Brubaker concluye una etapa esencial, con una obra repleta de contradicciones internas

Portada Capitán América La leyenda vive de nuevo

Ed Brubaker es, sin ninguna duda, uno de los guionistas de la actualidad más fiables, certeros y entretenidos. En esta ocasión Marvel reedita una obra que concluye una de las etapas más memorables del Capitán América actual. En otro momento, comentamos en Culturamas la obra del mismo Brubaker donde se atrevía a matar a este icono del noveno arte estadounidense. Ahora bien, como todos tenemos claro, un personaje como este no puede irse del todo.

El equipo creador (Brubaker, Hitch y Epting) tiene que continuar con la historia. Unas aventuras que, paradójicamente, mantiene el nombre del personaje muerto. ¿Cómo lograr que esto siga teniendo sentido? Pues bien, usando una estrategia que también se utilizó en la competencia. Simplemente haciendo que otra persona vista el traje. El personaje en cuestión sería Bucky Barnes (El Soldado de Invierno). Su mejor amigo que opta por mantener el recuerdo de esa persona que tanto de influyó y le afectó emocionalmente. Lo que sucede, y aquí está el interés de parte del trabajo, es que Barnes es consciente que está lejos de poder representar a un icono de las características del Capitán América. Por ello, presenciaremos esas contradicciones internas en el personaje y el intento de hacer honor al traje y al escudo, sin buscar emular al predecesor.

Con estos elementos, y un poco de retrospectiva, el equipo creativo logrará mantener vivo al personaje original. Además, introducen un aspecto fundamental (y, a mi juicio, lo mejor de la obra) que también permite mantener vivo el recuerdo de Steve Rogers. Esta estrategia narrativa la logran gracias a profundizar en el personaje de Sharon Carter. Sin ninguna duda, su conflicto interno y el tratamiento de esta pequeña historia son lo mejor de este recopilatorio. Al fin y al cabo, las profundidades emocionales son mayores que en el primer personaje.

Página interior de la obra

Estos personajes logran, de manos de un brillante guion, encumbrar todavía más el icono ético del que habla David Aliaga en la introducción de la obra. En este sentido, este personaje es capaz de rendirse ante el sufrimiento ajeno, es capaz de perder para que gane la humanidad. En este sentido, logra expresar elementos éticos que están insertos en el poso cultural estadounidense a través, por un lado, del pragmatismo y también del utilitarismo. Ambas perspectivas son las que construyen, fundamentalmente, los pilares éticos de aquella cultura y permean esta y otras obras. Aunque, en los diferentes trabajos del Capitán América se perciben especialmente.

Una vez comprendida la profunda conmoción que genera la desaparición de un icono como el del capi, es hora de traerlo de vuelta. Para ello, Brubaker opta por un juego narrativo que bien podría ser interpretado como una metáfora del mundo actual. En este sentido, cuando nos vemos obligados a vivir un conflicto de manos de los totalitarismos y, por supuesto, del nacismo como icono de ellos, siempre nos queda la esperanza de que en su interior pueda encontrarse la semilla de la libertad. Esto es precisamente el juego que dispone encima de la mesa Brubaker. Al fin y cabo, los totalitarismos, tal y como hizo Hitler, utilizan la libertad y la ética para subyugar a la humanidad. Por eso mismo, no es descabellado pensar en esa utopía de que la humanidad también pueda transitar por las mentes de algunas de las personas que conforman a cada totalitarismo.

Terminamos comentando la brillantez de la narración visual. Un trabajo ordenado, que no atosiga por exceso de información visual, pero tampoco se queda escueto. Evidentemente, hay cambios en la narración gráfica en función del autor (Hitch, Ross, Guice, Epting, Martin, Hembeck, Ross, Chaykin, Albuquerque, Aja, Breiweiser, Andrasofszy y Eaglesham) pero, particularmente, creo que eso enriquece los matices de una obra tan relevante como esta. No resulta excesivo recomendar, entonces, que los lectores interesados en tener en su poder una obra capital del cómic de superhéroes, se pasen por algunas de las obras que Brubaker escribió sobre el Capitán América. Me estoy refiriendo, concretamente, a Capitán América El soldado de invierno (que contiene Captain America v5, 1-14 USA), La muerte del Capitán América (que contiene Civil War: The Confession, Captain America v5, 25-42 USA) y, por supuesto, Capitán América La leyenda vive de nuevo (que contiene Captain America 43-50, 600 y Captain America Reborn 1-6 y Prologue).

Por Juan R. Coca

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