Black Sun, de Dominique de Saint Pern

Black Sun (Cuando editar era una fiesta)

Vida de Harry y Caresse Crosby

Dominique de Saint Pern

Traducción de Gabriela Torregosa

Editorial Fórcola

Madrid 2021   412 páginas

 

NOCHES LUMINOSAS EN PARÍS: AÑOS 20

 

Por Íñigo Linaje

 

Black Sun comienza como una novela negra: con el suicidio de uno de los protagonistas y de su acompañante. Él se llama Harry Crosby; ella Joséphine, una de sus muchas amantes. Este es solo el inicio de la biografía de Harry y Caresse Crosby que ha escrito la periodista francesa Dominique de Saint Pern, un libro que lleva por subtítulo Cuando editar era una fiesta, en referencia a la exquisita editorial que ambos fundaron en París en los años veinte del siglo pasado: Black Sun Prees.

La obra, escrita con la precisión y el ritmo del mejor periodismo narrativo, reconstruye el periplo vital de Harry Crosby, un itinerario tan vertiginoso como temerario. Hijo de un acaudalado banquero, Crosby ingresará pronto en un internado para acceder luego a la Universidad de Harvard, donde sus tempranas inclinaciones literarias quedan violentadas por el ambiente marcadamente religioso del centro. Crosby lleva ya en esa época un diario y es un joven con tendencia a la soledad y la melancolía.

Para romper con el entorno, a los 19 años se marcha a Francia como voluntario de ambulancias durante la Primera Guerra Mundial. Allí verá -por primera vez- el horror de cerca. A la vuelta, ingresa en la universidad y, en una fiesta, conoce a la que será su mujer, Polly Peabody, seis años mayor que él, casada y madre de dos hijos. Se enamoran perdidamente, ella se separa y ambos se van con los niños a París. La fiesta parisina de los años veinte, tal como la definió Hemingway, está a punto de empezar.

Los jóvenes amantes se entregan a una vida desenfrenada en la capital francesa, una ciudad donde proliferan los cabarets y los clubs de jazz, el alcohol y las reuniones literarias. Ella, que se ha casado ya con Harry y se hace llamar Caresse, es poeta como él, escultora y diseñadora. Hechizada por su esposo, enamorado súbitamente de Baudelaire y de su estética fatalista, se contagia a veces de su espíritu autodestructivo. El carácter solitario de Harry, unido a la experiencia de la guerra, le llevará a obsesionarse tempranamente por la muerte y el suicidio, en el que ve “un acto de libertad suprema”.

Internados los hijos de Caresse en un reformatorio, y gracias a las arcas familiares, los Crosby ayudan a pintores y artistas y se dan un festín de excesos que comparten con amigos y buena parte de la intelectualidad y la vanguardia de la época: Picasso, Gertrude Stein, Brancusi, Peggy Guggenheim. Descubren los fumaderos de opio, la cocaína. Militan en la senda de lo que Rimbaud llamó el desarreglo de los sentidos; son jóvenes, locos y extravagantes. En 1926, deciden fundar Black Sun Press, una editorial donde publicarán desde Joyce hasta Proust pasando por D.H. Lawrence o Hart Crane. Todos ellos en lujosas ediciones de tiradas mínimas que hoy son auténticas joyas para cualquier bibliófilo.

Sin embargo, las continuas infidelidades de los dos miembros de la pareja -absolutamente promiscuos- deterioran del todo su relación, al tiempo que publican con éxito sus respectivas obras literarias a ambos lados del Atlántico. Ella, fundamentalmente poesía; él, poesía y un diario íntimo que rehúye todo tipo de pudor o corrección moral. “Supongo que por fin es hora de reconocer que, aunque nos queremos, ya no estamos enamorados el uno del otro”, escribe el último año de su vida, 1931. Los capítulos finales del libro dan cuenta de una vorágine de deseos ocultos y turbulencias sentimentales que terminarán con el suicidio de Harry y de su amante. Su mujer, Caresse, le sobrevivirá cuarenta años.

Black Sun, publicada originalmente en Francia en 2005, es una narración vertiginosa escrita con una prosa precisa y cortante que bebe directamente del periodismo literario. Bien documentada y llena de datos precisos, pero no profusa en su contenido a pesar de la amplísima galería de artistas que retrata, Dominique de Saint Pern ha escrito una biografía excelente al ritmo frenético de las vidas que dibujan sus páginas.

 

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