Por David Farré /

"Si desaparezco es porque ya no hablamos
Para no repetirnos lo mismo de lo mismo
Si desaparezco es porque ya no tiemblas
Cuando voy y te abrazo y te beso por el cuello"

La letra es de la canción “Si desparezco”, la canción que me llevó a descobrir a la banda tinerfeña capitaneada por los hermanos Jair y Noé Ramírez, la canción que me llevó a anotar en la lista de conciertos de este 2025 el de Pumuky en la Sala Vol de Bacerlona, ese sala pequeña y tan especial que tanto me recuerda a Sala El Ventiuno de Huesca.

La velada comenzó con Cohete Duende como teloneros, encargados de abrir un espacio de escucha pausada y preparatoria. Poco después, Pumuky apareció sin artificios: luces mínimas, disposición sobria y una mezcla equilibrada entre nuevas composiciones de su quinto trabajo “No sueltes lo efímero” y algunos temas de trabajos anteriores.

“No sueltes lo efímero” es un trabajo que combina melancolía, texturas ambientales y una producción cercana al dream-pop oscuro. En directo, esas canciones son de las que gana fuerza: guitarras expansivas, percusión precisa y una voz que transitó entre la fragilidad y la intensidad, sosteniendo un discurso emocional.

Un concierto de Pumuy es la mezcla de pasajes de calma absoluta seguidos de estallidos eléctricos que mantienen la atención del público con una iluminación discreta pero eficaz, reforzando el carácter introspectivo del concierto.

El público que llenaba la Vol vibró tanto con los nuevas temas como los clásicos de la banda, la ya mencionada “Si desaparezco”, “El salitre de tu labios”, “La singularidad”, “Terriblemente bello”, “Los enamorados”

Una hora larga de concierto sirvió a los tineferños Pumuky para presentar su nuevo trabajo “No sueltes lo efímero” confirmando que la banda sigue siendo una de las voces más personales del panorama alternativo nacional.