Diane Seuss es una poeta que podríamos llamar maldita o marginal y que, sin embargo, ha obtenido premios del establishment. Proviene de una familia monomarental obrera del Michigan rural donde aún vive. Ha sido profesora en varias universidades.
Se traducen aquí poemas de su libro frank: sonnets (Graywolf Press 2021) que ganó el Pulitzer en 2022 y otros cinco importantes premios, entre los que destaca el del National Book Critics Circle Award. Su libro más reciente es Modern Poetry (Graywolf Press 2024). Ha escrito cuatro libros de poesía adicionales. Su obra no ha sido traducida al español.
frank: sonnets es un hermoso y complejo libro donde se respeta escrupulosamente la regla de los 14 versos, pero ninguna más y del que, sin embargo, emana un inconfundible aroma a sonetos. La longitud de los versos, por otro lado, anárquica, es, en general larga y obliga a usar a veces tanto las páginas pares como las impares para no truncarlos. El encabalgamiento se usa profusa y violentamente, así como los neologismos, la sintaxis como campanas al vuelo, las citas metaliterarias y las referencias a los imaginarios contraculturales. Su tono es punzante y divertido a pesar de que trata temas duros y profundos. Con un cierto nihilismo y amargura da vueltas al fracaso, al desamor, al envejecimiento, a las adiciones, al aborto, a la muerte, a los problemas sociales de USA y a cuanto puede interesar a una escritora pendiente del tiempo que le ha tocado vivir. También al propio hecho de escribir y al significado de «maldita poesía».
[The sonnet, like poverty, teaches you what you can do]
The sonnet, like poverty, teaches you what you can do
without. To have, as my mother says, a wish in one hand
and shit in another. That was in answer to I wish I had
an Instamatic camera and a father. Wish in one hand, she
said, shit in another. She still says it. When she tells me
she wishes I were there to have some of her bean soup
she answers herself. Wish in one hand, she says, shit it in another.
Poverty, like a sonnet, is a good teacher. The kind that raps your
knuckles with a ruler but not the kind that throws a dictionary
across the room and hits you in the brain with all the words
that ever were. Boxed fathers buried deep are still fathers,
teacher says. Do without the. Without and. Without hot
dogs in your baked beans. A sonnet is a mother. Every word
a silver dollar. Shit in one hand, she says. Wish in another.
El soneto, como la pobreza, te enseña lo que no necesitas.
Como dice mi madre, tener en una mano un deseo
y mierda en la otra. Lo dijo en respuesta a mi anhelo de tener
una Instamatic y un padre. Deseo en una mano, decía,
mierda en la otra. Aún lo dice. Cuando me cuenta
que me querría allí para probar un poco de su sopa de alubias
se responde a sí misma. Deseo en una mano, dice, mierda en la otra.
La pobreza, como un soneto, es una buena maestra. De las que te dan
con una regla en los nudillos, pero no de las que lanzan un diccionario
que cruza el aula y te golpea en el cerebro con todas las palabras
que han existido. Los padres en una caja sepultados en lo hondo aún son padres,
dice la maestra. Prescinde del el. Del y. De los perritos
calientes en tus alubias estofadas. Un soneto es una madre. Cada palabra
un dólar de plata. Mierda en una mano, dice. Deseo en la otra.
[Literature is dangerous business, the entrapment of form in poetry, plot]
Literature is dangerous business, the entrapment of form in poetry, plot
in fiction, can be claustrophobic to a person like me, and not trellised exit gate
one can find themselves not just lost but impaled on the tangible details
of someone else’s world — blue paint drying on the pickets, meaty smell of hot
shrubbery – mere facsimiles, but also by the feelings of the characters, stratified,
as if by some eons-spanning organic process, grief, desperation, self-deception,
scattered sparingly with some gorgeous momentary wish fulfilment, two
characters, one secretive and impacted, one spontaneous, who meet at night
on a serpentine bridge, wordless brushing of fingertips over wrist, lips over jaw,
then part, headed for university or war, or their romance blossoms for a time
but goes flat, wrecked by capitalism, sex roles, time, you see, for weeks on end
I’m stuck on this prison made of paper and ink, this grinding ménage à trois,
unable to eat or drink, rereading those few sentences written by someone
wracked with syphilis that emit the pepper-scented musk of white Hesperis.
La literatura es un asunto peligroso, la trampa de la forma en poesía, la trama
en narrativa, pueden ser claustrofóbicas para alguien como yo, y sin tener trenzada una salida,
una puede encontrarse no solo perdida sino empalada en los detalles tangibles
del mundo de los otros — la pintura azul que se seca en el cercado, el olor jugoso de
la maleza ardiente – meros facsímiles, pero también por los sentimientos de los personajes, estratificados,
como por algún proceso orgánico que abarca eones, dolor, desesperación, auto decepción,
cuidadosamente esparcidos entre alguna hermosa realización momentánea del deseo, dos
personajes, uno reticente y resoluto, uno espontáneo, que se encuentran de noche sobre un puente serpenteante, muda eclosión de las yemas de los dedos sobre la muñeca, de los labios sobre la mandíbula,
para después separarse, directos a la universidad o la guerra, o su romance florece por un tiempo
pero acaba yerto, destrozado por el capitalismo, los roles sexuales, el tiempo, ya ves, semana tras semana
estoy atascada en esta prisión hecha de papel y tinta, este trío extenuante,
incapaz de comer o beber, releyendo esas pocas frases escritas por alguien
asolado por la sífilis que emiten el almizcle con aroma a pimienta de la juliana blanca.
[Death does not exist in poetry. A line may fade into the silence past its breaking]
Death does not exist in poetry. A line may fade into the silence past its breaking
but that is not death. No choking sounds in poems, no smell of blood. I can describe
the sound, the smells, but the description is, in fact, a hiding place. There is no nobility
in description. Is there a nobility in poems? let’s hope not. Nobility is another place
to hide. “Through all these myriad felt and mostly scorned and disreputable realities”,
Alan wrote in a poem. I hope it is OK that I have quoted you. Alan. It is a poem
about love´s nuance but Alan would agree there is no love in poems. There is no love
in a mushroom, in a handmade wedding dress. No death in a funeral hankie
embroidered with the words “Try not to use it”. I looked at a worm and I thought
it was an angel. I looked at an angel and thought it was a storm. What is wrong
with the mind is what is wrong with the poem. It is difficult to get the news-
boy to be a newsboy. He keeps turning into a girl carrying a fish in a cloth delivery
bag to her grandmother who is really a wolf dressed as a grandmother singing a line
from Ulysses: “So stood they there both awhile in wanhope, sorrowing one with other”.
La muerte no existe en poesía. Un verso puede desaparecer en el silencio después de su cesura
pero eso no es una muerte. Ninguna señal de ahogo en los poemas, ni olor de sangre. Puedo describir
los sonidos, los olores, pero la descripción es, de hecho, un escondrijo. No hay nada de noble
en la descripción. ¿Hay nobleza en la poesía? esperemos que no. La nobleza es otro
escondrijo. “A través de todas estas realidades percibidas sin fin, de mala reputación, ampliamente despreciadas”
ha escrito Alan en un poema. Espero que no te importe que te cite, Alan. Es un poema
sobre las sutilezas del amor, pero Alan estaría de acuerdo en que no hay amor en la poesía. No hay amor
en un hongo, en un traje de boda hecho a mano. No hay muerte en un pañuelo fúnebre
bordado con la cita, “Trata de no usarlo”. He mirado un gusano y he pensado
que era un ángel. He mirado un ángel y he pensado que fuera una tormenta. Lo que va mal
en la mente es lo que va mal en el poema. Es difícil conseguir que el chico que sale en las noticias
sea un repartidor de periódicos. Se empeña en transformarse en una chica llevando a su abuela un pez
en una bolsa de reparto de tela que, en realidad, es un lobo vestido de abuela que canta un verso
del Ulises: “Así se quedaron allí por un tiempo, los dos en desaliento, lamentándose el uno con el otro».
Traducción: Bernardo Santos
Bernardo Santos (Vinuesa, 1962) es poeta y traductor. En poesía ha publicado, entre otros, La Tempesta del Tempo (Ensemble 2024), Profunda Intención (La Imprenta 2024), De la estirpe burguesa (Amargord 2018), Carbono 14 (Baile del Sol 2017) y Global y Roto (Amargord, 2014 y 2018). Ha traducido a Marco Onofrio (Emporium) y Gëzim Hajdari (Il Delta del tuo Fiume) y para diversas revistas, siempre del italiano.

