Eduardo Suárez Fernández-Miranda.
Es uno de los escritores más auténticos de Centroamérica, capaz de trasladar a su ficción el ambiente de violencia que se ha respirado en El Salvador bajo formas que escapan a toda tradición y con una voluntad de estilo tan potente como original. Diego Gándara.

Ya lo había dicho Horacio Castellanos Moya en alguna entrevista: “No he encontrado otra forma de ajustar cuentas con la patria más que a través de la invención”. El escritor centroamericano ha gestado una narrativa en la que los problemas personales de sus protagonistas se entretejen con los hechos históricos de un país, El Salvador, que durante el siglo XX vivió sumido, por momentos, en una vorágine de violencia y terror.
En parte de su producción novelística, Castellanos Moya centra los avatares históricos en una familia determinada: Los Aragón. Esta saga familiar es la protagonista de títulos tan destacados como Tirana memoria, Desmoronamiento, o la que acaba de publicar la editorial barcelonesa Random House: Cornamenta.
En esta ocasión, el escritor nicaragüense entremezcla las pasiones personales de Clemente Aragón, un hombre casado que cuenta con una destacada reputación en la sociedad salvadoreña, y que a pesar de ello mantiene una serie de relaciones adúlteras: “Que cómo un hombre con familia y vida pública respetables, se enreda en líos fogosos, más propios en el joven rebosante de testosterona que en alguien que ya alcanza la cincuentena, es algo que ni el propio Clemente Aragón entiende, ni pretende entender, porque la vida ni de broma se detiene y más bien empuja sin cesar”.
Destaca su aventura con Blanca, esposa de un general amigo suyo. El temor a que salga a la luz este idilio transforma la vida apacible del protagonista quien, poco a poco, irá cayendo en pensamientos paranoicos agravados por las misteriosas llamadas que recibe.
Nos encontramos a comienzos de 1972. El gobierno militar al frente del estado en El Salvador ha cometido fraude electoral. Este hecho desata las protestas acompañadas de “una oleada de intrigas y conspiraciones”. Aunque el protagonista de Cornamenta tratará de mantenerse al margen de estos hechos luctuosos, tanto él como su familia se verán arrastrados por la “deriva de una nación en medio de un conflicto inagotable”.
Una prosa rica en matices a la vez que poderosa en su planteamiento convierte a Horacio Castellanos Moya en uno de los grandes narradores contemporáneos. Un autor que reconoce la vinculación que existe con su propia geografía, con una forma de ser, y su pertenencia a “una cultura y, de alguna manera, a una forma de entender el mundo”.
Del mismo autor en la editorial Random House: El hombre amansado, La sirvienta y el luchador o Insensatez.

