Esta sección trata de la tecnología y su aplicación en la cultura. Sin entrar a valorar las causas y las soluciones al apagón que afectó a España hace algunas semanas , si me gustaría hacer una aportación al tema.

Una sociedad con cada vez más dependencia tecnológica implica tratar una cantidad ingentes de datos, que se generan desde la esfera empresarial y privada. Esa información debe estar siempre disponible, garantizando un acceso seguro a la misma.

Los CPD o centros de procesamiento de datos son instalaciones en las que se guardan los datos necesarios para empresas y particulares. Deben permiten la conectividad y garantizar la confidencialidad y disponibilidad de lo que está allí almacenado.

Para su funcionamiento se necesitan grandes cantidades de energía para abastecer y garantizar 24*7 el suministro a las máquinas tan potentes que allí se alojan. Se estima que un centro de datos consume entre 500 kW y varios megavatios de potencia. Los centros de datos a gran escala, pueden consumir la misma cantidad de energía que una pequeña ciudad.

Para garantizar la disponibilidad de los datos en cualquier momento se tiene en cuenta la redundancia, un aspecto crucial del diseño de un centro de datos. Los sistemas de energía redundantes garantizan el funcionamiento ininterrumpido del centro de datos, incluso si falla una fuente de alimentación.

Disponer de dos fuentes de alimentación independientes, mejor si es de compañías distintas, minimiza el riesgo de un corte total del suministro eléctrico.

La mayor parte de la energía se utiliza para alimentar los servidores, que son los que se encargan de procesar y almacenar los datos. Esos servidores producen calor en su funcionamiento, por lo que es fundamental incorporar una buena refrigeración, que evite sobrecalentamientos y por tanto fallos en el sistema.

Los centros de datos también incluyen otros equipos como routers, sistemas de respaldo, cámaras de vigilancia…, que necesitan de igual manera alimentación constante.