Redacción.- Este año se cumple una década desde que, en 2015, la singladura del aforismo español experimentase un punto de inflexión con la concurrencia de varios acontecimientos simultáneos: la publicación de la antología Aforistas españoles vivos, la apertura de la colección Aforismos de La Isla Siltolá, la puesta en marcha de Libros al Albur y la inauguración de la revista digital El Aforista. Estas propuestas se sumaban a la colección Aforismo de la editorial Trea (con la pionera antología Pensar por lo breve, de José Ramón González) y a la que consagraba al género conciso la granadina Cuadernos del Vigía, convocante del Premio Internacional José Bergamín de Aforismos. A partir de entonces, se produjo una cascada de publicaciones e iniciativas que permiten calificar a dicho período de «década prodigiosa» del aforismo español.
Con motivo de esta efeméride, realizamos una ronda de consultas con agentes aforísticos de primer orden para que nos propongan diez títulos que, en su opinión, pueden considerarse como hitos de la década. Lógicamente, se trata de una lista subjetiva fruto del juicio personal, pero en cualquier caso hablamos de personas firmemente comprometidas con el género, lo cual les imprime una consistencia suficiente como para servir de guía introductoria a la materia.
Ricardo Álamo (Sanlúcar de Barrameda, 1965), escritor, aforista, editor y crítico literario. Entre sus libros de aforismos se encuentran Letras mínimas (Editorial Renacimiento, 2023) y Pasos de seda (Apeadero de aforistas, 2024). Su labor como crítico literario le ha llevado a reseñar casi un centenar de libros de aforismos publicados en diferentes revistas, especialmente en Culturamas y Turia. Es autor de diversos libros de microrrelatos, así como de un diccionario de plagiarios, y editor de obras de Julio Camba, Juan Bonilla o Fernando Quiñones. Su libro más reciente lleva por título El humo de las letras (Lectores, escritores, editores y demás ralea).
«Mi selección no pretende establecer ningún ránking, entre otras cosas porque detesto los ránking: los ránking de los libros más vendidos, de los libros más leídos, de los libros más estudiados, de los libros mejor editados o de los libros más conocidos, etcétera, etcétera. Mi selección, pues, no responde a un criterio de selección rankineano (si se me permite este palabro). Si he elegido estos diez libros de aforismos o sobre aforismos y no otros, no es porque no haya otros diez o veinte que no lo merezcan más, sino simplemente porque los he encontrado más afines a mi gusto, y nada más».
Disparos al aire. Antología del aforismo en Hispanoamérica (Ediciones Trea, 2022) de Hiram Barrios, reúne sesenta y cinco autores del género aforístico en Hispanoamérica, desde el siglo XIX hasta nuestros días, y contiene un amplio y pormenorizado estudio preliminar en el que analiza con precisión de erudito la caracterización del aforismo en la modernidad y en el pasado.
Paso ligero. La tradición de la brevedad en castellano (siglos XX y XXI). Edición, selección y prólogo de José Luis Morante (La isla de Siltolá, 2024), antología en la que se dice en su prolijo y detallado prólogo, que en el libro están incluidas «las aportaciones coetáneas más exigentes de la producción aforística en castellano desde el despertar del siglo XX hasta el ahora», subrayando la importancia de autores de la llamada Edad de Plata, como Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez o José Bergamín, hasta autores de la Posguerra y la Dictadura, como Ramón J. Sender, Max Aub o Rafael Sánchez Ferlosio, y teniendo como punto de llegada escritores vivos enclavados dentro del período de la Transición y la democracia, como Manuel Neila, Ramón Eder, Benjamín Prado o Erika Martínez.
El cántaro a la fuente. Aforistas españoles para el siglo XXI (Thémata Editorial, 2024, 2ª ed,), de José Luis Trullo y Manuel Neila, quienes, entre otros aciertos, le han dado relieve a aquellos autores que mejor han sabido moverse en tres de las modalidades de reflexión más afines al género aforístico: la filosófica o cognoscitiva, la ética o moral y la estética o literaria.
El pensamiento escondido. Aforística completa (Editorial Renacimiento Sevilla, 2022), de Dionisia García. Contine los tres libros de aforismos (Ideario de otoño, Voces detenidas y El caracol dorado), publicados por la autora albaceteña. Atendiendo a las muchas veces que Dionisia García hace acopio de recuerdos, impresiones subjetivas e introspecciones nostálgicas, yo diría que el tono que predomina en los tres libros, casi sin solución de continuidad, es el de —paradójicamente— una alegre melancolía.
Contradicciones reunidas (La isla de Siltolá, 2022), de Michel F. Bien podría ser un ejemplo de escritura «mercurial», en la que su autor tiene como referentes a Cioran y Christian Bobin, dos pensadores que, sin estar en las antípodas en cuanto a tendencias reflexivas se refiere, no parecen sin embargo que se encuadren en un mismo marco de pensamiento. Con todo, Michel F. los utiliza para advertir al lector de (y hacia) dónde se encaminan sus ideas. Porque, aunque por un lado, como Cioran, los aforismos de Michel F. se alejen de los dogmatismos, las metafísicas y las doctrinas edificantes, por otro, como Bobin, se acercan con despiadada ironía a cuestionar las filosofías moralizadoras.
Breve catálogo de autoridades en el arte del aliento, malaliento y otras exhalaciones poéticas (Editorial Trea, 2022), de Tirso Priscilo Vallecillos, con prólogo de Paulo A. Gatica Cote. El tono burlón y humorístico, la gracia, la ironía, el juego de palabras, la incitación a hacernos pensar sin la gravedad de lo sentencioso, la huida de lo pomposo y una no oculta inclinación a darle continuidad al horaciano prodesse et delectare (enseñar deleitando) son algunas de las señas de identidad más destacables de los más de cuatrocientos aforismos que conforman el segundo libro de este autor «andaluz y leonés a partes iguales».
Juegos malabares (La Isla de Siltolá, 2022), de Miguel Agudo Orozco. uno de los aspectos más destacados de los aforismos de este libro es el permanente juego de palabras con que su autor levanta ingeniosamente el vuelo de sus máximas. Él las llama «parapensares», pero bien podrían llamarse pero también podrían llamarse «Parareires» o «Parasonreires», ya que no hay página en la que Miguel Agudo Orozco no sea capaz de llevar una sonrisa a los labios del lector.
Aforismos de Jena (Athenaica, 2022), de G. W. F. Hegel, edición de Manuel Barrios Casares y Juan Antonio Rodríguez Tous, dos de los mejores estudiosos españoles del Idealismo alemán. Edición bilingüe acompañada de una esclarecedora introducción y de un aparato crítico de notas que localiza citas y referencias ignoradas hasta la fecha. Precisamente en esa introducción se nos dice que los aforismos de Jena fueron redactados por Hegel entre 1803 y 1806, años decisivos en la composición de su gran obra, la Fenomenología del espíritu. Del importante papel que tales aforismos (99 en total) jugaron en la redacción de tal obra nos habla el hecho de que muchos de ellos contienen ideas que luego Hegel incorporó ad pedem litterae o con mínimas variaciones a su Fenomenología. Imprescindible, pues, para conocer el mecanismo oculto de su redacción.
La cola del cometa (Editorial Renacimiento, 2023), de Miguel Pardeza. Se trata, por ahora, del primer y único libro de aforismos de este autor que, con muestras de cierto cinismo frente al pensamiento único, no por eso deja de revelar un fino humorismo trágico y apático, desesperanzado y desganado, pero también irónico y mordaz con su propia figura y sobre todo con la de quienes tontamente van por el mundo de figurones…
El monstruo en el camerino (Ediciones Trea, 2023), de David Acebes y José Antonio Olmedo. Creadores de lo que ellos llaman «arsofismo», que no es más que otro modo de ser del aforismo, algo así como un artefacto literario traspasado por el humor (y la humorada) pero imbuido de un espíritu crítico, en ocasiones también reflexivo, incluso científico (o todo lo contrario), cuya finalidad última es doble, ya que por un lado pretende retratar o denunciar las injusticias, mentiras y manipulaciones de nuestro tiempo líquido, mientras que por otro lado procura que esas mismas denuncias no sean ni declaraciones solemnes ni tampoco juicios edificantes sino más bien manifestaciones hilarantes de un discurso disconforme con la decadencia moral en la que se halla inmersa la sociedad actual.