Si, como decía Mark Twain, desde los tiempos de Adán los tontos están en mayoría, entonces desde los tiempos de Caín están los hijos de puta, añadiríamos nosotros. Por tanto, y aunque el Eclesiastés ya aclaraba que “el número de tontos es infinito”, no llegó a poner de manifiesto que además de los tontos están los hijo’putas, que, por la estructura misma de la situación, no son un infinito, sino un (casi) infinito sobrepuesto y derivado del anterior, y por tanto un sobre-infinito.

*

Ya habíamos quedado, siguiendo a Gracián, en que, si uno no reconoce a un necio nada más verlo es necio también. Pero es un verdadero psicólogo aquel que nada más oír las cinco primeras palabras de alguien puede discernir si es una mala persona.

*

El granuja es quien mejor identifica a otro granuja nada más verle. ¿…O tal vez eso era antes? Y es que muy lejos están aquellos tiempos dorados en que los bandidos constituían un grupo aparte, perfectamente identificable y reconocible como tal. “¡Mira, ahí viene una cuadrilla de bandidos!” ―se decía―. “Yo soy bandido” ―exclamaba el forajido―. Había en ellos franqueza y honradez (por eso podía haber bandidos honrados). Eran una categoría, un estado. Antes, todo estaba claro, hoy han aprendido el arte de la mímesis.

*

No es que todos seamos un poquito buenos y un poquito malos, sino que todos somos un poquitín malos y un poquito menos malos.

*

Él no es malo a grandes cantidades porque es cobarde. Él es malo a pequeñas cantidades, porque además es perverso.

*

No son inteligentes, son mal intencionados.

*

Estoy tan hastiado de tratar con granujas de ahora que, por ello mismo, cuando tengo que relacionarme con ellos, curiosamente me invade, en lugar de una subida de adrenalina, una pereza tremenda.

*

Únicamente los carceleros saben lo que es la naturaleza humana. Los filósofos se la imaginan, y los teólogos se la inventan.

*

… Y me da coraje que las buenas personas, en lugar de volverse locas, son tan buenas que, en lugar de eso, se vuelven tontas. Encontrar una persona buena que no sea tonta es prodigio, ejemplar eximio de la especie humana, y como tal debería ser venerada.

*

A veces pienso que los malos son necesarios en la vida, como en las películas. Si no, no habría películas.

*

Lo bueno de los sueños es que en ellos no hay tontos. (Por lo menos en los míos). Hay hijoputas, pero no tontos.

*

Bien es verdad que los tiempos cambian… Antes había buenos y malos, ahora hay gilipollas y gilipollos: es decir, gilipolles.

*

“No son en absoluto los malos los que hacen mayor mal a este mundo. Son los torpes” (Valéry). No estoy seguro. A los torpes se les puede neutralizar… Para mí, son los cobardes.