Redacción.
En ‘Sigue lloviendo’, Alice Kellen nos sumerge en una historia profundamente humana, cargada de emociones crudas y matices que trascienden la simple etiqueta de “novela romántica”. Con una prosa envolvente, delicada y, al mismo tiempo, intensa, la autora nos presenta a Víctor y Sara, dos personas que alguna vez creyeron tenerlo todo, pero que aprendieron, a través del amor y el dolor, que incluso las relaciones más apasionadas pueden quebrarse.

Lo que hace especial a esta obra no es solo la historia de amor en sí, sino la manera en que Kellen retrata las heridas invisibles que deja el final de una relación significativa. El divorcio de Víctor y Sara no es solo un punto de ruptura, sino un proceso de reconstrucción personal. Ambos intentan adaptarse a un presente donde ya no son “nosotros”, y esa sensación de extrañeza frente a alguien que una vez fue hogar es uno de los hilos emocionales más potentes de la trama.
Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, la novela explora magistralmente el conflicto entre lo que dicta el corazón y lo que dicta la razón. La tensión entre nostalgia y dolor, deseo y miedo, es tan realista que resulta imposible no empatizar con ellos. Kellen plantea preguntas universales: ¿es posible amar y odiar a la misma persona?, ¿puede el tiempo curar heridas tan profundas?, ¿o hay historias destinadas a cerrarse para siempre?
Los personajes están construidos con gran profundidad. Víctor es firme en sus convicciones, pero no inmune a la fragilidad que provoca reencontrarse con un amor perdido. Sara, en cambio, es un personaje complejo, que encarna la duda, la vulnerabilidad y la esperanza. La autora consigue que ambos resulten auténticos, imperfectos y humanos, alejándose de estereotipos para ofrecer retratos realistas del amor adulto.
La ambientación y el tono narrativo envuelven la lectura en una atmósfera melancólica, casi cinematográfica, donde la lluvia actúa como símbolo recurrente de la nostalgia, la purificación y el renacer. El estilo de Alice Kellen —poético pero sin excesos— logra que cada diálogo y cada silencio transmitan algo más allá de las palabras.
‘Sigue lloviendo’ es, en esencia, una historia sobre segundas oportunidades, sobre el peso de los recuerdos y sobre cómo, incluso después de la tormenta, algunas emociones permanecen. Es una lectura que invita a la reflexión, que conmueve y que se queda en la memoria mucho después de haber cerrado el libro.

