AFORISMOS INÉDITOS DE JOSÉ LUIS TRULLO

 

Una cosa es que jamás puedas llegar a conocerlo todo… y otra muy distinta saber única y exclusivamente lo que te conviene.

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–Ignoro si…

–¡Pues sí! ¡Ignoras! ¡Y lo sabes perfectamente!

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Todo depende de la perspectiva, sí, pero no nos engañemos: las generosas son moralmente superiores a las mezquinas.

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Sólo sabes que sabes lo que te da la gana, truhán.

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Como a la de Procusto, la verdad se adapta al tamaño de la cama en la que la acuestas. Eso sí, en cuanto se levanta, recobra su estatura real.

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¡Tápate los oídos! ¡Arráncate los ojos! ¡No permitas que nada te aparte de tu travesía hacia la total, completa y absoluta ignorancia!

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Ignorantes: unos nacen, otros… se hacen.

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El tonto, el loco y el ignorante: ¿qué no se haría un necio para salvarse?

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La mejor manera de no tener noticia de lo que amenaza tus convicciones es limitarte a tener noticia de lo que ratifica tus convicciones..

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¿Por una ventana? ¡Qué más quisiera él! El ignorante observa el mundo… por la mirilla de su puerta.

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Los límites del mundo no son los límites de tu visión del mundo.

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También los músicos del Titanic decidieron que no sabían lo que estaba pasando.

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Ignorancia culposa: la de quien, en cuanto humano, debería esforzarse en aplastar, y en cambio la alimenta.

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Ojos que no ven… corazón que se autoengaña.

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¿A quién castiga realmente el que cree impartir justicia con su ignorancia fingida?

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¡Todo el saber de todos los tiempos al alcance de la mano… y tú, empeñado en aplastarlo con el pulgar, como a un gusano!

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La necedad voluntaria es un arma de doble filo: con uno te hiere, con el otro te mata.

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No existe el sapiens no practicante.

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Saber, sabe quien aprende y lo recuerda, no quien toma nota y pasa a otra cosa.

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Del mismo modo que hay que saber saber, también es preciso ignorar la ignorancia que no tiene por fin último un conocimiento superior.

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¡Qué bien sabe lo que se sabe que se sabe a ciencia cierta! ¡Y qué insípido ese conocimiento que, para sostenerse, ha de hacer abstracción del mundo entero!

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«No se vive si no se sabe», advirtió Gracián. Exageraba: se hace como el antílope, el jaguar o el elefante, que únicamente existen para comer, beber y aparearse.

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¡Atrévete a saber con mesura y a ignorar con buen juicio! De lo contrario, perpetras una suerte de suicidio.