Sep 16, 2015 | +Actual, top1
«Atravesaron los huesos de mis piernas con clavos de titanio. Tenían el grosor del dedo de un niño, pero eran largos, plateados, suaves al tacto y perfectamente pulidos. Me los quitaron uno a uno cuando lo pedí. Salieron limpios y sin dolor, como si el interior de mi...