El faro de Dakar
Ángel Petisme
Renacimiento
Sevilla, 2017
106 páginas
Por Antonio Orihuela
El faro de Dakar alumbra un viaje emocional por el corazón del continente africano para descubrir la esencia pura de la humanidad.
Ángel Petisme (Calatayud, 1961) ha publicado, entre otros, Cosmética y terror (1984), Constelaciones al abrir la nevera (1996), Buenos días colesterol (2000), Demolición del Arco Iris (2008), Cinta transportadora (2009), Poemails. Nuestra venganza es ser felices (2011), La noche 351 (2011), El lujo de la tristeza (2014) y El dinero es un perro que no pide caricias (2016). Su obra poética se reúne en Teoría del color (2006) y su poesía cantada en Canciones. Del corazón a los labios (2012). El faro de Dakar alumbra un viaje emocional por el corazón del continente africano.
A menudo cuando no consigo
dormir pienso en la lluvia
de África,
en la maternidad de paredes azules
de Isla de Carabane,
en su piragua amblancia
cruzando a Djelenkin…
En los ojos de los niños quee nacen
en mitad de la noche
bajo el llanto de África.
Me interrogo sobre el interés
de la Neurobótica
o de llegar a Marte en 2039,
antes tal estallido de vida
en mi retina, en pleno centro
de un corazón verde
Uno, que no acostumbra a reseñar poesía, que, de hecho, es el primer libro de poesía que afronta con este afán, se da cuenta de que nada mejor que el autor, en este caso, para expresarse.
Esta poesía abre el libro y las intenciones. Poesía beligerante, para el pobre, necesaria. La cuna del hombre que es África y el sentido de vivir que es la poesía. Origen y alma. El resto, carece de conciencia frente a lo que esto significa.
Mientras aquí soñamos con viajes a Marte, en África se sueña con llegar a Europa. El que haya poetas que practiquen el viaje inverso no es común en nuestro panorama literario, más dado a dejarse arrastrar por la corriente y las modas que a encarar desde su escritura las zonas ciegas de nuestra condición humana, los paisajes del terror, la guerra, la hambruna, las enfermedades y la muerte. A todo esto, se antepone la figura insoslayable de Ángel Petisme, convertido en nuestro poeta reportero más generoso y entregado a las causas que parecen perdidas de antemano: Irak, Palestina, Sahara, Ciudad Juárez, Centroáfrica… Petisme aparece siempre en los peores escenarios, cargado con su guitarra, su blog de notas y su bolígrafo como armamento de paz y de conciencia vigilante.
Porque El faro de Dakar trasmina verdad, la del poeta que no se sitúa por encima de quienes escribe ni de lo que describe sino que asume su condición con la misma rotundidad que el resto de los seres que nadan en el proceloso mar del capitalismo depredador y genocida. Así, más allá de descubrir la esencia pura de la humanidad, el libro de Ángel lo que hace es situarnos ante la desnuda evidencia de hasta qué punto somos seres contradictorios, capaces de lo mejor y de lo peor, tensados entre valores ancestrales y actitudes postmodernas, entre costumbres desfondadas y modelajes capitalistas imposibles, entre el futuro y la falta de esperanza, y el poeta, al incluirse entre ellos, consigue que el libro en su conjunto gane en autenticidad, en rotundidad humana, en mensaje de crudeza y horror, pero también de resistencia, de espiritualidad y redención.
Fuente: infolibre