Horacio Otheguy Riveira
Una personalidad transparente, creadora de mundos fabulosos donde romanticismo y fantasía suman de manera envolvente, condición que se enriquece al conocer a la autora, relajada, simpática, al margen de poses y divismos.
En las casi 700 páginas de QUICKSILVER —su primera novela— la etiqueta de fantasía + romance se queda corta, demasiado limitada a lugares comunes. Lo cierto es que estamos ante un caudal de imaginación y emociones comandados por Saeris, una brillante pícara que robando por aquí y por allá para poder subsistir en el reino en que vive con su hermano Hayden: es un desierto en el que el bien más preciado es el agua y su monarca una tirana llamada Madra.
Un día, Saeris roba algo que no debe y ciertos acontecimientos hacen que acabe en otro reino completamente diferente donde el invierno es perpetuo y la nieve lo cubre todo. Allí vive Kingfisher, un guerrero fae que quiere que Saeris le ayude a ganar una guerra que lleva años en marcha.
Sirvan estos datos a modo de introducción para entrar en la formidable novela, después de leer las declaraciones de la autora, quien —con enorme sencillez— nos habla de las muchas dificultades que tuvo para llevar a cabo la creación de un mundo fantástico que tuvo que atravesar las hostiles pruebas de la dura realidad del mundo editorial.
Empezaste autopublicando tus novelas sin el respaldo de una editorial tradicional. ¿Cómo recuerdas aquellos primeros momentos?
La vida era mucho más dura entonces. Estaba trabajando a tiempo completo, de hecho con dos trabajos. Era bastante pobre y no tenía dinero para pagar a un editor. Incluso para el diseño de la portada tuve que ahorrar, y luego aprender diseño gráfico por mi cuenta. También tuve que aprender marketing, cómo llegar al público, cómo formatear los libros… Hacía el trabajo que normalmente hacen muchas personas en la industria editorial. Era como tener cinco trabajos a la vez. Durante 13 años estuve acostumbrada a eso, sin descanso. Esperaba que al publicar con una editorial tradicional pudiera descansar… pero eso todavía no ha pasado (risas). Aun así, trabajar con profesionales en cada área —formato, diseño de portada, etc.— ha sido maravilloso. Es increíble tener un equipo que hace que algo exista y sea especial.
- ¿Tenías confianza en que ibas convertirte en escritora profesional incluso cuando tenías dos trabajos?
No. La respuesta siempre va a ser no. Creo que la mayoría de escritores no empiezan con la idea de convertirse en autores profesionales, sino porque les gusta escribir, tienen una historia que necesitan contar. Yo no empecé a escribir para ganar dinero, sino porque me encantan los libros. Pero siempre te asalta el síndrome del impostor, la sensación de que lo que has creado no es lo suficientemente bueno. Es una lucha interna continua.
- ¿Cuándo empezaste a soñar con el éxito mundial de Quicksilver?
Fue después de publicar el libro. Al principio, Quicksilver no funcionó bien, lo cual me generó mucha ansiedad. Había escrito durante años dentro del dark romance, pero ahora quería llegar al público de romantasy. Entonces investigué en TikTok: busqué el hashtag romantasy, encontré lectoras y booktokers con plataformas activas. Escribí a unas 30 personas, la mitad respondió y aceptaron leer el libro. Cuando empezaron a publicar sobre él, la atención creció exponencialmente y no ha dejado de crecer desde entonces. Les debo muchísimo por darme esa oportunidad. Sin ellos, quizá seguiría buscando un hogar para este libro.
- ¿Recomendarías hoy a otros escritores —jóvenes o no— que apuesten por la autopublicación?
Es una decisión muy personal, depende de los objetivos de cada uno. La publicación tradicional requiere paciencia. A veces hay que escribir varios libros antes de firmar un contrato. Los agentes literarios tienen miles de manuscritos por revisar. Muchos dicen que tuve un éxito de la noche a la mañana, pero nadie ve los 13 años de trabajo duro detrás. Si quieres avanzar rápido y estás dispuesto a aprender todo por tu cuenta, la autopublicación es una forma eficaz de llegar al lector. Pero si tu sueño es trabajar con una editorial o un agente específico, puede que valga la pena esperar. Cada uno tiene su camino.
- ¿Cómo mantuviste la fe en los momentos difíciles?
Soy la persona más testaruda del planeta. Tengo una fuerza de voluntad que se niega a rendirse. Si alguien me dice que no puedo hacer algo, me esfuerzo el doble. Mi abuelo me decía: “solo fracasas cuando te rindes”. Así que mientras no tire la toalla, no he fracasado. Y rendirme nunca ha sido una opción.
- ¿Alguien cercano te dijo alguna vez que lo dejaras?
No exactamente. Nadie me dijo “ríndete” o “consigue un trabajo de verdad”, lo cual agradezco mucho. Los primeros tres años de autopublicación fueron financieramente muy duros. Trabajé en dos empleos a tiempo completo para sostener mi carrera como autora. Autopublicar es caro. Me tomó varios años empezar a vivir de esto, pero desde entonces he tenido mucha suerte.
- El dark romance y el romantasy han pasado de ser géneros de nicho a convertirse en un fenómeno global. ¿Por qué crees que conecta tanto con las lectores, especialmente los jóvenes?
Creo que estas historias siempre han existido, solo que ahora el género ha encontrado un nombre y un momento. Muchos lectores que antes solo leían fantasía o solo leían romance están descubriendo este cruce entre ambos mundos. Lo prueban y se sorprenden. Son historias diversas, con personajes potentes. Además, los aspectos más oscuros conectan con muchas personas que no quieren leer solo historias fáciles o simples. Exploran los grises, los tabús, las cosas reales. A veces, leer sobre estos temas ayuda a procesar también lo que vivimos fuera de los libros.
- ¿Eras tú misma lectora de romance o fantasía antes de escribir?
Siempre he leído fantasía. Es mi género favorito. Con el romance oscuro, no tanto. Intento no leer en el mismo género en el que escribo para no contaminar mi voz. Pero escribir una historia romántica dentro de un mundo de fantasía ha sido divertidísimo. Me gustaría escribir fantasía épica tradicional, pero eso implicaría dejar de leerla por un tiempo… y no sé si podría. Soy adicta a la fantasía.
- Miles de fans en todo el mundo están profundamente entregados a tus libros. ¿Cómo vives esa conexión con tu comunidad de lectoras?
Es increíble. A veces tengo que pellizcarme para creer que es real. En TikTok veo memes, vídeos, cosplay… y todo eso me deja sin palabras. Los mensajes que recibo son de una amabilidad profunda. Me siento muy afortunada de ser parte de esta comunidad donde la gente se apoya mutuamente, ya sea en grandes convenciones o en pequeños eventos. Es un verdadero honor.
- ¿Sientes alguna responsabilidad adicional por el impacto que tienes en los lectores a la hora de planificar el siguiente libro?
Sí, en cierto modo. Sé que hay teorías, expectativas… pero voy a ser fiel a la historia que tengo en mi cabeza. Desde el principio planifiqué una serie de cinco libros, con un camino muy claro para los personajes. Sé que algunas personas se toman las cosas muy a pecho —hasta he recibido amenazas si le pasa algo a Carrión Swift (risas)—, pero eso solo demuestra lo mucho que sienten.
- ¿Qué nos puedes contar de tus próximos proyectos? ¿Y sobre la serie de Netflix basada en Quicksilver?
El segundo libro es aún más intenso. Hay más personajes secundarios, más acción… no da tregua. Y en cuanto a la serie de Netflix: estoy trabajando con un equipo increíble. Nuestra productora hizo Alien: Romulus y es una titana de la industria. También tenemos una guionista brillante. Yo seré productora ejecutiva, lo cual es completamente nuevo para mí. Estoy emocionada y nerviosa. Estaré en el rodaje y podré compartir con mis lectores todo lo que se me permita. En cuanto al reparto… no puedo decir nada aún, ni siquiera mis preferencias. Pero todo apunta a que será algo muy especial. Netflix quiere avanzar rápido, así que espero que no tarde mucho en arrancar.