Gozoso tributo al cuerpo y los placeres femeninos, tras la mirada de «Safo»

Por Horacio Otheguy Riveira

Safo de Mitilene o de la Isla de Lesbos, hoy Grecia, siglo VII antes de la Era cristiana, es el personaje sobre el que gira un espectáculo que toma una parte de la controvertida biografía de la poeta y música, de quien se recuperaron pocos textos bajo el rigor de estudiosos generalmente masculinos. Especie de diosa del amor entre mujeres, lo que importa en este espectáculo es su impactante exhibición del cuerpo femenino.

En efecto, los desnudos bajo túnicas transparentes, o parciales a través de otros vestuarios, y totales en diversas expresiones y escenas, presentan un cabaret literario, plástico, coreografiado y musicado con una pertinaz constancia en una fantástica aparición de mujeres cuyos sexos no solo no se cubren con el característico recato del mundo del show, sino que llegan a exponerse en una puesta en escena muy medida; muy claramente en un monólogo magistral, breve y rotundo, acerca del teatro y sus “locas mujeres” con la actriz (formidable Natalia Huerta) frente al público con las piernas abiertas, semicerradas y cerradas según convenga al texto. La belleza de su cuerpo delgado es tan especial como las de sus compañeras con figuras dispares, igualmente fantásticas en situaciones muy distintas, como por ejemplo de lucha cuerpo a cuerpo, como si fueran hombres recios, portadoras de lechugas. Luchan furiosas hasta amarse con bravura.

Entretanto se dicen poemas, se canta, se baila, se vive en una comunidad como la que presuntamente dirigió Safo, aquí un elegante cadáver que rememora, reencarnada en Christina Rosenvinge, como un personaje de ultramundo que participa musicalmente y observa encantada a sus congéneres, acaricia alguna piel, besa algunos labios, se erige en reina de un mundo femenino que se adora a sí mismo sin necesidad de hombres. Sus vaginas guardan un espacio mágico donde no tiene cabida la procreación ni fálicas intervenciones. De hecho, cuando aparece un hombre (que Ovidio adjudicó a Safo) lo hace como hilarante muñeco de ventrílocua. Espléndido toque humorístico que recorre toda la pieza con escenas fastuosas o aparentemente sencillas, todo minado de hallazgos que permiten una sorpresa tras otra mientras el elenco, también toca instrumentos musicales o desfila como en teatro de revistas, pero sin la parafernalia patriarcal habitual, pues aquí todo es homenaje palpitante, de manera que Afrodita se baña desnuda en una bañera cubierta de espuma de la que surge íntegro su cuerpo sin el striptease habitual en el que se sugiere pero no se muestra, porque el cuerpo de una mujer se ha considerado tan sagrado como una Pascua, mito al fin derribado, acaso como la propia escenografía demuestra: castillo en rosa envuelto para regalo, final del juego de muñecas, ni sacrosantas ni barbies ni putas: mujeres libres.

En definitiva: una creación escénica sumamente emotiva, divertida y de una sexualidad exuberante que abre las puertas de un fabuloso paraíso: el que se asoma en el árbol del bien y del mal poblado de rojas manzanas, con una fémina feliz de haberse conocido y compartir con otras su descubrimiento de un mundo diferente.

Un equipo de rara intensidad artística y emocional. Una comunión corporal que recorre la columna vertebral de un cabaret hecho de poemas de amor, risas, deseo e incluso muerte como una transgresión de eterna sensualidad.

Intérpretes: Christina Rosenvinge, Irene Novoa, Juliane Heinemann, Lucía Bocanegra, Lucía Rey, María Pizarro, Natalia Huarte, Xerach Peñate

De Christina Rosenvinge, Marta Pazos y María Folguera

Dirección de escena: Marta Pazos
Dirección musical: Christina Rosenvinge
Dramaturgia: Christina Rosenvinge, Marta Pazos, María Folguera
Canciones originales de: Christina Rosenvinge (inspiradas a partir de poemas de Safo)
Textos: María Folguera (inspirados a partir de poemas de Safo)

Coreografía: María Cabeza de Vaca
Diseño de escenografía: Marta Pazos
Diseño de iluminación: Nuno Meira
Diseño de vestuario y caracterización: Pier Paolo Álvaro
Diseño de sonido: Dany Richter
Ayudante de dirección: Marcel Solé
Ayudante de escenografía: Pablo Chaves Maza

Fotos: Jero Morales

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Teatre Romea y Grec Festival Barcelona 2022. Colaboradores: Ministerio de Cultura INAEM y Generalitat de Catalunya ICEC.

TEATROS DEL CANAL. SALA ROJA. DEL 29 DE SEPTIEMBRE AL 9 DE OCTUBRE 2022

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