EVA FRAILE. BLOG: REINA LECTORA.
Sorprende que haya hechos de la historia de España que, pese a ser de enorme relevancia, continúen pasando casi desapercibidos para la mayoría del público. Sobre la guerra de las Comunidades, los comuneros, como, quizá, son más conocidos, se ha escrito mucho. Que si suponían un retorno a la Edad Media, que si fueron la primera gran revolución social europea. Lo que pasa es que se ha leído poco, y ese es el problema. Félix Buisán (Palencia, 1957), que lo sabe muy bien, se propone con Historia de un soldado comunero remediar esta injusticia histórica.
- Cuentas que han sido ocho años de trabajo para escribir Historia de un soldado comunero, ha debido de ser un proceso de documentación muy exhaustivo.
Efectivamente, ocho años (incluyendo la fase de documentación histórica) he tardado en escribir Historia de un soldado comunero. Bien es verdad que no he podido dedicarme por completo a la escritura de la novela (mi profesión de médico anestesista no me deja mucho tiempo libre). Unas veces no estaba inspirado; otras veces no me apetecía escribir. Asimismo, quiero aclarar que ni soy historiador, ni experto en la guerra de las Comunidades de Castilla, ni tampoco en el siglo xvi en España, por lo que documentarme sobre aquella época me ha llevado un gran trabajo (unos tres años). Solo soy una persona con curiosidad y ganas de contar cosas. Así que, si aparece algún fallo o imprecisión, por favor, perdonádmelo y corregídmelo con cariño.
- ¿Tienes alguna manía especial a la hora de escribir?
No especialmente. Quizá, cuando me he quedado atascado, que ha ocurrido en varias ocasiones, para poder seguir escribiendo, me compraba un cuaderno bonito y una pluma (aunque yo escribo en el ordenador). ¡Papel y pluma para atraer a las musas!
- ¿Qué dirías que les faltó a los comuneros para haber logrado su propósito? ¿Habría cambiado mucho la historia de este país de haber sucedido?
Supongo que faltaron un conjunto de cosas: organización, dinero (al ejército había que pagarlo), tropas experimentadas (muchos hombres eran milicianos de las ciudades y campesinos con poco entrenamiento militar) y el apoyo de la aristocracia y del alto clero, los cuales se alinearon en su inmensa mayoría con el emperador Carlos.
¿Qué hubiera pasado si hubieran vencido los comuneros? No me atrevo a conjeturar qué hubiera ocurrido si las Comunidades hubieran derrotado a los realistas. Castilla no quería abolir la monarquía, y los comuneros hubieran sido leales al rey, pero, posiblemente, Carlos I hubiera tenido que aceptar unas condiciones leoninas, es decir, el reino por encima del rey y no el rey por encima del reino. Quizás las ciudades castellanas hubieran tenido una autonomía amplia y mayor representación en las Cortes, España no se hubiera embarcado en las empresas imperiales de Carlos (que costeó a expensas del dinero de Castilla), y nuestro país tendría una tradición de siglos de democracia.
- Como castellanoleonés, ¿qué te parece esto de hacer la fiesta de la comunidad el día de la derrota de Villalar? ¿No te da la sensación de que se ha denostado un poco la figura de los comuneros?
Bueno, hay quien piensa que no es digno la conmemoración de una derrota (la batalla de Villalar). Sin embargo, creo que, de alguna forma, a los castellanoleoneses nos viene bien una referencia histórica propia con la que identificarnos y que nos haga sentir de alguna manera que formamos parte de un colectivo. Desde los años de la Transición, y cada 23 de abril, se recuerda la batalla acontecida y esto hace que nos una un espíritu reivindicativo que se junta al carácter festivo de la efeméride.
En cuanto a si se ha menoscabado la figura de los comuneros, existe un debate historiográfico e ideológico sobre la rebelión de las Comunidades: los historiadores de derechas tienden a valorarla como un intento desesperado de volver a la etapa medieval; los de izquierdas, a considerarla una verdadera revolución, y a sus protagonistas, héroes.
Asimismo, hay un escaso conocimiento de la sublevación comunera por parte de los castellanoleoneses. En general, sí que conocen a sus jefes militares, Padilla, Bravo y Maldonado, pero saben muy poco más. Y eso es triste.
- ¿Qué es lo que más te llama la atención de la época en que se desarrollan los hechos de tu libro?
Aun sabiendo el interés que suscitan los hechos históricos, quizás han sido sus interpretaciones y extrapolaciones lo que más me ha sorprendido. Allí se produjo una verdadera guerra civil, cruel y sangrienta, entre aquellos que querían acabar con las prebendas de los extranjeros, limitar el poder real y el poder de la nobleza, los denominados comuneros, y los leales al emperador Carlos, sobre todo la alta nobleza, que apoyó al bando realista. Sin embargo, algunos historiadores reflejan que el levantamiento armado de los comuneros fue un anticipo de la Revolución Francesa, de las autonomías y de la Guerra Civil del 36. Y esto sí que me llama la atención.
Luego, la historia se repetiría, por desgracia, muchas veces en España.
- Alguna vez has dicho que la idea para Historia de un soldado comunero surgió hablando con tu padre, con el que compartías la pasión por escribir. ¿Crees que le hubiera gustado este libro?
Estoy seguro de que mi padre estará muy orgulloso, esté donde esté, de este libro. A él le dedico mi novela. Es, en cierta forma, un homenaje a su persona.
- ¿Ves posibilidades a Historia de un soldado comunero para que una gran editorial apueste por ella?
Si consiguiera que alguien de una editorial grande dedicara doce o trece horas de su tiempo a su lectura (que es lo que más o menos se tarda en leer la novela), no tengo la menor duda de que apostaría por ella y la publicaría. Incluso, con solo un vistazo, ese alguien se daría cuenta de que es muy buena, tanto desde un punto de vista literario como comercial.
He de decir igualmente que Historia de un soldado comunero ha sido distinguida con el sello Talento de la editorial de autopublicación Caligrama.
En fin, también hago hincapié en que las aproximaciones novelísticas contemporáneas al levantamiento popular contra Carlos I han sido pocas y, en muchos casos, tangenciales a lo largo de la historia, pese al potencial que encierra la guerra de las Comunidades.
- ¿Qué libro tendrías siempre en tu mesilla?
Como diría un buen lector o lectora: «siempre tengo un libro en la mesilla de noche». Puede ser un libro diferente, claro. En cuanto a si es un libro solo, siempre el mismo, que se pudiera leer muchas veces, me quedaría con… No sé, es difícil elegir un libro de cabecera… El Médico de Noah Gordon sería mi elección (deformación profesional). Es una excelente novela que describe la pasión de un hombre del siglo xi por vencer la enfermedad y la muerte, aliviar el dolor ajeno y compartir el don de curar que le ha sido otorgado.

