ESPAÑA EN SORDINA

COVARRUBIAS LLENA DE AURA

 

Vimos la torre de doña Sancha  con sus galerías de entramado y sus soportales cálidos, vimos la figura esbelta y estilizada de la princesa Cristina con un libro de piedra al lado ,  entramos en la Colegiata y pasamos a ver el museo, nos enseñaron cuadros sugerentes de Berruguete y de  otros, y copas y vestiduras de misa, y finalmente nos abrieron la joya , el “Triptico de los reyes magos” de un discípulo de Gil de Siloé,  nos quedamos prendados  mirando al niño que extendía la mano, la virgen elegante y estirada, los reyes de pie a ambos lados,  el de la izquierda arrodillado se quitaba la corona como si fuera un sombrero,  encima estaban los templetes góticos que solemnizaban la escena.

Estábamos comiendo en un restaurante de la plaza y  dije qué  era lo que me gustaba de ese pueblo,  que parecía que estuviera habitado por  seres de la memoria que siguieran  vivos, que nosotros mismos al pasear por el pueblo  nos volvíamos más interiores,   parecía  que cada casa era un mundo, incluso la torre de doña Sancha era una casa más y sus matacanes parecían más expresivos  que defensivos,  todo el pueblo está lleno de casas de piedra, y cada casa es un alma,  y los soportales los protegen a todos,  por eso aquí surgieron las personas, el intimismo, el amor, el comunicarse las personas apasionadamente, el ser sincero, el decírselo todo.

Dije que en otra  época  el  lugar sería duro y aplastante, la vida de cada día no tendría tantos encantos, la gente viviría  bajo fanatismos y mezquindades, pero ahora todas las calles se habían convertido en belleza,   y cuando las cosas se convierten en belleza dejan de ser amenazadoras y se vuelven expresivas y apasionadas, como allí en Covarrubias, Burgos.

ANTONIO COSTA GÓMEZ     FOTO: CONSUELO DE ARCO