Horacio Otheguy Riveira.

El título en latín Alea Iacta-Est (La suerte está echada) da por buena la sensación de una mirada humorística con baño de conceptos y creaciones intelectuales. Panorama culto y didáctico que bien se detalla en el prólogo del profesor y dramaturgo César López Llera, con su aporte de cadencia contemporánea: lo histórico burlado que permite una visión ácida sobre la política de hoy.

Un Teatro para leer que brinda la ocasión de navegar por diálogos ingeniosos, brillantes situaciones, a partir de míticos personajes buscando respuestas en el inframundo.

La situación es grave; más que grave, insostenible. Los comicios se repiten una y otra vez sin alcanzarse acuerdo alguno. ¿Qué fue de la política? ¿Qué fue de los políticos? Llegados a este punto solo hay una solución: la que tomara Dioniso tiempo ha en su descenso al Hades: recurrir a los muertos, a aquellos cuyo recuerdo cincela el mármol, a los que un día gobernaron este mundo y alzaron sus voces por encima del resto de los hombres.

Un tratamiento de divertida suma de diálogos brillantes presenta una pieza que puede degustarse al margen de su peana culta. En sí misma puede referir a cómicas entradas propias de Cabaret Literario así como a rigurosos filones de genios como Aristófanes, el primero en mofarse de las ambiciosas obras de sus trágicos coetáneos. Humor directo y a ratos muy sutil que no descarta una poética de profundas resonancias.

La agilidad de las escenas y el predominio innovador de una Mujer como guía y hacedora de los pasos de los protagonistas Cayo Julio y Marco Tulio.

«Cuadro I.

El inframundo es un lugar umbrío donde resuenan las Gnossienes de Satie y el fragor enfebrecido de una cascada ausente; allí, sobre la pura roca, seca, pétrea, las almas condenadas agotan sus vidas no mortales deshojando los minutos. Reos de sus más enconadas obsesiones, verdaderos delirantes títeres, marionetas de un dios hastiado e impenitente, sucumben a sus castigos en un eterno y necesario retorno. De esta guisa caza Cayo Julio, haciendo uso para ello de un arco de madera de abedul sobre el que dispone sus flechas, una tras otra, que, a pesar de ser impulsadas siempre con la misma fuerza e intención, se pierden entre la bruma y la oscuridad de lo ignoto. No le va mejor a Marco Tulio, obligado a reescribir de rodillas, una y otra vez, cada uno de sus discursos en piadosa y manifiesta actitud.

[…] Marco.- (Declama al aire) «Y tú, el más estúpido de los mortales, ¿no conoces que, si fuera un crimen, del cual me acusas, el desear la muerte de César, también lo sería haberse alegrado de ella? ¿Qué diferencia hay entre el que aconseja una acción y el que la aplaude? No fui yo quien vertió palabras en boca de Bruto que, puñal en alto, me nombró: «¡Cicerón!», después del magnicidio»

Hace sonar una campana y se sume de nuevo en la escritura. De fondo, entreverados, Satie, el ruido de la cascada y unos pasos. Vuelve a declamar con vehemencia.

Marco.— Pero notad la torpeza de este hombre o, mejor dicho, de este animal. Dijo lo siguiente: Marco Bruto, a quien nombro con el honor que merece, teniendo en la mano el ensangrentado puñal, gritó: ¡Cicerón!, de donde debe deducirse que este conocía la conjura. De modo que me llamas criminal porque tú sospechas que yo sospechaba algo, y al que presentaba ante sí el puñal goteando sangre lo nombras con el honor que le es debido. Pero si en tus palabras se encuentra esta estúpida contradicción, ¿cuánta mayor no la hay en tus determinaciones y en tus actos?

Agita otra vez la campana.

Mujer.- No me extraña que terminases sin manos y sin cabeza.

Marco.- La veleidosa fortuna, que juega siempre con las cartas marcadas.

Mujer.- ¿Eufemismos en el inframundo?

Marco.- ¿Eufemismos? No apelo a tales artefactos para aventar mis pensamientos.

Mujer.- Rabietas.

Marco.- Pensamientos.

Mujer.- Rabietas.

Silencio.

Mujer.- Marco, ¿por qué no me miras? ¿Acaso no me reconoces?

Marco.- ¿Mirarte? No tengo tiempo para eso. Debo seguir escribiendo. […]

 

Gonzalo Campos Suárez (Palma de Mallorca, 1976) es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Málaga y académico fundador de la Academia de las Artes Escénicas de Andalucía. Premio Ciudad de Málaga de Teatro 2021 (V Certamen de Teatro «Suso de Marcos») por su obra Ciudadana ejemplar, estrenada en el Teatro Echegaray de Málaga dentro del programa oficial del 39 Festival de Teatro. Ganador del II Certamen Internacional de Textos Dramáticos convocado por el IV Festival de Teatro Español en Atenas por su obra En las nubes, publicada por la editorial griega IASPIS. Es autor de los volúmenes de cuentos Karaoke (Ed. Sloper, 2022) y Mi bello Fauvel (Ed. Adeshoras, 2018), ambos designados finalistas en los 29º y 25º Premio Andalucía de la Crítica. Es también autor de las obras teatrales El baile de los incoherentes, estrenada por la compañía La Bohëmia en el Teatro Echegaray de Málaga dentro del programa oficial del 35 Festival de Teatro, y Ninfolepsia, estrenada por la compañía La Coracha Teatro y publicada por el sello Ediciones Invasoras con prólogo de Alfonso Zurro. Su obra Del color de la sombra (catarsis de una mujer rural) se estrenó en la localidad africana de Bongor (Chad) en 2019. Asimismo, es autor de la comedia teatral Aristócratas (Ed. Invasoras), al igual que de varias obras breves estrenadas y publicadas en distintos volúmenes, antologías y revistas especializadas.

Recientemente ha sido traducido en Estados Unidos.