Horacio Otheguy Riveira.
Dos hombres están encerrados en un sótano, con escasas probabilidades de sobrevivir. Uno le pide al otro que escuche la historia que le va a contar.
Noche de San Juan, años noventa, Llanes. Dos jóvenes se apartan de su grupo y pasan la noche juntos en el bosque. Al amanecer, ella bebe de una fuente. El primer rayo de sol incide sobre el agua, un reflejo conocido como Flor de Agua al que se le atribuyen poderes.
Día de San Juan, 2023. La Brigada del Oriente se reúne para afrontar un caso tras cuatro años: un joven ha sido asesinado, y en el interior de la boca de la víctima encuentran un pedazo de madera con el dibujo de la flor de agua. Intrigas, supersticiones y asesinatos con un elemento en común se entrelazan en un nuevo caso de la serie del Oriente Astur.
Novela negra y misterio sobrenatural
Marina Roldán desarrolla con ímpetu su madurez como policía y mujer traicionada cuando más apoyo necesitaba, y lo hace removiendo un conflicto del pasado al que se le suman otros. Su atractivo se ve doblegado por momentos, pero lo interesante del montaje de la novela es su perfil dinámico, tierno, enérgico para afrontar las dificultades en un entorno de mucha acción, historias cruzadas y el talento de la autora que consigue entusiasmar con esta tercera parte.
En efecto, el crecimiento –en gran medida cinematográfico– de las muchas facetas que se brindan generosamente, implica sólidos personajes imbricados en el paisaje fascinante de Asturias, sin descuidar el ritmo, la cadencia que la historia central reclama alrededor de asesinatos con mutilaciones, un suicidio, maltratos bestiales por parte de un perverso ricachón, y entre los perversos lazos un descubrimiento amoroso… Estos son algunos de los hechos que se asoman a lo largo de la trama.
Una trama que toca asuntos de sempiterna actualidad como la influencia de familias pudientes y una organización que intenta dominar mente y cuerpo de sus niños luego jóvenes. Plan obcecado y siniestro como pocos por donde perfilan dramas emocionales ligados a la represión de la libertad sexual.
Violencia demencial
Ningún tema aparece solo para impactar, por el contrario, el mayor acierto de Marta Huelves radica en que naturaleza, paisaje social, mirada crítica y crisis emocionales de algunos personajes confluyen con un acertado lenguaje donde el suspense entreteje historias de las que siempre queremos saber más… hasta dar con un final sorprendente -como es propio del género- que abre la puerta grande de futuras obras, tal vez con el protagonismo de la carismática subinspectora Marina Roldán y su jefe inmediato, Salvador Badia.

Novela negra de largo alcance con algunas supersticiones como la Flor de Agua que, históricamente, permanece en la cultura popular asturiana, como elemento protector o tremenda maldición.

Llanes, Playa de Toró, Asturias. Noche de San Juan 1997. De aquel tiempo de eufórica festividad, con briosos jóvenes amantes… A un morboso encadenado de crímenes en 2023…
Agresividad de un empresario poderoso
«… Las horas solitarias pasaban tan lentas que las confundía. A Julia nunca la visitó un médico. Nada de ejercicios de preparación al parto, ni tan siquiera pudo escuchar el latido del corazón de su hijo. Estaba prisionera en aquella casa, sin el apoyo de un rostro amigo. ¿Que si pensó en escapar? ¡Por supuesto! Una y mil veces. ¿Y qué haría entonces? ¿Cómo alimentaría a su bebé? ¿Qué futuro podría ofrecerle? Lo único que la mantenía con fuerza era pensar que llevaba en su vientre una parte del amor de su vida.
Y entonces… apareció él. Jesús Estrada.
Llegó una mañana muy temprano en un coche carísimo y cargado con una cuna. Enseguida percibió el desánimo de Julia. Con dedicación, montó la cuna y la situó junto a la cama de la chica. Llenó el cuarto de peluches y otras ñoñerías y, después, sin mediar palabra, le dio una paliza. Eso sí, con cuidado de no tocarle el vientre. La golpeó hasta llenarse las manos de sangre.
Después de dejarla tendida en el sueño, malherida y deshecha en lágrimas, le lanzó una advertencia: «Si le pasa algo a mi nieto, te mataré. Pórtate bien. Un trato es un trato. Sabes que el niño puede crecer con el amor de su abuela, pero, si ella desaparece, seré yo el que se ocupe de tu hijo…».

«La clave de este caso es el maldito símbolo de la Flor de Agua. Si supiéramos qué significa para el asesino, entonces dejaría de quitarnos el sueño…».


