Divinas palabras por Atalaya: teatro en estado puro
Alberto Medina.
Qué buena tradición que todos los años acuda la compañía Atalaya Teatro al Festival de Teatro de Málaga. Atalaya Teatro es una de las compañías teatrales más reconocidas y consolidadas de España, con una trayectoria de más de 40 años dedicada al teatro de investigación.
Fundada en 1983 en Sevilla por Ricardo Iniesta, la compañía ha construido un estilo propio basado en una combinación de fuerza interpretativa, profundidad poética y una cuidada estética escénica. Su enfoque se centra en explorar las emociones y los valores universales a través de montajes que desafían los límites de lo convencional.
Justo prestigio internacional
A lo largo de su historia, Atalaya ha llevado sus producciones a más de 50 países y ha participado en numerosos festivales internacionales, lo que la ha posicionado como un referente del teatro contemporáneo español. Ha sido galardonada con más de 60 premios, incluido el prestigioso Premio Nacional de Teatro en 2008, reconocimiento a su innovación artística y su contribución al panorama escénico. El repertorio de Atalaya incluye obras de grandes autores clásicos y contemporáneos, como Shakespeare, Lorca, Brecht, y los dramaturgos de la tragedia griega, manteniendo siempre una conexión profunda con la esencia del texto y su capacidad de diálogo con el público. Su compromiso con la excelencia teatral se refleja no solo en sus montajes, sino también en su permanente búsqueda de nuevos lenguajes escénicos que trasciendan fronteras culturales y temporales
Es la obra Divinas palabras una de las producciones más aclamadas de Atalaya.
Este montaje, que se presentó por primera vez en el teatro TNT de Sevilla, ha sido llevado a más de 130 ciudades de todo el mundo. En 2009, la compañía renovó la puesta en escena, incorporando los mejores elementos de la versión original, y desde entonces ha sido presentada en numerosos festivales tanto en Europa como en América, consolidando su éxito internacional.
Ricardo Iniesta dirige una versión de Divinas Palabras que trasciende lo teatral para convertirse en una experiencia sensorial y emocional única. Una representación que logra capturar no solo el espíritu original de Valle-Inclán, sino también dotarlo de una gran fuerza que impacta al espectador.
La escenografía es tan simbólica como las obras de Valle Inclán. Las figuras cónicas gigantes son la clave de toda la escenografía, que además de dar iluminación en algunas partes de la obra, nos recuerdan a la coroza del sambenito inquisitorial, como también se transforman en diferentes paisajes, carretones, sillas, y todos los elementos escenográficos necesarios.
Sobresalientes interpretaciones
La atmósfera creada por los actores y el escenario es hipnótica y nos transporta a una Galicia de comienzos del siglo XX que todavía sigue anclada siglos atrás, cargada de misticismo y crudeza, y que recuerda a las obras oscuras de Goya. La dirección es impecable al resaltar la crítica social de la obra (clero, monarquía…) sin perder su dimensión humana y universal.
Cada una de las interpretaciones recrea la miseria humana, dominando el lenguaje valleinclanesco. Es imposible no quedar fascinado por la energía arrolladora que despliegan en cada escena. Con Silvia Garzón, capitaneando el plantel actoral en el papel de Mari Gaila. Aunque los que no asistan con regularidad al teatro y no conozcan la obra de Valle-Inclán puedan no seguir toda la obra, es innegable el trabajo físico que hacen todos los actores
Divinas palabras es teatro en estado puro: un viaje a las entrañas de la condición humana que no deja a nadie indiferente. Un imprescindible para cualquier amante del arte escénico.
Adaptación, dramaturgia y dirección : Ricardo Iniesta
Con Silvia Garzón, Raúl Vera, María Sanz, Enmanuel García, Pedro Callealta, Laura Krivakova, Raúl Lledó y Ana Baraza
Composición y dirección musical: Luis Navarro
Coros y voz: Lidia Mauduit y Marga Reyes
Fotografías: Curro Casillas, Diego Miranda, José Luis Navarro