Walden Dos: Hacia una sociedad cinetíficamente construida, de B. F Skinner

Por Haizea Ustaran.

Walden Dos es una novela de ciencia ficción escrita por B. F. Skinner, publicada en EEUU, en 1948, por la editorial  Hackett Publishing Company.

Burrhus Frederic Skinner nació en 1904 en Susquehanna (Pensilvania) y murió en Massachusetts en 1990. Estudió psicología en la universidad de Harvard. Dedicó a esta rama toda su vida, interesado en investigar bajo qué condiciones es posible controlar y predecir la conducta humana. Fue un destacado psicólogo y escritor, tal como muestra su obra Walden Dos, una historia sobre una comunidad ficticia organizada según sus principios sobre el conductismo.

Walden Dos es el nombre de una comunidad en la que aparentemente todo el mundo vive feliz y en la que todo parece marchar a la perfección. La historia comienza cuando Roger y Steve oyen hablar de dicha comunidad y, deseosos de saber más sobre ella, acuden a uno de sus antiguos profesores de la facultad, Burris, dado que Walden Dos fue creada por otro de sus antiguos alumnos: Frazier.

Deciden contactar con Frazier y realizar una visita a dicha comunidad. Además de Roger y Steve y sus respectivas parejas, Bárbara y Mary, acude el profesor Castle de la rama de la filosofía,  contrario a  muchos aspectos de la organización de Walden Dos.

A su llegada, Frazier los recibe y les muestra la comunidad. Cabe destacar, que las explicaciones de las que consta la novela en lo referente a la manera de organizar Walden Dos no son accesorias sino que mediante la descripción del sistema que sigue esta comunidad se enuncian los planteamientos del propio autor acerca de cómo lograr la perfecta convivencia entre los miembros de una comunidad.

Walden Dos consta de varios edificios comunicados entre sí, de manera que no es necesario salir de ellos para ir de una estancia a otra; y rodeados por una valla, anteriormente electrificada. A mi parecer, no deja de resultar inquietante que en un lugar tan idílico sea tan complicado salir al exterior.

En lo que a la economía se refiere, los habitantes de Walden Dos tienen la posibilidad de desempeñar diversas tareas por las que reciben créditos de trabajo. En función de lo desagradable de la actividad a realizar, mayor es la remuneración, con el fin de que todos los empleos sean igual de deseados. Aun así, todos los servicios de Walden Dos son gratuitos, lo que indica que el trabajo no cumple la función que tiene en la sociedad tradicional  sino que se trata de una manera de mantener ocupada a las personas, y los créditos, un recompensa para que se sientan satisfechos. Se elimina, de esta manera, el agobio por lograr un trabajo bien pagado que permita una buena calidad de vida. A este respecto, los planteamientos de Skinner ofrecen una interesante propuesta.

A continuación, Frazier expone el procedimiento que se sigue allí para criar y educar a los niños. Éstos son separados de su padres cuando aún son pequeños y criados por el conjunto de la comunidad. Asimismo, como parte del proceso de desarrollo de la personalidad y de aprendizaje, son sometidos a situaciones frustrantes de manera intencionada con el fin de que aprendan a desarrollar habilidades que les permitan hacer frente a la adversidad. Además, en lugar de ir a la escuela como en la sociedad tradicional, aprendiendo las materias habituales, adquieren conocimientos útiles y prácticos para la vida.

Por supuesto, ante estas explicaciones, sus visitantes se quedan horrorizados, por lo que el tema educativo, así como la organización de Walden Dos, el tipo de vida que allí se lleva y los métodos empleados suscitarán diversas discusiones entre Frazier y sus discordantes visitantes, que verán en todo ello una manera de control social nada deseable.

Desde mi punto de vista, la personalidad y el carácter se van forjando a lo largo de la vida en función de las experiencias vividas, siendo estás un proceso natural de aprendizaje en sí mismo y, además, preferible a aplicar diversos tratamientos para moldear ambos a placer como si se tratara  de una escultura de cerámica a la que el escultor puede dar la forma que desea.

Conviene en este punto describir brevemente en qué consiste el conductismo. Se trata de una teoría enunciada por J. B. Watson en el año 1913. La base del conductismo es la posibilidad de modificar la conducta de un ser humano con la metodología adecuada, independiente de sus aptitudes, tendencias, inclinaciones o talento, en  pos de una sociedad mejor y más productiva.

Por supuesto, esto plantea un debate (que tiene ya lugar en la propia novela), acerca del libre albedrío y en torno a si la consecución de una sociedad mejor justifica anular a su pobladores, restringir su libertad de acción y condicionar su comportamiento para que elijan aquellas opciones consideradas más adecuadas para ellos, pero no las que desean. En otras palabras, reducir el libre albedrío a la nada. Los niños educados mediante este sistema tienen escasas posibilidades de elección, por lo que la posibilidad de tener  éxito o fracasar queda también reducida al mínimo y, por consiguiente, la libertad queda igualmente restringida. Ello es, según Frazier, mucho más satisfactorio para las personas. Pero a mi juicio no es más que una forma de dictadura y que una comunidad prospere bajo este método, no es tal prosperidad, puesto que ésta no es fruto de las decisiones libres, conscientes y responsables de su miembros.

Reducir el abanico de posibilidades de elección al mínimo, y anular la esos “aspectos superfluos” anteriormente mencionados,  supone acabar con todo aquello que nos hace humanos, convirtiéndonos en meros autómatas.

Por un lado, desde un punto de vista social, sería deseable una comunidad en la que los habitantes fueran felices y vivieran en armonía, sin trabajar demasiado, sin la necesidad de tener dinero y sin el peso del libre albedrío, pero esto no deja de ser una utopía. Por otro lado, como buena utopía, a la par que deseable, Walden Dos no deja de ser irrealizable en el mundo en el que vivimos, por suerte o por desgracia.

En definitiva, un libro que actúa como motor del intelecto, de la mente pensante y reflexiva e induce al lector, a la par que a los personajes de la novela, a meditar acerca de algunos de los pilares básicos sobre los que se asienta nuestra sociedad, además de suponer un interesante acercamiento al mundo de la piscología y, más concretamente, a los planteamientos del conductismo.

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