y, a su manera, sucede aún en las hermosas tierras donde se huele una tierra rica en frutos que parece invitarnos a una fiesta apoteósica que, sin embargo, está carcomida por la violencia.

Una brutal dinámica de terrorismo de estado y luchas fratricidas que aquí se sugieren porque lo que se cuenta, detalladamente, es el devenir de una chica española de 21 años en una ONG en un pequeño país junto a compatriotas y lugareños, detenidos en medio de una naturaleza tan exuberante como social y económicamente muy pobre, entre fiebres y diarreas, hambre y angustia… de pronto bajo el punto de mira de armas largas de procedencia rusa y estadounidense, y «pistolas cuyo origen no supimos adivinar».

La experiencia violenta que vivió la autora y directora durante una estancia en América toma forma de monólogo dedicado a todos los que viven en esas zonas del mundo donde no llega la justicia, amparadas a menudo en falsas democracias que Europa bendice; territorios en los que en pleno siglo XXI una muerte vale tan poco como una vida.

Es este un trabajo muy potente desde un texto para una sola voz, genuinamente teatral en el que cada pausa, cada palabra y cada gesto se combinan para trasladarnos a los legendarios hechos que, incluso 20 años después, por seguridad no pueden señalarse con nombres y apellidos.

El título de la función tiene que ver con aislados momentos de gozo pleno, cuando la memoria juega a la contra, entre pesadillas espantosas: «No fallaba. Duraba muy poco. Pero era precioso. Y en ese instante, viéndolas me sentía viva. Era lo único que me hacía sentir algo. Solo una vez cada noche, cuando la  pesadilla me despertaba las iba a despertar a ellas. Y cuando se apagaban, miraba hacia el cielo y contemplaba las estrellas. Con nostalgia. Como si me tocara estar allí. En el firmamento. Muerta».

Extraordinario el logro escénico que nos permite percibir los mágicos paisajes y sonidos cuando llegamos a creer que escuchamos los latidos de la actriz-personaje a través de unos hechos reales escritos para el teatro con las vivencias de otra mujer. Entre ambas construyen un devenir trágico con un grado de profunda belleza. Lo bello del horror, imprescindible para convertirse en arte e invitarnos a ser conscientes de lo que es capaz nuestro silencio y nuestro compromiso.

Una galaxia de luciérnagas, de Aina Tur con Anna Alarcón. Insólita fuerza dramática en un ámbito singular mientras una mujer nos cuenta lo que le sucedió y aún le pasa. Una concentración de energía poética sorprendente para la narración de una historia con subtítulo: Monólogo sobre la violencia en la periferia del sistema.

Todas las personas tenemos una historia silenciada, que nos molesta, nos incomoda. Un suceso que tuvo lugar y que, si hubiésemos podido elegir, no habría ocurrido. Pero ocurrió. Y existimos en ese instante. Sin escapatoria. Una galaxia de luciérnagas parte de una experiencia personal; de un hecho violento; de un asalto. Y de sus consecuencias. De la aceptación. Porque el recuerdo permanece. Intacto. Esperando la grieta, la escapatoria. La fabulación.

Aina Tur es autora de diversos textos teatrales:

Addiccions,  Evolució/Evolución (Colección Teatro de Papel, Primer Acto), Miércoles (Colección Paraula de Dramaturg, Govern Balear), Es lloga habitacióFotofòbia y Una galaxia de luciérnagas. También ha publicado narrativa y ensayo: La glosa menorquina (Quaderns de Folklore), El héroe de la bicicleta (Ed. Praxis, México) y Explorem Menorca! (Ed. Mediterrània).

Ha estudiado Farmacia (UB), Ingeniería Agrónoma (UPC), Interpretación (Col·legi de Teatre de Barcelona), Dramaturgia (Obrador de la Sala Beckett) y el Curso Superior en Gestión de Proyectos (Universidad de Deusto). Actualmente estudia el grado en Lengua y Literatura Catalanas (UOC). Actualmente es responsable de Programación en la Sala Beckett/Obrador Internacional de Dramaturgia y miembro del Consejo Asesor del Centro Dramático Nacional.

Autoría y dirección: Aina Tur
Interpretación: Anna Alarcón
Izquierda, portada de la edición del texto por Libros de la Vorágine, también en venta en el hall del teatro.
Escenografía e iluminación: Marc Salicrú
Vestuario: Mireia Costa
Espacio sonoro y composición musical: Jaume Manresa
Movimento y ayudantía de dirección: Carla Tovias
Fotografía y vídeo: Kenneth Santos
Comunicación: Ester Cánovas
Prensa: Anna Aurich – La Còsmica
Dirección técnica: Albert Glas
Asistente de producción y distribución: Montse Farrarons
Producción ejecutiva: Marina Marcos – El Maldà
Agradecimientos: Temporada AltaTeatre de SaltSala Beckett, La Escocesa, Grup Focus, Cristina Clemente, Dallas Bailey, Àlex Mañas, Pastora Martínez, Natalia Matas, Iván Morales y Lucho Tapia
Una coproducción del Grec 2020 Festival de Barcelona, El Maldà, FiraTàrrega, Teatre Principal de Palma y Teatre Principal de Maó.
Con el apoyo del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.

TEATRO DEL BARRIO, MADRID. DEL 3 AL 7 DE MARZO 2021

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