Leche derramada

Por Jorge Díaz

Leche derramada. Chico Buarque. Editorial Salamandra.

Eulalio Montenegro d’Assumpção cuenta su vida tras superar los cien años en un fascinante monólogo que tiene por oyente todo el que quiera sentarse junto a su cama, su octogenaria hija, sus enfermeras, sus compañeros de habitación del miserable hospital en el que ha sido ingresado… Una vida contada por alguien a punto de morir, al que hace más de veinte se le fue la cabeza, si es que alguna vez la tuvo amueblada y en su sitio; un relato en el que se mezclan los recuerdos con las mentiras, las confusiones con los engaños, lo real con lo imaginado… Y sin embargo, unas memorias que retratan más de un siglo de la sociedad brasileña.

Aunque todos los aficionados a la música sepan quién es Chico Buarque, éste no es muy conocido en España. Muchos otros músicos brasileiros son aquí más famosos que él: Caetano Veloso, María Bethania, incluso su yerno, Carlinhos Brown, tiene más nombre entre nosotros que Chico. Quizá se debe a que su enorme éxito en Brasil no le ha llevado a buscar una carrera en el extranjero si exceptuamos los años que pasó exiliado en Italia a causa de su oposición a la dictadura militar que gobernó en su país en los sesenta y los setenta.

Francisco Buarque da Hollanda, hijo de Sergio Buarque da Hollanda, un sociólogo e historiador de gran importancia, creador de la definición del brasileiro como “hombre cordial”, algo que ha marcado la imagen de sus compatriotas en todo el mundo; hermano de la cantante Miucha y de la actual ministra de cultura, Ana da Hollanda; compositor de canciones y óperas, poeta, dramaturgo, novelista, jugador de fútbol playa en un equipo que lleva más de treinta años sin perder un partido… Se trata de una figura fundamental en la cultura brasileira que, aunque su eterna juventud no lo permita sospechar, tiene más de sesenta años y ha tenido tiempo para todo, desde homenajear a los viejos sambistas hasta ser el tema del desfile de una Escola de Samba en el carnaval carioca.

En los últimos años, al Chico músico se ha unido el Chico escritor. A su primera y experimental novela Estorbo, se han unido otras dos, Budapest y Leche derramada. Estas dos últimas, mucho más trabajadas, han recibido el Premio Jabutí a novela del año, el más importante de las letras brasileiras, un país en el que los premios se otorgan a novelas publicadas y no son un simple medio de promoción como aquí.

Eulalio d’Assumpção, con p, los que no llevan la p descienden de los esclavos que según él liberó su abuelo, nació en la aristocracia brasileira y ha tenido cien años hasta caer a lo más bajo. De su estreno con prostituta francesas acompañado por su padre a la habitación del hospital en el que espera la muerte lo ha vivido todo: la pérdida del dinero, de la posición, de las propiedades, del estatus, hasta de la pureza de sangre de la familia; se da cuenta de que su bisnieto es medio mulato… ¿Qué pasaría si su padre se enterara?

Su relato mezcla los momentos de humor con la descripción de costumbres sociales e incluso las historias de amor.

Pese a todas sus virtudes, no sé si Leche derramada no es, como casi toda la obra de Chico Buarque, excesivamente local y ajena para el público de otros lugares, tampoco creo que sea una novela redonda, pero si se trata de una obra interesante para los interesados en la cultura y la historia brasileira.

 

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