El misterio de la existencia en «El pájaro azul», de Maurice Maeterlinck

Por Horacio Otheguy Riveira

Una versión minimalista con jóvenes intérpretes en una historia que ronda el mundo, a través del teatro, la literatura y el cine desde comienzos de siglo. Una fábula con dos niños que guían a una serie de personajes simbólicos por la oscuridad de sus temores… hacia la luz de un mundo no por misterioso necesariamente trágico.

Una fábula y una alegoría en torno a la imperiosa búsqueda de la felicidad que nació en 1906 y atraviesa todos los tiempos con una constante necesidad de detener el ritmo de vida acelerado por ansia de supervivencia, detenerse en el limbo interior de los cuentos mágicos y entrar de lleno en las habitaciones que habitualmente no nos atrevemos a entrar: esos extraños y tan próximos lugares donde campean las enfermedades, la muerte, el placer y el desasosiego de los gozos infinitos que siempre acaban a golpes de insatisfacción. Aunque si resta un ápice de voluntad, un mínimo resquicio para el ensueño, brota la esperanza para seguir buscando los pájaros azules de la buena ventura, la caricia de un bienestar sin contraprestaciones ni efectos secundarios.

Cada vez que perdemos el ánimo, perdemos muchos días de nuestra vida. Después de todo, la felicidad no es más que una opinión. Maurice Maeterlinck

Álex Rojo, actor, autor, director, hombre de teatro al fin, se codea con fenómenos históricos singulares, al margen del tiempo actual, de las circunvalaciones del día a día, y logra atraernos a zonas que creíamos perimidas, lo mismo al adaptar al teatro un cuento de Chejov que al ocuparse de un texto eminentemente mágico como este de un colosal autor poco representado en nuestra época, precisamente por su dificultad para los intérpretes de cualquier estilo, ya que su audacia original (adaptada a múltiples versiones que en general la empobrecen a fuerza de explicarse) necesita intérpretes flexibles, capaces de aunar una formación de mimo y danza con la palabra propia del campo actoral, pero sin la habitual dinámica del conflicto con protagonista y antagonista.

Todo es raro, atmosférico, a ratos literario… y en esa dinámica Álex Rojo —esta vez dramaturgo y director— organiza una puesta en escena donde el característico simbolismo del autor resulta desprovisto de sus páginas más densas en favor de un ritmo en gran medida coreográfico.

Los intérpretes se mueven con una dirección coral dirigida al asombro ingenuo, con altos y bajos emocionales propios de la infancia, aunque en ningún caso es un espectáculo «para niños», sino para adultos dispuestos a aventurarse a un mundo poético sinuoso, alejado por completo de las preocupaciones habituales, y por eso mismo inquietante, generando una tensión teatral que obliga al desprendimiento y la cercanía de aquello que a Maurice Maeterlinck (Bélgica, 1862-Francia, 1949) más le preocupaba en su época. Una preocupación por el humanismo trascendente que resulta atemporal. Fue prolífico narrador en cuentos y novelas, además de obras teatrales, así como creador de ensayos filosóficos.

En 1908, Constantin Stanislavski fue el primero en poner en escena El Pájaro azul (L’Oiseau bleu) en el Teatro de Arte de Moscú. En 1911, Maeterlinck recibió el premio Nobel de Literatura. Fue condecorado por franceses y belgas como recompensa por los servicios prestados a los aliados en la Primera Guerra Mundial.

 

De pie, Macarena Robledo. Sentados, Andrea Viña y Adrián Rico. (Fotografía: gentileza de Antonio Castro).

En esta versión, el dónde y el cuándo son descritos como lugar y tiempo indeterminado. Como en los sueños, todo converge ecléctico y anacrónico, envuelto por un halo de irracionalismo cuyo objeto es hacernos llegar a una acertada conclusión sobre nosotros mismos. Para alcanzar a comprender el significado del mítico pájaro azul, debes responder: ¿Qué es para ti la felicidad? ¿Dónde reside? ¿Qué uso le das? ¿Cómo convives con la tristeza? ¿Quién (o qué) te acompaña en tu camino? ¿Hacia dónde te diriges? ¿Cuál es el objetivo? ¿Tiene final este periplo? Maeterlinck nos plantea estas preguntas a través de su obra, nosotros las sintetizamos en este montaje para invitarte, sea cual sea tu edad, a este juego de imaginación entre claroscuros. Alex Rojo

 

Andrea Viña, Ángel Mauri, Adrián Rico.

Autor Maurice Maeterlinck

Elenco Adrián Rico, Macarena Robledo, Irene Álvarez, Andrea Vázquez Viña, Ángel Mauri, Daniel Brotons, Lucas Ares

Versión y dirección Álex Rojo

Música Álex Rojo

Diseño de Escenografía y vestuario Javier Noriega

Iluminación Víctor Longás

Fotos de escena cedidas por la Compañía Daimon Says

Producción Daimon Says

 

TEATRO FERNANDO FERNÁN GÓMEZ. HASTA EL 21 DE MARZO 2021

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Otros montajes de Àlex Rojo en CULTURAMAS:

El pabellón número 6, de Anton Chejov

Gilgamesh, de Álex Rojo

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