Una profunda y amena «Historia del fascismo» con sus causas y riguroso perfil de Benito Mussolini
Horacio Otheguy Riveira.
Completo desarrollo con los orígenes, las causas, la estética, el lenguaje y las herramientas de una ideología que logró amalgamar a una gran masa de seguidores. Una obra estupendamente documentada, escrita con la amenidad imprescindible para entusiasmar a cualquier lector ávido de noticias. Sobre todo con afán de ir más allá de los estereotipos al uso. Borrón y cuenta nueva. Aunque uno cree saberlo todo, hay muchos detalles que merecen una nueva visión, y esta es la que ofrece José Luis Orella en esta Historia del fascismo, el libro que acaba de publicar la editorial Almuzara en Sekotia, su Colección de Historia.
Ahora que hay un auge neofascista muy notable en el primer y tercer mundo, en gran medida por diversas crisis que se entrecruzan, tales como la económica mundial, las crisis de las ideologías con derechas e izquierdas que se dividen y enfrentan en sus propias organizaciones, a veces encarnizadamente, más la lucha despiadada de egos en la política y una sociedad generalmente muy frustrada. Un momento histórico en el que viene muy bien refrescar áreas del pasado para afrontar no solo el presente sino también los peligros del pasado en la recaída de confiar en un espejismo.
Según narra el autor, el auge del fascismo no llegaría a entenderse sin la figura de Benito Mussolini. Un político que supo, después de la Primera Gran Guerra, capitalizar el descontento de todo un país aplicando una potente mezcla de nacionalismo y promesas de cambios sociales a una población desilusionada, y en ese viaje de gran euforia política, supo a su vez aprovecharse de la debilidad de Giovanni Giolitti, el Primer Ministro de Italia, cuyo desacertado juicio acerca de las intenciones de Mussolini permitieron a éste la toma del poder.
La inestabilidad política de la Italia de la primera posguerra del siglo XX; el discurso de unidad nacional; el hábil manejo de la propaganda, el deporte y la cultura; la utilización del mito de la mujer-madre como símbolo de seguridad e impulsora de la regeneración del país; y la apelación a los jóvenes como valerosos forjadores de una Nueva Italia, fueron las útiles herramientas utilizadas para amalgamar a una gran masa de seguidores, cuya estética y lenguaje, logró un poder de sugestión que no ha perdido actualidad y sigue atrayendo el interés de numerosos historiadores.
«El atractivo estético del fascismo italiano llegó a ser asimilado por las vanguardias de principios del siglo XX. Como todo nacionalismo, fue vivido por sus seguidores como una religión secular, procedente del socialismo izquierdista, pero a la vez con claros antecedentes derechistas», comenta el autor, quien profundiza en este libro en la estructura interna de un partido con vocación de imperio que acaba identificándose con el Estado.
José Luis Orella es Director de la Cátedra de Historia, Memoria e Identidad. Profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad San Pablo CEU, en Madrid y doctor en Historia por Deusto y en Derecho por la UNED.
Doctor en Historia por Deusto y en Derecho por la UNED. Historiador de la Edad contemporánea, especializado en pensamiento político en España y Europa central. Egresado de la Universidad de Deusto, tiene trabajos sobre la pluralidad política vasca actual. Otra línea dominante de su trabajo de investigación es el catolicismo social, principalmente en la primera mitad del siglo XX, centrándose en el corporativismo. Actualmente trabaja en comparativas del XX entre Polonia y España. También sobre los populismos identitarios postindustriales que cobran fuerza en Europa como nueva fuerza emergente. Autor de múltiples artículos y más de 20 libros de historia publicados, entre los que destacan: La formación del Estado nacional durante la Guerra Civil española; Retratos de la guerra de independencia; El factor religioso en la transición democrática española y chilena…