Redacción.

En ‘La cruzada’, Florencia Canale vuelve a demostrar su maestría para rescatar figuras históricas y dotarlas de una voz intensa, vibrante y profundamente humana. En esta ocasión, se adentra en la vida fascinante y turbulenta de Catalina de Erauso, más conocida como la “Monja Alférez”, una mujer que en el siglo XVII desafió todos los límites impuestos por su época, su género y hasta su propio cuerpo.

Canale presenta a Catalina desde su infancia en San Sebastián, marcada por una educación conventual que nunca logró domesticar su rebeldía. A los quince años, la joven huye del claustro y toma una decisión que cambiará para siempre su destino: vestir ropas masculinas y vivir como un hombre. A partir de ahí, la novela nos lleva a través de océanos y continentes, siguiendo una existencia marcada por la guerra, el peligro y una incesante búsqueda de libertad.

La autora no se limita a narrar aventuras; construye un retrato complejo de una mujer que encarna la transgresión en su forma más pura. Catalina combate en batallas, se enfrenta a la muerte en innumerables ocasiones y desafía los códigos sociales y morales de su tiempo. Entre lo que realmente ocurrió y lo que la leyenda alimenta, ‘La cruzada’ se mueve con soltura, ofreciendo al lector una historia que combina el rigor histórico con una narrativa apasionante.

Uno de los grandes logros de Canale es su capacidad para dotar de densidad psicológica a un personaje que, a primera vista, podría ser solo un mito de aventuras. La autora explora sus contradicciones, sus miedos, su fuerza y su vulnerabilidad, revelando a una Catalina que no solo lucha contra el mundo, sino también contra sí misma.

El estilo de Canale, ya inconfundible, se despliega en descripciones vívidas y en un ritmo narrativo que atrapa desde la primera página. La ambientación histórica es precisa y envolvente: se siente el olor del mar en las travesías, el calor sofocante de los campos de batalla y la tensión en cada duelo.

‘La cruzada’ es más que una novela histórica; es una exploración del coraje, la identidad y la necesidad de romper cadenas, incluso cuando el precio es la soledad o el peligro constante. Una obra intensa, poderosa y conmovedora que confirma a Florencia Canale como una de las narradoras más audaces y talentosas de la literatura contemporánea en lengua española.